Madre de cinco enfrenta cargo por dejar a su hija de 14 cuidando a sus hermanos
El caso de una madre soltera de cinco hijos acusada de conducta criminal imprudente después de dejar a su hija de 14 años cuidando a sus cuatro hermanos pequeños plantea preguntas sobre cómo las fuerzas del orden público deberían vigilar a los padres, escribe Bevan Hurley
Melissa Shields Henderson pensó que Blairsville, Georgia, con una población de 724 habitantes, sería el lugar perfecto para criar a sus hijos.
Es un lugar donde los niños andan en bicicleta por todas partes y juegan baloncesto en la calle, y “todos conocen a todos”.
En el punto álgido de la pandemia, en mayo de 2020, con las escuelas y guarderías cerradas y con cuentas que pagar, Henderson, de 41 años, acudió a su trabajo como administradora de un spa de salud a 23 millas (37 kilómetros) de distancia, en Blue Ridge, y dejó a sus cinco hijos en casa, bajo el cuidado de su hija de 14 años, Linley.
Mientras Linley tomaba una clase en línea, su hermano menor Thaddeus, de 4 años, vio a un amigo que vivía al lado y salió a jugar con él en el callejón de su casa.
En los 10 a 15 minutos que le tomó a Linley darse cuenta de que su hermano había desaparecido, la madre del amigo llamó al 911.
Cuando Henderson regresó del trabajo, encontró dos patrullas estacionadas en su entrada. Le explicaron que habían visto a su hijo solo en la calle y se fueron. Ahí era donde pensaba que quedaría el asunto.
Sin embargo, dos semanas después, Henderson recibió una llamada en la que le dijeron que había una orden de arresto en su contra. Ella cuenta que ni siquiera tuvo la oportunidad de entregarse; antes de que pudiera conseguir una niñera, cinco patrullas se aparecieron en su casa.
Según un informe del incidente del alguacil del condado de Union, obtenido por The Independent, el oficial que la arrestó afirmó que Thaddeus podía haber sido secuestrado, “perderse en el bosque o haber sido mordido por una serpiente venenosa”.
El informe afirma que Thaddeus no llevaba ropa de la cintura para abajo y que se acercaba una tormenta.
“Realmente estaban agarrándose de cualquier cosa”, señaló Henderson.
“Estaban jugando el juego de ‘qué pasaría si’. ¿Qué pasaría si esto sucediera? Pero no pasó. Ninguna de esas cosas sucedió, nada de eso era un peligro real”.
Henderson cuenta que la esposaron al lado de su casa, la llevaron a la cárcel del condado de Union, donde tomaron sus huellas dactilares, la acusaron de conducta criminal imprudente y la pusieron en una celda antes de que la dejaran salir bajo fianza.
El cargo tiene una sentencia máxima de un año de prisión y una multa de US$1.000.
“Estaba en shock. Solo recuerdo estar en shock. No tenía ningún sentido para mí. Fue el momento más humillante de mi vida”, relató Henderson a The Independent.
“Me estaban tratando como una verdadera criminal. Recuerdo pensar todo el tiempo ‘esto no está bien, yo no pertenezco aquí’. Estaba mortificada de que esa fuera la situación en la que me habían arrojado”.
Un año antes del incidente, la policía fue llamada después de que Thaddeus y otro de sus hermanos fueran vistos solos caminando por una calle muy transitada.
La División de Servicios para la Familia y los Niños de Georgia investigó el hecho en aquel momento, le hizo una advertencia a Henderson y estableció un plan de seguridad en el que Linley no debía cuidar a los niños sola, según el informe del incidente del sheriff.
El fiscal de distrito del condado de Union, Jeff Langley, explicó a The Independent que la cuestión clave era si la hija mayor, que tiene dificultades de aprendizaje, era capaz de cuidar a los niños mientras hacía sus tareas escolares, y mientras su madre trabajaba en otra ciudad.
“Nuestra información indica que esta niña no era capaz de cuidar a varios niños durante todo el día”, señaló a The Independent.
“Me pone en una posición difícil para defender mis acciones, comentar públicamente sobre una adolescente con dificultades de aprendizaje”.
Langley comentó que nunca fue opción una sentencia de prisión, y que le ofreció a Henderson un acuerdo de culpabilidad que la habría obligado a tomar un curso de crianza de 20 horas.
Henderson aseguró a The Independent que su hija es una adolescente madura y responsable, perfectamente capaz de cuidar a los niños.
Casi dos años después, afirma que la amenaza de enjuiciamiento la afectado mucho financiera y emocionalmente.
“Como madre, realmente te enorgulleces de hacer que tus hijos estén sanos y felices. Cuando sucede algo así, de repente te sientes muy pequeña.
“No estoy siendo negligente ni descuidando o lastimando a mis hijos. ¿Por qué dirían que soy una madre terrible? Les he dado cada parte de mi alma. Esto derrumbó mi mundo”.
Según la ley estatal de Georgia, los niños pueden cuidar a otros a partir de los 13 años.
El abogado de Henderson, David DeLugas, fundador del grupo de defensa Parents USA, le dijo a The Independent que los cargos eran una extralimitación flagrante de los poderes policiales.
DeLugas menciona que frecuentemente ve casos similares en su trabajo de defensoría, y cree que la autoridad está buscando innecesariamente inmiscuirse en la forma en que los padres crían a sus hijos.
“Todo ese miedo irracional, como si fuera un peligro claro y presente en nuestras vidas, todo el tiempo. Es alarmismo”.
“El hecho de que estén preocupados no significa que deban desplegar a las tropas, enviar a la Guardia Nacional, solo porque alguien no está de acuerdo contigo”.
DeLugas presentó una moción para desestimar el caso en julio, que sigue pendiente.
Henderson pudo regresar a trabajar medio tiempo mientras sus hijos van a la escuela, pero teme que se presenten nuevos cargos.
“Es como vivir con miedo constante. Todo lo que estás haciendo está siendo observado y criticado e incluso si estás haciendo lo correcto, sigue siendo lo incorrecto.
“Me encanta estar con mis hijos, pero una tiene que recibir un sueldo, ¿sabes?”.
Dos páginas para recaudar fondos se han creado para apoyar a Henderson. Una, para pagar sus gastos legales y trabajo de defensoría, ha recaudado casi US$30.000.
Otra página de GoFundme que apoya directamente a Henderson con los gastos diarios había reunido poco más de US$3.000 hasta el jueves.
“Solo quiero que otras mamás y papás sepan que esto no está bien”, expresó.