Prometida de Julian Assange “consternada” por esfuerzos de Biden y Trump para extraditarlo a EEUU
Las pruebas de los abusos en el caso son “abrumadoras”, dice Stella Moris a Andrew Buncombe
La prometida de Julian Assange ha dicho que está “igualmente consternada” por los esfuerzos tanto de Donald Trump como de Joe Biden, para tratar de forzar al fundador de WikiLeaks a Estados Unidos para enfrentar cargos de espionaje que conllevan penas de 175 años.
Stella Moris, madre de dos de los hijos de Assange, ha ayudado a coordinar la defensa legal de su compañero en su lucha contra el intento de extradición iniciado por la administración Trump.
Cuando Biden fue elegido el año pasado, los partidarios de Assange instaron al nuevo presidente a retirar los cargos y poner fin a la extradición. Muchos se enfadaron cuando quedó claro que Biden no tenía intención de hacerlo.
El mes pasado, los abogados del gobierno de Estados Unidos, que apelaron una sentencia anterior contra la extradición, argumentaron ante los jueces británicos que Assange no sería recluido en una prisión “SuperMax” si se le enviaba a Estados Unidos para ser juzgado, y que se darían garantías especiales respecto a su salud mental. También dijeron que podría cumplir la mayor parte de la condena en Australia.
Cuando se dirigieron al tribunal, los abogados de Assange señalaron un reciente reporte de Yahoo News que sugería que la CIA había planeado secuestrar e incluso matar al fundador de WikiLeaks mientras estaba en Gran Bretaña. Se espera una sentencia en breve.
“La administración Biden tiene diferentes facciones dentro de ella”, declaró Moris en una entrevista a The Independent. “Hay elementos de la misma, el complejo de seguridad, que quieren que Julian esté en prisión el mayor tiempo posible, y no les importa por qué. Solo quieren silenciarlo. Y esa es la definición de persecución política”.
Y añadió: “Y hay otros elementos que entienden el grave peligro que esto supone para la Primera Enmienda”.
Preguntada por si se sentía más defraudada por el señor Biden que por el señor Trump, declaró: “Me siento igualmente consternada por ambos”.
A diferencia de Trump, que ha denunciado repetidamente a los medios de comunicación como proveedores de “noticias falsas”, Biden ha afirmado que respeta a la prensa, y ha sido aplaudido por hacer algo tan sencillo como reanudar las reuniones informativas diarias con el secretario de prensa de la Casa Blanca.
Pero Moris dijo que no era tan simple como eso.
“El gobierno de Biden tiene que estar a la altura de lo que dice”, manifestó.
“Dice que apoya la libertad de prensa. Dice que defiende la libertad de los medios de comunicación a nivel mundial, mientras que este caso es el peor ataque a la libertad de los medios de comunicación, porque es una aplicación extraterritorial de la Ley de Espionaje.”
Desde Glasgow, donde ha destacado la larga trayectoria de WikiLeaks en la publicación de información importante sobre la crisis climática y el papel de la industria de los combustibles fósiles, Moris afirmó que el intento de extraditar a Assange no es el primer intento de las autoridades estadounidenses de “criminalizar el periodismo”.
Hace 50 años, el Tribunal Supremo de EE.UU. permitió al New York Times y al Washington Post publicar los entonces clasificados Pentagon Papers, que revelaban cómo el gobierno había mentido repetidamente sobre la guerra de Vietnam.
“Esa decisión dejó abierta la posibilidad de que los periodistas pudieran ser perseguidos a posteriori”, dijo.
“Ahora, no hay ningún precedente en este momento, pero es la primera vez que se mueven para acusar a una persona por recibir información de una fuente periodística que posee esa información y la pone a disposición del público. Esto es lo que tienen en mente desde hace mucho tiempo.”
Los partidarios de Assange afirman que está siendo castigado por Estados Unidos por sacar a la luz lo que consideran crímenes de guerra que tuvieron lugar en lugares como Irak y Afganistán, durante la llamada guerra contra el terrorismo.
El australiano, de 50 años, fue detenido en abril de 2019 tras haber pasado cinco años en la embajada de Ecuador en Londres después de haber pedido asilo político. Luchó contra la extradición a Suecia, donde la policía declaró que quería investigarlo por dos acusaciones de agresión sexual. Assange ha negado las acusaciones y ha dicho que creía que sería llevado a Estados Unidos.
Tras un cambio en la dirección de Ecuador, se le expresó a Assange que no podía seguir allí y un tribunal británico lo encarceló durante 12 meses por saltarse la fianza. Estados Unidos anunció entonces 18 cargos contra Assange, uno de ellos por intentar acceder a una computadora del Pentágono y 17 en virtud de la Ley de Espionaje de 1917.
La Casa Blanca no respondió a las preguntas. Un portavoz del Departamento de Justicia de Estados Unidos señaló que el Departamento no deseaba hacer comentarios.
Moris indicó que creía que, si los tribunales fallaban a favor de Assange, este se sentiría lo suficientemente seguro como para vivir en Gran Bretaña. El gobierno de México ha dicho que Assange sería bienvenido allí.
Aunque se negó a identificarlos, Moris afirmó que otras naciones habían expresado su apoyo político a Assange.
¿Cómo de optimista era ella en cuanto a que el tribunal fallaría a su favor?
“Creo que sería completamente inconcebible que los tribunales del Reino Unido aceptaran extraditar a Julian al país que ahora se sabe que ha estado conspirando para matarlo”, expresó.
“Las pruebas del abuso de este caso son abrumadoras y cuanto más tiempo pasa, más se expone sobre la increíble criminalidad que se ha dirigido contra Julian. No puedo imaginarme que los tribunales permitan que esto continúe. Ahora está tan al descubierto.”