Plan antifuego cortaría 2,4 millones de árboles en N.Jersey
Hasta 2,4 millones de árboles serían talados como parte de un proyecto para prevenir incendios en un bosque de Nueva Jersey con protección federal y que es considerado un tesoro ambiental único
Hasta 2,4 millones de árboles serían talados como parte de un proyecto para prevenir incendios en un bosque de Nueva Jersey con protección federal y que es considerado un tesoro ambiental único.
Funcionarios ambientales del estado dicen que el plan para derribar árboles en una sección del Bosque Estatal Bass River está diseñado para proteger mejor contra incendios forestales catastróficos, y señalan que en su mayoría afectará a árboles pequeños y escuálidos, no los gigantescos árboles por los que el Refugio Nacional Pinelands es conocido y querido.
Pero el plan, adoptado el 14 de octubre por la Comisión de los Pinelands de Nueva Jersey y programado para empezar en abril, ha dividido a los ambientalistas. Algunos dicen que es una respuesta razonable y necesaria a los peligros de los incendios, mientras que otros consideran que se trata de un desperdicio inadmisible de árboles que ya no podrán almacenar carbono en una época en que el cambio climático está poniendo en riesgo al planeta.
A los opositores también les desagrada el posible uso de herbicidas para prevenir la regeneración de especies invasoras, y hacen notar que los Pinelands se encuentran encima de un acuífero que contiene agua potable de la más pura en Estados Unidos.
Y algunos de ellos temen que el plan pudiese ser una puerta encubierta para talar esta área boscosa protegida bajo la apariencia de que se hace con el fin de prevenir incendios forestales, a pesar de que el estado dice que no será así.
“Para salvar al bosque, tienen que talar el bosque”, dijo Jeff Tittel, exdirector retirado de la rama en Nueva Jersey del organismo ambientalista Sierra Club, quien considera que el plan es “vergonzoso” y “orwelliano”.
El comisionado de los Pinelands, Mark Lohbauer, votó en contra del plan, llamándolo desacertado a muchos niveles. Dice que podría causar daño a muchas serpientes raras, y señala que él ha investigado estrategias forestales aplicadas en estados del oeste y cree que la reducción en la densidad del bosque es ineficaz para prevenir incendios forestales de gran tamaño.
“Estamos en una era de cambio climático; estamos obligados ha hacer todo lo posible para conservar estos árboles que están capturando carbono”, manifestó. “Si no tenemos una razón absolutamente esencial para derribar árboles, no deberíamos hacerlo”.
El plan involucra unas 526 hectáreas (1.300 acres), un porcentaje minúsculo de la reserva Pinelands de 445.150 hectáreas (1,1 millón de acres), la cual cuenta con protección estatal y federal, y a la que las Naciones Unidas nombró biósfera única.
La mayor parte de los árboles a ser talados tienen 5 centímetros (2 pulgadas) o menos de diámetro, señaló el estado. La densa maleza de estos árboles más pequeños puede actuar como “combustible en escalera”, llevando el fuego desde el piso del bosque hasta las copas de los árboles, donde las llamas pueden extenderse rápidamente y el viento puede intensificarse para azuzar los incendios, señaló el Departamento de Protección Ambiental estatal en un comunicado.
Un comisionado de los Pinelands estimó que 2,4 millones de árboles serían derribados utilizando datos tomados de la solicitud estatal, multiplicando el porcentaje de la reducción en la densidad de los árboles por la cantidad de tierra afectada.
El departamento no dijo si cree que esa cifra es precisa, ni ofreció una cifra propia. Pero sí dijo que “la cifra total de árboles retirados podría ser significativa”.
“Esto es como gasolina líquida en los Pinelands”, dijo Todd Wyckoff, director del Servicio Forestal de Nueva Jersey, mientras tocaba un pino escuálido del tipo que con mayor frecuencia será talado durante el proyecto. “Veo un bosque en riesgo por el fuego. Veo esto como una restauración del bosque a más de lo que debería de ser”.
La disminución en la densidad forestal es una forma aceptada de administración de bosques en muchas áreas del país, efectuada en nombre de impedir que los incendios se vuelvan más grandes de lo que de otra forma serían, y es respaldada por silvicultores gubernamentales, al igual que por funcionarios de la industria maderera. Pero algunos grupos ambientalistas consideran que el aclareo forestal no funciona.
Nueva Jersey dice que la tala estará enfocada en los pinos broncos más pequeños doblados por la nieve y “se conservará un dosel intacto en todo el sitio”.
Sin embargo, la solicitud estatal visualiza que el dosel del bosque se reducirá de 68% a 43% a lo largo de más de 405 hectáreas (1.000 acres), incluso con decrementos de mayor tamaño planeados para secciones más pequeñas.
Y los árboles escuálidos no son los únicos que serán derribados: muchos árboles gruesos y altos a ambos costados de algunos caminos serán talados para crear una mayor barrera cortafuegos, en la que los bomberos puedan defenderse frente a un incendo en expansión.
El área afectada tiene unos 2.000 árboles por cada 0,4 hectáreas (1 acre), cuatro veces la densidad normal de los Pinelands, según el estado.
La mayoría de los árboles derribados serán convertidos en trocitos de madera que permanecerán sobre el piso del bosque, y a la larga regresarán a la tierra, señaló el departamento, que añadió: “No se prevé la producción de ningún material de valor comercial debido a este proyecto”.
Algunos ambientalistas temen que eso podría no ser cierto, que los árboles derribados podrían ser cosechados y vendidos como leña, gránulos de madera o incluso para la fabricación de pegamento.
“Me opongo al retiro de cualquiera de ese material”, señaló Lohbauer. “Ese material pertenece al bosque, donde respaldará el hábitat y a la larga será reciclado” para regresar a la tierra. “Incluso si lo utilizan para gránulos de madera, que son populares para su quema en estufas de leña, eso libera carbono”.
John Cecil, comisionado adjunto del departamento, dijo que su agencia no pretende obtener ganancias de cualquier producto de la madera que pudiera ser retirado del sitio.
Pero dijo que, si a algunos árboles derribados “pudiese dárseles buen uso y generar ingresos para los contribuyentes, ¿por qué no haríamos eso? Si hay una forma de hacer esto que preserve las metas esenciales de este plan y traiga a su vez algo de ingresos, no es el fin del mundo. Tal vez uno podría obtener un par de postes para cerca a partir de estos árboles”.
Creado por una ley del Congreso en 1978, el distrito de los Pinelands ocupa el 22% del territorio de Nueva Jersey, es hogar de 135 especies raras de plantas y animales, y es el cuerpo de espacio abierto más grande en el litoral del Atlántico entre Richmond, Virginia, y Boston. También incluye un acuífero que es fuente de 64 billones de litros (17 billones de galones) de agua potable.
“Es inaceptable están derribando árboles en una emergencia climática, y talar 2,4 millones de árboles pequeños reducirá fuertemente la capacidad futura de almacenar carbono”, dijo Bill Wolfe, exfuncionario del departamento que administra un blog ambiental.
Carleton Montgomery, director ejecutivo de la Alianza por la Preservación de los Pinelands, respalda el plan.
El grupo dijo que los opositores están utilizando el número de árboles a ser talados “para (suscitar) conmoción y horror”, diciendo que, al enfocarse en el número en lugar de en el tamaño de los árboles a ser talados, están “literalmente dejando de ver el bosque por los árboles. El bosque resultante será un hábitat saludable nativo de los Pine Barrens”.
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Wayne Parry está en Twitter como: www.twitter.com/WayneParryAC