Un hombre de Nueva Jersey murió por alergia a la carne roja causada por la picadura de una garrapata
El hombre no identificado, que trabajaba como piloto de aerolínea, había estado sano hasta un campamento con su esposa e hijos en el verano de 2024, según UVA Health.
Un padre de 47 años, casado y residente en Nueva Jersey, se convirtió en la primera persona conocida que muere de una alergia potencialmente mortal a la carne roja desarrollada tras la picadura de una garrapata.
El hombre no identificado, que trabajaba como piloto de aerolínea, había estado sano hasta un viaje de campamento con su esposa e hijos en el verano de 2024, según UVA Health.
Una noche, la familia cenó un bife a las 10 p. m. El hombre se despertó cuatro horas después, con fuertes dolores abdominales, diarrea y vómitos.
Por la mañana ya se había recuperado, pero se lo contó a su hijo: ”Pensé que iba a morir”.
Dos semanas después, fue a un asado y se comió una hamburguesa alrededor de las 3 p. m. Cuatro horas más tarde, empezó a sentirse mal.

El hombre fue al baño a las 7:20 p. m. Su hijo lo encontró desplomado en el suelo y rodeado de vómito, 10 minutos después.
El hijo llamó al 911 e intentó reanimar a su padre. Los paramédicos que llegaron a su casa se hicieron cargo de la situación durante dos horas, en las que el hombre fue trasladado al hospital. Los médicos no pudieron reanimarlo y declararon su fallecimiento a las 10:22 p. m.
Un médico forense no encontró anomalías significativas en la salud cardíaca, cerebral, respiratoria o abdominal del hombre. Su autopsia se consideró no concluyente y se informó de su causa de muerte como “muerte súbita inexplicada”.
Pero su mujer seguía buscando respuestas. Entonces, se puso en contacto con la Dra. Erin McFeely, pediatra de Nueva Jersey, para que revisara su autopsia. La mujer y las hijas de McFeely estaban en la misma clase de ballet, según declaró a NBC 10 Philadelphia el Dr. Thomas Platts-Mills, alergólogo de UVA Health.
“Erin McFeely y la esposa hablaron de lo ocurrido”, recuerda Platts-Mills. “Los dos, hablando, recordaron lo sucedido y dijeron: ‘¿Podría ser esto de la carne roja?’”
McFeely se puso entonces en contacto con Platts-Mills, con la esperanza de comprender si el síndrome alfa-gal podía haber desempeñado algún papel.
Platts-Mills y los médicos de UVA Health analizaron una muestra de sangre del hombre para detectar una serie de alérgenos y descubrieron que se había sensibilizado al alfa-gal.
La sangre también indicaba que el hombre había tenido una reacción extrema, que coincide con lo que se observa en la anafilaxia mortal: una reacción alérgica extrema que dificulta la respiración y provoca urticaria.
“El nivel que tenía básicamente solo se ve en casos mortales de anafilaxia”, dijo Platts-Mills a NBC 10. “Su nivel era de 2.000. El nivel más alto que vi en la práctica de una persona que sobrevivió es 100”.
Cuando la esposa del hombre le dijo a Platts-Mills que su marido había sufrido 12 o 13 picaduras de ácaros microscópicos conocidos como ácaros rojos durante el verano, el médico se dio cuenta de que muchas de esas picaduras eran en realidad de larvas de garrapata estrella solitaria.
Platts-Mills dijo que él y sus colegas sospechan también que la cerveza que tomó el hombre el día de su muerte y la exposición al polen de ambrosía pueden haber contribuido a la gravedad de su reacción.
“La información importante para el público es: En primer lugar, que el dolor abdominal intenso que se produce entre tres y cinco horas después de comer carne de vacuno, cerdo o cordero debe investigarse como un posible episodio de anafilaxia; y, en segundo lugar, que las picaduras de garrapatas que pican durante más de una semana o las larvas de garrapatas a menudo llamadas 'ácaros rojos' pueden inducir o aumentar la sensibilización a la carne derivada de mamíferos”, afirmó Platts-Mills.
“Por otra parte, la mayoría de los individuos que sufren episodios de urticaria de leves a moderados pueden controlar los síntomas con una dieta adecuada”, añadió.
Aunque antes se creía que el síndrome alfa-gal estaba relacionado únicamente con las garrapatas estrella solitaria, los investigadores identificaron otras dos especies que pueden provocar una reacción alérgica.
Las garrapatas del ciervo y las garrapatas de patas negras occidentales también se relacionaron con el alfa-gal. La actividad de las garrapatas aumenta en los meses de verano y deja expuestos a los estadounidenses, sobre todo en el este del país.

Cuando las garrapatas nos pican, los científicos creen que pueden propagar la molécula de azúcar alfa-gal en el organismo de las personas, y así alterar su sistema inmunitario.
Así es como se sensibilizan a la molécula alfa-gal que también se encuentra en la carne de mamíferos como la ternera, el cerdo o el cordero.
No existe cura para esta afección, y la anafilaxia puede ser mortal si no se trata con una inyección de un medicamento recetado llamado epinefrina, también conocida como adrenalina.
Las personas también pueden experimentar náuseas, vómitos y desarrollar una erupción cutánea entre dos y seis horas después de comer algo con alfa-gal, según la Clínica Mayo.
Se registraron unos 110.000 casos sospechosos en todo EE. UU. desde 2010 hasta 2022. Sin embargo, los investigadores creen que puede tratarse de un recuento insuficiente y que los síntomas tardíos dificultan el diagnóstico.
Traducción de Olivia Gorsin






