Por primera vez, podremos trazar mapa de las redes de hongos, un “valioso aliado del clima” bajo nuestros pies
Las redes son un enorme sumidero natural de miles de millones de toneladas de dióxido de carbono que calientan el planeta
Las redes de hongos subterráneos son un “aliado invaluable” para hacer frente a la crisis climática, y se trazará un mapa de ellos por primera vez.
Los hongos son solo los “frutos” superficiales y una pequeña fracción de las vastas redes incrustadas en el suelo y entretejidas con las raíces de los árboles. Diminutos “hilos” de micelio forman una red de micorrizas que actúan como vías entre las plantas para canalizar el agua, el carbono y otros minerales.
Solo en los 10 centímetros (4 pulgadas) superiores del suelo, el micelio de los hongos ocupa 450 cuatrillones de kilómetros (280 cuatrillones de millas), aproximadamente la mitad de la anchura de la galaxia. Tres cuartas partes del carbono terrestre se almacenan en el suelo, el triple que en las plantas y animales vivos.
La nueva iniciativa, dirigida por la SPUN (Sociedad para la Protección de las Redes Subterráneas), pretende salvar estas redes de hongos. Según la SPUN, estas redes son poco conocidas y mal comprendidas, a pesar de albergar una cuarta parte de todas las especies y constituir un sumidero natural de miles de millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) que calientan el planeta.
Según una estimación, 5.000 millones de toneladas de CO2 fluyen hacia las redes de hongos cada año, lo que equivale a más de la mitad de las emisiones de CO2 causadas por el hombre en 2021. Y las investigaciones que se están llevando a cabo en la actualidad sugieren que puede incluso triplicar esta cantidad.
La expansión agrícola, la contaminación, la urbanización y la pérdida de bosques están destruyendo las redes fúngicas, según SPUN. Si se mantiene la trayectoria actual, más del 90 por ciento del suelo de la Tierra estará degradado en 2050.
Entre los asesores del proyecto se encuentran la conservacionista Jane Goodall y el escritor de best-sellers del New York Times Michael Pollan.
“Se trata de un proyecto de conservación extremadamente importante. La comprensión de las redes de hongos subterráneos es esencial para nuestros esfuerzos por proteger el suelo, del que depende la vida, antes de que sea demasiado tarde”, declaró la Dra. Goodall.
Los nuevos mapas utilizarán el aprendizaje automático junto con 10.000 observaciones del conjunto de datos GlobalFungi y cientos de capas de datos medioambientales globales. SPUN tiene previsto trabajar en el proyecto con investigadores, activistas y comunidades locales de todo el mundo.
SPUN reunirá otras 10.000 muestras de todos los continentes en los próximos 18 meses para identificar los puntos calientes de captación de carbono. Los mapas identificarán los lugares prioritarios con potencial para almacenar más carbono y sobrevivir a los impactos extremos causados por la crisis climática.
El proyecto está financiado por el Jeremy and Hannelore Grantham Environmental Trust.
Jeremy Grantham, un inversor de origen británico que ha destinado el 98 por ciento de su multimillonario patrimonio a la lucha contra la crisis climática, afirma: “Solo bajo nuestros pies se encuentra un aliado inestimable para mitigar el cambio climático: vastas redes de hongos ocultas. Miles de millones de toneladas de dióxido de carbono fluyen anualmente desde las plantas hacia las redes de hongos. Y, sin embargo, estos sumideros de carbono son poco conocidos”.
“Al trabajar para cartografiar y aprovechar este recurso amenazado, pero vital para la vida en la Tierra, la Sociedad para la Protección de las Redes Subterráneas es pionera en un nuevo capítulo de la conservación mundial”.