Salman Rushdie alerta del riesgo para la libertad de expresión en inusual discurso
El escritor Salman Rushdie ofrece un discurso en público nueve meses después de ser apuñalado y herido de gravedad en un escenario, y advierte que la libertad de expresión en Occidente enfrenta su mayor amenaza en su tiempo de vida
El escritor Salman Rushdie ofreció un discurso público nueve meses después de ser apuñalado y herido de gravedad en un escenario, y advirtió que la libertad de expresión en Occidente enfrenta su mayor amenaza en su tiempo de vida
Rushdie envió un mensaje en video mostrado el lunes por la noche en la entrega de los Premios Británicos del Libro, donde recibió el premio Libertad para Publicar. El galardón “reconoce la determinación de autores, editores y libreros que se plantan contra la intolerancia pese a las amenazas continuadas que enfrentan”, según los organizadores.
“Vivimos en un momento, creo, en el que la libertad de expresión, la libertad para publicar, no se había visto bajo semejante amenaza en los países de Occidente en toda mi vida”, señaló el escritor.
“Ahora estoy aquí en Estados Unidos, tengo que ver un ataque extraordinario contra las bibliotecas y los libros para niños en las escuelas”, dijo. “El ataque a la idea de las bibliotecas en sí. Es tremendamente alarmante y debemos ser conscientes de ello, y combatirlo con mucha dureza”.
Rushdie, de 75 años, perdió la visión de un ojo y sufrió daños en los nervios de una mano cuando fue atacado en un festival literario en el estado de Nueva York el pasado agosto. Su supuesto agresor, Hadi Matar, se ha declarado no culpable de los cargos de agresión e intento de asesinato.
Rushdie pasó años viviendo oculto y con protección policial después de que el gran ayatolá iraní Rujolá Jomeini emitiera una fatua, o edicto, en 1989 en la que pedía su muerte por supuesta blasfemia en la novela “Los versos satánicos”.
En su discurso, Rushdie también criticó a los editores que cambian libros escritos hace décadas en función de la sensibilidad moderna, por ejemplo haciendo grandes recortes y reescribiendo las obras del autor Roal Dhal y el creador de James Bond Ian Fleming.
Los editores, señaló, deben permitir que los libros “nos lleguen desde su tiempo y sean de su tiempo”.
“Y si eso es difícil de aceptar, no lo lean, lean otro libro”, dijo.