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Ron DeSantis firma el proyecto de ley “Don’t Say Gay” durante una ceremonia escenificada rodeado de niños

Los defensores LGBT+ exigen la derogación total de dicha ley y advierten sobre creciente “autoritarismo y censura” del Partido Republicano

Alex Woodward
Lunes, 28 de marzo de 2022 16:39 EDT
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firma el controvertido proyecto de ley ‘Don’t Say Gay’ para volverlo ley
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El gobernador de Florida, Ron DeSantis, promulgó una ley que bloquea la instrucción en el aula sobre orientación sexual e identidad de género, una medida de la cual los opositores al proyecto de ley y los defensores LGBT+ han advertido que marginará a los estudiantes LGBT+ ya vulnerables y a sus familias y coartará la libertad de expresión en el aula.

Durante una ceremonia llena de estudiantes y funcionarios de la administración, el gobernador declaró que el proyecto de ley garantizará que “los padres puedan enviar a sus hijos a la escuela para recibir una educación, no un adoctrinamiento”.

El proyecto de ley “Parental Rights in Education”, llamado “Don’t Say Gay or Trans” por sus oponentes, prohíbe “la discusión en el aula sobre la orientación sexual o la identidad de género en los niveles de grado primario o de una manera que no sea apropiada para la edad o el desarrollo de los estudiantes”.

Los padres también pueden demandar a sus distritos escolares si creen que violaron dichas medidas, lo que podría exponer a los maestros y las escuelas a costosas demandas por agravios.

Nadine Smith, directora ejecutiva del grupo de defensa LGBT+, Equality Florida, dijo que el gobernador “dañó la reputación de nuestro estado como un lugar acogedor e inclusivo para todas las familias, nos convirtió en el hazmerreír y en el blanco de la burla nacional”.

“Peor aún, ha hecho que las escuelas sean menos seguras para los niños”, agregó.

El gobernador firmó el proyecto de ley solo unos días después de poner su firma en una medida para garantizar la “transparencia del plan de estudios” que, según advierten los críticos, generará un escrutinio innecesario y potencialmente peligroso en las bibliotecas escolares.

Varios otros estados consideran aprobar proyectos de ley similares a “Don’t Say Gay”, parte de una campaña nacional apoyada por poderosos cabilderos cristianos conservadores y legisladores estatales republicanos quienes posicionan los “derechos de los padres” sobre la población estadounidense LGBT+ y su educación y atención médica.

Más de 300 proyectos de ley anti-LGBT+ están bajo consideración en las legislaturas estatales de EE.UU. Aproximadamente un tercio de estos proyectos de ley están dirigidos a las personas transgénero, según Human Rights Campaign. Casi la mitad de esos proyectos de ley prohíben que los jóvenes transgénero participen en deportes escolares.

“Estamos ante una nueva realidad en la que los estudiantes LGBTQ+ pueden preguntarse si se les permite siquiera reconocer su propia sexualidad o identidad de género; una realidad en la que los jóvenes con familiares LGBTQ+ pueden verse obligados a permanecer en silencio mientras que otros pueden hablar con libertad; una realidad en la que al personal escolar LGBTQ+ se le puede prohibir siquiera mencionar a sus seres queridos”, declaró Joni Madison, presidenta interina de Human Rights Campaign.

“La existencia de personas LGBTQ+ en Florida no está sujeta a debate, y esta restricción a la libertad de expresión va en contra de uno de nuestros derechos más sagrados”, agregó.

Los defensores de la medida insisten en que la ley solo les da a los padres más control sobre la educación de sus hijos. Pero al mismo tiempo, combinan seguido los temas relacionados con la identidad de género y la orientación sexual con la educación sexual al prohibir cualquier discusión “sobre” estos temas y reavivar los ataques homofóbicos y transfóbicos contra docentes, estudiantes y sus familias LGBT+”.

También argumentan que la medida solo se aplica a niños desde kinder hasta tercer grado, a pesar del amplio alcance del texto del proyecto de ley.

El proyecto de ley no define la “instrucción” o la edad apropiada, lo que podría dejar su interpretación abierta a la prohibición de hablar sobre personas LGBT+, la historia y los eventos en el plan de estudios, las familias de los estudiantes o preguntas de los estudiantes sobre cualquiera de esos temas.

Durante una conferencia de prensa el 28 de marzo, el gobernador DeSantis comentó que el hecho de que los alumnos de kinder aprendan que “pueden ser lo que quieran ser” era algo “inapropiado”.

“No es algo apropiado en ningún lugar, pero sobre todo no en Florida”, aclaró.

Las medidas recibieron muchas burlas y las rechazaron la mayoría de los habitantes de Florida, así como por el resto de EE.UU. También las criticaron muchas grandes corporaciones, la Casa Blanca y, después de una campaña de presión pública masiva, también Walt Disney Company, un peso pesado en la política del estado.

La revisión de The Independent de los informes financieros de campaña encontró que la compañía, el empleador privado más grande del estado, donó decenas de miles de dólares a los partidarios del proyecto de ley. Durante semanas, los opositores al proyecto de ley exigieron que la empresa aprovechara su influencia y condenara la medida, lo que llevó a los líderes de la empresa a denunciar públicamente la legislación y congelar el gasto político en el estado.

En un comunicado, Disney declaró que el proyecto de ley “nunca debería haberse aprobado y nunca debería haberse convertido en ley”.

“Nuestro objetivo como empresa es que a esta ley la derogue la legislatura o se anule en tribunales, y seguimos comprometidos a apoyar a las organizaciones nacionales y estatales que trabajan para lograrlo”, aseveró la empresa.

Equality Florida prometió emprender acciones legales si la medida se “interpreta de cualquier manera que cause daño a un solo niño, maestro o familia”.

La senadora del estado de Florida, Shevrin Jones, una de los primeros miembros abiertamente LGBT+ del senado estatal, estipuló en un comunicado que el “partido de ‘menos gobierno’ se está convirtiendo en el partido del autoritarismo [y] la censura”.

“A cada niño, padre y aliado LGBTQ: los vemos, los amamos y la lucha acaba de comenzar”, añadió.

Un informe de 2021 del grupo de intervención en crisis y prevención del suicidio LGBT+ The Trevor Project encontró que los jóvenes LGBT+ tienen cuatro veces más probabilidades de considerar seriamente, planear o intentar suicidarse que sus pares, mientras que los jóvenes LGBT+ de entre 13 y 24 años intentan suicidarse cada 45 segundos en EE.UU.

Otro informe de la organización encontró que los jóvenes LGBT+ que aprendieron sobre personas o problemas LGBT+ en la escuela tenían un 23 por ciento menos de probabilidades de denunciar un intento de suicidio en el último año.

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