Huracán Erick: un niño se ahoga arrastrado por un río crecido en el sur de México
El primer huracán de esta temporada tocó tierra entre las ciudades turísticas de Acapulco y Puerto Escondido
Un niño de un año murió y miles de personas se quedaron sin electricidad después de que el huracán Erick tocara tierra en la costa sur del Pacífico mexicano en la madrugada del jueves. El fenómeno provocó vientos destructivos, lluvias torrenciales y una poderosa marejada ciclónica.
Las autoridades informaron que el niño se resbaló de los brazos de su madre y se ahogó en un río crecido en el municipio de San Marcos, Guerrero.
La tormenta, que se intensificó rápidamente hasta convertirse en un huracán de categoría 4 antes de debilitarse ligeramente a categoría 3 al tocar tierra, causó estragos entre las ciudades turísticas de Acapulco y Puerto Escondido. Ha sido el primer huracán que asola el país esta temporada, que va de mayo a noviembre.
Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, se pronostica que Erick provoque “vientos potencialmente destructivos e inundaciones repentinas potencialmente mortales” en el sur de México.
El huracán tocó tierra con vientos máximos sostenidos de 205 km/h, según la Comisión Nacional del Agua de México (CONAGUA), con rachas que alcanzaron los 250 km/h.
El jueves por la tarde, Erick se había debilitado hasta convertirse en depresión tropical, pero seguía descargando lluvias torrenciales sobre los estados de Guerrero y Oaxaca. El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó precipitaciones de hasta 41 cm en algunos lugares y advirtió de inundaciones y deslaves en regiones montañosas.
Se habían desplegado más de 18.000 elementos del personal de emergencia como preparación ante la tormenta y se habían activado más de 500 refugios temporales. En Acapulco, las autoridades suspendieron toda actividad pública e instaron a los residentes de las zonas inundables a reubicarse.
“Pedimos a la población de Guerrero, Oaxaca y Chiapas que mantenga la calma y que se refugie en lugares seguros. La gente ha reaccionado muy bien hasta ahora”, declaró la presidenta Claudia Sheinbaum en un mensaje de video.

En Guerrero, que aún se recupera del devastador impacto del huracán Otis en octubre de 2023, las enormes olas se estrellaban contra la explanada de Acapulco e inundaban parte de los restaurantes frente al mar de la ciudad costera.
“Todos tenemos miedo porque pensamos que puede pasar lo mismo”, afirma Verónica Gómez, de 40 años, empleada de una empresa de paquetería.
“Ahora no nos va a tomar por sorpresa”, añadió, sosteniendo una bolsa de comida enlatada y agua.
El puerto de Acapulco permaneció cerrado el martes por la noche ante la llegada de la tormenta. La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, anunció que todo movimiento en la región quedaba suspendido a partir de las 8 p. m. y que las escuelas permanecerían cerradas el jueves.
La CONAGUA advirtió que las precipitaciones podrían provocar “deslaves e inundaciones en ríos y arroyos, así como olas de seis metros de altura”.
El jueves por la tarde, comenzaron los esfuerzos de limpieza. Se desplegó personal de la Marina para despejar las carreteras bloqueadas y restablecer los servicios. Se registraron cortes de electricidad en varias zonas, pero aún no se ha confirmado ninguna otra víctima mortal.
El Centro Nacional de Huracanes de EE. UU. señaló que la rápida intensificación de Erick formaba parte de una tendencia más amplia. En 2023, se produjeron 34 incidentes de este tipo, casi el doble de la media a largo plazo.
Se espera que Erick se disipe por completo en el interior montañoso de México el viernes. Sin embargo, los meteorólogos afirman que las fuertes lluvias seguirán planteando riesgos durante las próximas 24 horas.
Traducción de Michelle Padilla