Biden llama a luchar contra la autocracia en primera cumbre sobre democracia
Biden dice que su administración todavía está impulsando la aprobación de una legislación sobre derechos electorales, a pesar del obstruccionismo del Senado
Este jueves, el presidente Joe Biden pidió a los líderes mundiales de ideas afines que asuman la tarea de revitalizar las democracias para que funcionen como bastión contra los autócratas que buscan “promover su propio poder” en todo el mundo.
Frente a unos 80 jefes de estado y gobierno, así como representantes de varias ONG prodemocracia reunidos en la “Cumbre por la Democracia” convocada por Estados Unidos, Biden advirtió que los gobiernos representativos “no suceden por accidente”, y que como “asunto urgente” deben renovarse activamente tras años de retroceso democrático.
El presidente estadounidense destacó que el Instituto Internacional de Democracia y Asistencia Electoral reportó recientemente que “la mitad de todas las democracias han sufrido un descenso en al menos un aspecto de su democracia en los últimos 10 años”, y agregó que EE.UU. está entre ellas.
“Estas tendencias son exacerbadas por los retos globales que hoy son más complejos que nunca y que requieren esfuerzos en conjunto para abordar estas inquietudes. Mediante la presión externa, los autócratas... buscan promover su propio poder, exportar y expandir su influencia alrededor del mundo y justificar sus prácticas y políticas represivas como una forma más eficaz de abordad los retos actuales”, mencionó Biden.
“Así es como se vende, a través de voces que buscan avivar las llamas de la división social y la polarización política, y quizá... incrementan la insatisfacción de la gente alrededor del mundo con gobiernos democráticos que perciben que están fracasando en satisfacer sus necesidades”, continuó. “En mi opinión, este es el desafío definitivo de nuestra época”.
El presidente emitió estos comentarios en la conversación prodemocracia, a 11 meses de que una turba de partidarios del expresidente Donald Trump irrumpiera en el Capitolio, con esperanzas de impedir la certificación de la victoria electoral de 2020 de Biden, y al mismo tiempo que Trump y sus aliados republicanos continúan una larga campaña para reescribir las leyes electorales de Estados Unidos, de forma que sea más fácil para los partidarios rechazar los resultados de las elecciones si no están contentos con ellos.
La legislación que revertiría o prohibiría muchos de los ataques que los republicanos han hecho a los derechos electorales desde 2020 está actualmente estancada en el Congreso debido al límite de facto de 60 votos en la mayoría de las leyes requerido por las reglas obstruccionistas del Senado. Pero Biden dijo que su administración continuaría presionando para aprobar dos proyectos de ley que calificó como “cruciales”.
“Mi administración seguirá luchando para aprobar dos leyes fundamentales que apuntalarán los cimientos mismos de la democracia estadounidense, el derecho sagrado de cada persona de hacer que su voz se escuche a través de elecciones libres, justas y seguras. Necesitamos promulgar lo que llamamos la Ley de Libertad para Votar y la Ley de Promoción de los Derechos Electorales John Lewis para prevenir la discriminación electoral, proveer criterios básicos para acceder a las urnas, y garantizar que la voluntad de los votantes se mantenga”, dijo.
“Deberíamos facilitar que la gente vote, no hacerlo más difícil, y eso seguirá siendo una prioridad de mi administración hasta que lo logremos”, aseguró. “La inacción no es una opción”.