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Indignación en Florida porque los republicanos aprueban los proyectos de ley “Don’t Say Gay” y “Stop WOKE”

La legislación se une al esfuerzo del Partido Republicano para poner los “derechos de los padres” al frente de las campañas de 2022 que, según los opositores, tendrán un efecto dañimp en las aulas y en el lugar de trabajo

Alex Woodward
Viernes, 25 de febrero de 2022 14:25 EST
Vídeo relacionado: Pete Buttigieg dice que la ley “Don’t Say Gay” de Florida elecará el número de suicidios
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La Cámara de Representantes de Florida, dominada por los republicanos, aprobó un par de proyectos de ley que, según los opositores, afectarán la instrucción en el aula sobre el racismo y la injusticia, además de estigmatizar a los niños y las familias LGBT+ al prohibir las discusiones sobre orientación sexual e identidad de género.

La legislación apoyada por el gobernador Ron DeSantis como la Ley “Stop the Wrongs to Our Kids and Employees”, o la Ley “Stop WOKE”, prohibirá las discusiones en el aula que podrían hacer que los estudiantes se sientan responsables de los errores históricos debido a su raza, color, sexo o nacionalidad de origen, algo que los críticos argumentan podría censurar lecciones sobre atrocidades históricas, desde la esclavitud hasta el Holocausto.

El proyecto de ley de “Individual Freedom” también se aplica a las sesiones de capacitación sobre diversidad en el lugar de trabajo, lo que podría considerarse una práctica laboral ilegal sujeta a una demanda o violación de los derechos civiles.

Los republicanos de Florida también marcaron el comienzo de la aprobación del proyecto de ley de Derechos de los Padres en la Educación, llamado “Don’t Say Gay” por sus críticos, que prohíbe la instrucción de “orientación sexual o identidad de género” hasta el tercer grado y cualquier discusión “que no sea apropiada para la edad o para el desarrollo de los estudiantes” en otros grados.

Mientras se desarrollaba el debate en Florida el 24 de febrero, los senadores de Georgia aprobaron una medida para impedir que los atletas transgénero jueguen en equipos que coincidan con su identidad de género.

La legislación también sigue la carta del gobernador de Texas, Greg Abbott, a las agencias estatales de salud para que consideren que los tratamientos médicos brindados a las personas jóvenes transgénero se clasifiquen como “abuso infantil” según la ley estatal.

Siete republicanos se unieron a los demócratas para oponerse al llamado proyecto de ley “Don’t Say Gay”, el cual se aprobó con una votación de 69 a 47. El proyecto de ley de “Individual Freedom” se aprobó por una votación de 74 a 41.

El proyecto de ley de “Individual Freedom” de Florida “es un intento político apenas disimulado de atacar a las comunidades marginadas”, según Cathryn M Oakley, directora legislativa estatal y asesora principal de Human Rights Campaign. “Seamos claros: las consecuencias negativas de [el proyecto de ley] se extenderán por toda la Florida. Dañará a la comunidad LGBTQ+, a las personas de color y a las mujeres. Toda población históricamente marginada se verá afectada por esta legislación”.

Los legisladores demócratas argumentaron que la legislación, a la cual aprobará el senado de Florida y el gobernador promulgará, equivale a restricciones inconstitucionales sobre el discurso y un intento de reescribir las narrativas históricas para centrar en ellas a los estadounidenses blancos.

“No obtienes la misma libertad si eres un joven LGBTQ en nuestras escuelas y no obtienes la misma libertad si eres miembro de una comunidad oprimida de color. Estoy cansada de que me engañen”, declaró la representante demócrata de Florida, Fentrice Driskell. “Este proyecto de ley no se manifestó de la nada. Está en el contexto de un esfuerzo concertado para suprimir las historias de las comunidades de color y no enseñar nuestra historia, que también es la historia de todos”.

El representante estatal demócrata, Carlos Smith, el primer legislador latino abiertamente LGBT+ en el estado, expresó que la llamada legislación “Don’t Say Gay” “va mucho más allá del texto en el papel”.

“Envía un mensaje terrible a nuestra juventud de que hay algo tan malo, tan inapropiado, tan peligroso sobre este tema que tenemos que censurarlo de la instrucción en el aula”, expresó en emotivos comentarios en el piso de la Cámara el 24 de febrero.

Señaló a los defensores de la medida y los citó al decir que buscan prohibir “cosas sexuales”, y agregó que la orientación sexual y la identidad de género “no son un acto, ni tampoco una cosa”.

“Nos referimos a toda una comunidad de personas”, puntualizó.

Los defensores del proyecto de ley han argumentado varias veces que la legislación no se dirige a los estudiantes o familias LGBT+, sino que les da a los padres más control sobre la instrucción de sus hijos.

La legislación de Florida se une a un esfuerzo nacional para poner los “derechos de los padres” al frente de las campañas del Partido Republicano en las elecciones de 2022, desde los debates de la junta escolar y la legislación que condena los protocolos covid-19 hasta el plan de estudios percibido como “teoría crítica de la raza” en las aulas y en las iniciativas de recursos humanos.

La organización de defensa LGBT+, Equality Florida, advirtió que la aprobación de ambas medidas “convertirá a Florida en un estado de vigilancia y le dará al gobierno una amplia licencia para censurar conversaciones sobre la historia estadounidense, los orígenes del racismo e injusticia, y la existencia” de personas LGBT+, declaró el grupo en un comunicado.

El secretario de prensa del grupo, Brandon Wolf, le comentó a The Independent que los partidarios de “Don't Say Gay” lo ven “como un medio para borrar a las personas LGBTQ de las aulas y de la sociedad”

“La verdad es esta”, aseveró. “Todos quieren que los padres se involucren más en la educación. Quieren más padres en las conferencias de padres y maestros. Quieren que más padres se involucren en ayudar a los niños con la tarea o hacer un proyecto. Creo que todos podemos estar de acuerdo en que la educación de los niños es mejor cuando es un esfuerzo comunitario”.

“El problema es que este proyecto de ley no es un proyecto de ley de derechos de los padres. El proyecto de ley censura el discurso sobre las personas LGBTQ en las aulas y, en última instancia, sirve para afectar al tipo de entornos inclusivos que hemos buscado crear para los jóvenes LGBTQ”.

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