David Fuller: Trabajador de morgue que abusó de al menos 102 cadáveres es condenado a cadena perpetua
David Fuller asesinó a dos mujeres y abusó sexualmente de al menos 102 cadáveres en morgues de hospitales
Se condenó a cadena perpetua a David Fuller, el electricista de hospital que abusó sexualmente de los cadáveres de al menos 102 mujeres y niñas.
Fuller, de 67 años, mató y luego agredió sexualmente a dos mujeres jóvenes, Wendy Knell y Caroline Pierce, en dos ataques separados en 1987.
Fuller fue condenado a dos cadenas perpetuas por los dos asesinatos, y a doce años por el abuso de mujeres y niñas en las morgues de hospitales. En sus declaraciones durante la sentencia, la jueza Cheema-Grubb, describió a Fuller como un “buitre, escoges a tus víctimas de entre los muertos”.
Luego agregó: “Pasarás todos los días del resto de tu vida en prisión”.
Se capturó a Fuller 33 años después de los asesinatos de 1987, luego de un descubrimiento en el ADN. Las investigaciones policiales en su casa descubrieron que Fuller, durante más de una década, se grabó mientras abusaba de los cuerpos en las morgues de hospitales.
Después de la sentencia, el superintendente en jefe, Paul Fotheringham, reveló que la policía investiga otros casos no resueltos de personas desaparecidas, violaciones y asesinatos en el sureste de Inglaterra. Declaró que existen “todas las posibilidades” de que Fuller haya cometido otros delitos.
El miércoles se reveló en el tribunal que Fuller abusó de los cadáveres de al menos 102 mujeres, incluida una niña de nueve años, dos de 16 y una mujer de 100.
El fiscal Duncan Atkinson QC (Queen’s Counsel, jurista británico de alto rango) declaró al Tribunal de la Corona de Maidstone: “David Fuller abusó sexual y sistemáticamente de los cuerpos de las mujeres y niñas muertas”.
Aseguró que aunque la policía conoce los nombres de 82 de las víctimas, es posible que otras 20 nunca sean identificadas.
La madre de la víctima más joven de Fuller dijo que el abuso del cuerpo de su hija de nueve años “me perseguirá para siempre y por el resto de mi vida”.
Ella añadió: “Mi dolor, la culpa que siento porque la dejé en ese hospital, que está destinado a ser un lugar seguro”.
“No tengo nada, no tengo forma de darle un cierre a esto, ¿cómo se lo compensaré a ella? ¿Cómo estaré a su lado ahora, y cómo cuidaré ese cuerpecito al que ese vil hombre arruinó y faltó al respeto?”.
La madre de Azra Kemal, cuyo cuerpo David Fuller agredió en una morgue, comentó que, aunque se hizo justicia para las familias de las dos mujeres asesinadas, las sentencias para los delitos mortuorios de Fuller fueron demasiado indulgentes.
Fuera del tribunal, el mismo miércoles, Nevres Kemal pidió que se inicie una investigación pública oficial.
David Fuller fue condenado a tres meses por cada uno de los tres abusos al cuerpo de su hija. Haciendo referencia a la duración de estas sentencias, Kemal aseveró: “No creo que eso sea justo y equitativo. No es aceptable, ella valía más que eso”.
Añadió que las sentencias por posesión de drogas de clase A son más extensas. Sobre la jueza, Kemal opinó: “Ella hizo todo lo que pudo pero la ley tiene que cambiar. Así es como me siento en realidad”.
“No se ha hecho justicia para los familiares de los delitos mortuorios”.
En sus declaraciones durante la sentencia, la jueza Cheema-Grubb QC aclaró que los asesinatos de las dos mujeres en 1987 fueron “premeditados”, “planeados y ejecutados con cuidado”.
Ella describió a David Fuller como un “merodeador” y a la víctima de asesinato Wendy Knell como “exitosa, feliz e independiente”.
La también víctima de asesinato Caroline Pierce, comentó la jueza, era “una mujer joven y vivaz” cuando fue asesinada.
Ella declaró que los asesinatos tuvieron motivación sexual y añadió: “Una vez que mataste a estas mujeres, pasaste tiempo con ellas para satisfacer tus perversiones sexuales”.
La jueza se dirigió a Fuller: “Tus violaciones van en contra de todo lo correcto y humano, son incomprensibles”.
Describió los delitos cometidos en las morgues como “un impactante abuso de confianza e invasión de la privacidad, repetido tantas veces que se volvió habitual”.
Fuller se declaró culpable de asesinar a Wendy Knell, de 25 años, y a Caroline Pierce, de 20, días después de haber admitido en el juicio el homicidio con responsabilidad atenuada.
También se declaró culpable de otros 51 delitos, incluidos 44 cargos relacionados con 78 víctimas en morgues. Los cargos también incluyen posesión de una imagen pornográfica extrema y tomar imágenes indecentes de niños.
El superintendente en jefe, Paul Fotheringham, habló fuera del tribunal después de la sentencia. Declaró: “Estamos satisfechos con la sentencia... que sean dos cadenas perpetuas cuando hay tan pocas en el país muestra la gravedad de los crímenes”.
Llamó a Fuller un “monstruo” y añadió que se afectó a “cientos, si no miles” de personas por sus crímenes.
Describió a Fuller como “uno de los peores delincuentes en serie que hemos visto en este país”, y agregó: “nunca volverá a ver la luz del día, algo con lo que mi equipo y yo estamos satisfechos por completo”.
Aseguró que había hasta diez víctimas mortuorias que la policía nunca podrá identificar.
También contó que la policía investigaba si David Fuller cometió otros delitos antes de asesinar a dos mujeres en 1987.
Fotheringham aseveró que era “impensable” que Fuller no hubiera cometido otros delitos antes del doble asesinato. Informó que la policía investiga otros casos no resueltos de niñas desaparecidas, violaciones y asesinatos en todo el sureste de Inglaterra, y agregó: “Creo que hay muchas posibilidades de que haya cometido otros delitos”.