El río Guadalupe de Texas creció 8 metros en solo 45 minutos y tomó a todos por sorpresa
Lo que comenzó como una inundación rutinaria se convirtió en un desastre mortal, con un número de muertos que ahora supera los tres dígitos
Con al menos 105 muertos y dos docenas de desaparecidos, las catastróficas inundaciones repentinas del viernes en el centro de Texas figuran entre las peores catástrofes naturales de la historia del estado.
La mayor parte del desastre se centró en el condado de Kerr, donde las lluvias torrenciales provocaron el desbordamiento del río Guadalupe, que cobró 84 víctimas, entre ellas 28 niños.
Entre los fallecidos había 27 niñas y miembros del personal de Camp Mystic, un campamento de verano cristiano solo para niñas situado a orillas del río. Once seguían desaparecidas el martes por la mañana.
Lo que comenzó como una vigilancia rutinaria de inundaciones se convirtió rápidamente en un desastre mortal.
El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó entre 2 y 8 centímetros de lluvia, y que algunos puntos aislados posiblemente recibirían 13 a 18 centímetros. En cambio, partes del condado de Kerr fueron azotadas con 25 a 38 centímetros, y en algunos lugares, más de 51 centímetros, en unas pocas horas.
Según el meteorólogo Anthony Franze, del San Antonio Express-News, se cree que la tormenta fue alimentada por el aire cálido y húmedo del Golfo de México y los restos de la tormenta tropical Barry.
Estos factores se combinaron para crear un sistema meteorológico de movimiento lento que se detuvo sobre la zona y descargó lluvias torrenciales sobre colinas y valles.
La geografía de Hill Country empeoró las cosas. Las empinadas colinas y el terreno rocoso no absorben bien el agua, por lo que la lluvia fluye rápidamente hacia arroyos y ríos.
Esto hizo que el río Guadalupe creciera rápidamente hasta alcanzar el segundo nivel más alto jamás registrado, incluso más que la histórica inundación de 1987, según Franze.
Hatim Sharif, hidrólogo e ingeniero civil de la Universidad de Texas en San Antonio, explica en un artículo para The Conversation que la zona suele llamarse “Callejón de las inundaciones repentinas” porque es propensa a este tipo de inundaciones rápidas y peligrosas.
Los expertos afirman que es difícil predecir con exactitud dónde y cuánto lloverá, y esta tormenta pilló a muchos desprevenidos. La Dra. Jess Neumann, de la Universidad de Reading (Inglaterra), dijo que se trataba de un “trágico recordatorio de los peligros de las precipitaciones extremas repentinas y las inundaciones repentinas”.
“Este terrible suceso, en el que hay niños desaparecidos y muchos muertos, plantea cuestiones críticas sobre la eficacia de los sistemas de alerta temprana, la planificación y la preparación ante inundaciones en la región”, declaró Neumann en un comunicado de prensa.
“No puede ser que una inundación de esta magnitud, en una zona conocida por su alto riesgo de inundaciones repentinas, haya causado tal devastación y haya tomado a tanta gente por sorpresa”.
La inundación se produjo en plena noche, cuando la mayoría de la gente dormía. No había sistemas de advertencia eficaces para alertar a los residentes o campistas a tiempo para escapar.
“No sabíamos que se avecinaba esta inundación”, expresó el viernes el juez del condado de Kerr, Rob Kelly. “Nadie sabía que iba a llegar este tipo de inundación”.
Chuck Schumer, el principal demócrata del Senado, exigió que el organismo de control del gobierno investigue si los recortes de la administración Trump a la fuerza de trabajo del Servicio Meteorológico Nacional aumentaron el número de muertos.
La fuerza de la inundación fue retratada por una mujer de 22 años que fue arrastrada 32 kilómetros río abajo y sobrevivió aferrándose a un árbol hasta que llegó la ayuda.
Más de 850 personas habían sido rescatadas el martes por la mañana, y el gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró que más de 1.750 miembros del personal de 20 agencias estatales habían sido desplegados hasta ahora para responder a las amenazas de inundación.
Mientras se desvanecían las esperanzas de encontrar supervivientes, cientos de equipos de emergencia continuaban buscando entre los escombros.
“Texas está trabajando incansablemente para ayudar a los funcionarios locales en las operaciones de recuperación y rescate”, escribió Abbott en X el lunes. “Texas no parará hasta encontrar a todos los desaparecidos”.
Traducción de Michelle Padilla