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Veteranos están divididos sobre el gran desfile militar a celebrarse en cumpleaños de Trump

Ben Finley
Miércoles, 11 de junio de 2025 12:53 EDT
TRUMP-DESFILE MILITAR-VETERANOS
TRUMP-DESFILE MILITAR-VETERANOS (AP)

James McDonough sirvió en el Ejército de Estados Unidos durante 27 años. Combatió en Vietnam y entregó ayuda humanitaria a Ruanda. Para él, el desfile militar del sábado en Washington con motivo del 250mo aniversario del Ejército —que coincide con el cumpleaños del presidente Donald Trump—, escenifica la resiliencia de una institución vital y de la nación a la que sirve.

“Los soldados que marcharán ese día representan toda esa historia”, dijo McDonough, de 78 años, que reside en Crofton, Maryland. “No representan un día en particular. No representan a una sola persona. Es el Ejército estadounidense que aún sigue de pie, con la frente en alto, listo para defender a nuestro país”.

Christopher Purdy, veterano del Ejército quien sirvió en Irak, calificó el desfile como una fachada para encubrir algunas de las políticas del presidente republicano que han afectado a los veteranos y militares en activo, como los recortes al Departamento de Asuntos de los Veteranos y la prohibición del servicio de militares transgénero.

Purdy afirmó que el desfile, largamente deseado por Trump, exhibirá innecesariamente el poderío militar de Estados Unidos en el 79eno cumpleaños del presidente.

“Es vergonzoso”, opinó Purdy, de 40 años y de Atlanta. “Es caro. Y sin importar cuáles sean sus razones para hacerlo, creo que es completamente innecesario”.

Hasta hace poco, la tan planeada celebración del aniversario del Ejército no incluía un gran desfile. Agregado bajo el gobierno de Trump, el evento, que contará con cientos de vehículos y aeronaves militares y miles de soldados, ha dividido a los veteranos.

Algunos lo comparan con los alardes militares que se ven comúnmente en Corea del Norte, o lo ven como un paso hacia el autoritarismo o como una perversa fiesta de cumpleaños para Trump.

Otros lo consideran como un recuento único de las hazañas del Ejército y del servicio militar de millones de soldados a lo largo de siglos. El desfile no se trata de Trump, dicen, sino de que el público vea los rostros de los soldados cuando son tan pocos los estadounidenses que forman parte de él.

El Ejército prevé la asistencia de hasta 200.000 personas, y reporta que el desfile tendrá un costo estimado de entre 25 y 45 millones de dólares.

En un discurso en Fort Bragg esta semana, Trump dijo que el sábado será “un gran día” y señaló que “queremos presumir un poco”.

“Celebraremos nuestra grandeza y nuestros logros”, declaró. “Esta semana, honramos 250 años de valor, gloria y triunfo de la mayor fuerza de combate que jamás haya pisado la faz de la Tierra: el Ejército de Estados Unidos”.

“La política divisiva lo ha arruinado”

Para Edmundo Eugenio Martinez Jr., veterano del Ejército quien combatió en Irak, el desfile es una oportunidad perdida para honrar a generaciones de veteranos, muchos de los cuales pagaron un alto precio y regresaron a casa con poca fanfarria.

“Lamentablemente, el momento, la imagen y la política divisiva lo han arruinado”, dijo Martínez, de 48 años, de Katy, Texas. “Y no estoy eligiendo a un bando o al otro. Ambos bandos son culpables”.

“Es simplemente sospechoso”

Joe Plenzler, un marine retirado que combatió en Irak, manifestó que Trump quiere ver a las tropas dirigirle el saludo militar en su cumpleaños mientras desfilan los tanques frente a él.

“Es simplemente sospechoso”, sostuvo el hombre de 53 años de Middletown, Virginia, sobre el día del evento.

“Amo absolutamente al Ejército desde el fondo de mi corazón frío y negro de marine”, agregó. “Pero si el cumpleaños del Ejército fuera un día después, probablemente no estaríamos llevándolo a cabo. Preferiría que esos 50 millones de dólares se utilizaran para los hombres y mujeres que fueron a la guerra y regresaron con brazos y piernas amputados, ojos extirpados y con el cerebro dañado”.

“Parte de la cultura estadounidense”

Joe Kmiech, quien sirvió en el Ejército y la Guardia Nacional de Minnesota de 1989 a 1998, apoya el desfile porque el Ejército es “parte de la cultura estadounidense y de nuestro tejido social”.

Señala las contribuciones pioneras del Ejército a la ingeniería y la medicina, desde presas hasta nuevas técnicas quirúrgicas. Como muchos veteranos, tiene un fuerte vínculo familiar: su padre sirvió en el Ejército al igual que su abuelo materno, quien combatió en la Segunda Guerra Mundial.

“No voté por el presidente Trump, pero el comandante en jefe será parte de esa celebración”, dijo Kmiech, de 54 años, de Roberts, Wisconsin. “Es necesario hacer la distinción de que el desfile es una celebración de nuestro Ejército, no de una persona”.

“Adular el ego de Trump”

Para Paul Sullivan, veterano del Ejército de la Guerra del Golfo, Trump y el desfile están inextricablemente vinculados.

“Esta farsa de Trump con tanques tiene como propósito adular el ego” del mandatario, dijo Sullivan, de 62 años, quien vive a las afueras de Charlottesville, Virginia. “Si a Trump realmente le importaran los miembros de nuestro ejército, se sentaría con ellos tranquilamente y les preguntaría: ‘¿Qué podemos hacer con 50 millones o con 100 millones (de dólares) para mejorar sus vidas?’. Él no (lo hará)”.

“Somos una gran nación”

McDonough, el veterano de Crofton, Maryland, no cree que el desfile se centre en Trump ni que sea excesivamente costoso. Expuso que Estados Unidos organizó una gran celebración en Nueva York tras la Segunda Guerra Mundial, cuando la nación estaba profundamente endeudada.

“No hay duda de que necesitamos reducir nuestra deuda y, ciertamente, debemos cuidar de nuestros veteranos”, manifestó. “Pero es una dicotomía falsa. Es como decir que, si compráramos dos portaaviones menos, podríamos cuidar mucho mejor de nuestros pobres”.

Y McDonough agregó que el juramento de los soldados es a la Constitución, no a Trump.

El presidente “comprende la importancia de hacer esto, no solo para el Ejército, sino para la nación”, sostuvo.

“Un giro realmente sombrío”

Purdy, el veterano de Atlanta, argumentó que la exhibición descarada de la fuerza militar en el desfile no es una tradición estadounidense, sobre todo, a falta de una victoria reciente.

“No digo que no debamos celebrar al país”, añadió. “Pero para nosotros, proyectar este tipo de poder duro, de una manera tan directa, simplemente no es quienes somos”.

Trump ignora viejas alianzas y la ayuda exterior que han contribuido a mantener la paz durante décadas, explicó Purdy.

“Señala un giro realmente sombrío si no haremos más que desplegar los tanques”, agregó Purdy.

“‘El pueblo es el Ejército’”

Michael Nardotti, veterano del Ejército quien sirvió en Vietnam, afirmó que el equipo militar ha estado presente desde hace mucho tiempo en los desfiles estadounidenses, los cuales pueden contribuir al reclutamiento.

Más importante aún, agregó, es el enorme valor que supone para el público ver las caras de los soldados en un desfile cuando los militares en servicio activo representan menos del 1% de la población.

“‘El pueblo es el Ejército’”, dijo Nardotti, de 78 años, de Aldie, Virginia, citando a un exjefe del Estado Mayor del Ejército.

Nardotti dijo que escuchará atentamente el discurso de Trump.

“Espero que transmita el mensaje correcto”, subrayó.

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