¿Cuántos descarrilamientos de trenes ha habido en los EEUU en 2023?
Los frecuentes descarrilamientos de trenes están bajo escrutinio después de un desastre ecológico que asoló East Palestine, Ohio
El reciente descarrilamiento de un tren en Ohio, en el que los vagones de un transatlántico de 150 vagones que transportaba productos químicos tóxicos se estrellaron fuera de las vías en la ciudad de East Palestine, es solo uno de más de una docena de accidentes ferroviarios que han ocurrido en los Estados Unidos desde principios de 2023.
El accidente no fue ni siquiera el primero que ocurrió en Ohio este año, según Newsweek; se produjo otro descarrilamiento el 19 de enero entre Trinway y Adam’s Mill.
En ese incidente, un tren del Sistema Ferroviario Central de Ohio que constaba de 97 vagones y se extendía por 1,2 millas (2 km) se salió de los rieles; sin embargo, estaban vacíos, por lo que no hubo fugas de carga y nadie resultó herido.
“Todavía se está llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre la causa”, declaró un portavoz corporativo a The Zanesville Times Recorderdespués, y agregó que esperaba que su equipo acomodara los vagones y dejara la escena despejada en el plazo de una semana.
Newsweek cuenta no menos de tres accidentes más solo en Carolina del Sur este año: cerca de Lake City el 9 de enero, cerca de Loris el 21 de enero y otro cerca de Enoree el 12 de febrero. Además, se suscitaron dos en la zona rural de California, uno en el área metropolitana de Detroit y Filadelfia y otros en Alabama, Alaska, Luisiana y Texas.
Pero es el incidente de East Palestine el que ha exhibido al sector ferroviario de Estados Unidos y los desafíos que enfrenta.
El accidente ocurrió poco después de las 9 pm del viernes 3 de febrero, cuando 38 vagones de Norfolk Southern —10 de los cuales transportaban materiales peligrosos a través del país— se salieron de los rieles como resultado de lo que los investigadores determinaron más tarde que fue un eje roto.
Afortunadamente, nadie resultó herido, pero más de 2.000 residentes de East Palestine de un total aproximado de 4.800 tuvieron que ser evacuados temporalmente del área debido a problemas de salud derivados del derrame químico.
Cinco de los vagones cisterna contenían cloruro de vinilo, un compuesto que se usa para fabricar tuberías de plástico, alambres, revestimientos de cables, piezas de automóviles y empaques, pero que puede causar cáncer. Como parte de la operación de limpieza, equipos de emergencia tuvieron que violar intencionalmente dichos vagones, desviar la sustancia a una zanja excavada y llevar a cabo una quema controlada para evitar una explosión, una medida que expulsó nocivas nubes negras a la atmósfera.
A los residentes evacuados ya se les permitió regresar a sus hogares después de que la Agencia de Protección Ambiental y el Departamento de Recursos Naturales de Ohio, que han estado monitoreando los contaminantes del aire y el agua desde el accidente, informaron que los niveles detectados no son lo suficientemente significativos como para causar un impacto duradero en la salud.
Pero eso no ha contribuido mucho a la tranquilidad de los lugareños, algunos de los cuales han informado síntomas como secreción nasal, dolor de garganta y dolores de cabeza después del desastre, mientras que aproximadamente 3.500 peces han aparecido muertos en las aguas circundantes.
Los accidentes ferroviarios como este son relativamente comunes en los Estados Unidos, aunque las consecuencias rara vez son tan dramáticas.
La Agencia de Estadísticas de Transporte registra 54.539 descarrilamientos de trenes entre 1990 y 2021, un promedio de 1.704 por año.
Si bien eso puede parecer mucho, la tasa de mortalidad de tales incidentes es baja, con un promedio de solo cuatro muertes por año durante el mismo periodo.
Sin embargo, los expertos ferroviarios han argumentado que el accidente de East Palestine fue el resultado inevitable de medidas de seguridad menos estrictas y mano de obra reducida, parte de un esfuerzo por aumentar las ganancias de las compañías ferroviarias.
Steven Ditmeyer, ex alto funcionario de la FRA (Administración Federal de Ferrocarriles), dijo a un medio de noticias de investigación The Lever que la gravedad del choque puede haber sido empeorada por la falta de frenos neumáticos controlados de forma electrónica.
El expresidente de los EEUU, Barack Obama, aprobó una ley que obliga a los trenes que transportan materiales peligrosos e inflamables a incluir tales frenos, pero la orden fue rescindida en 2017 debido a un ataque de la administración de Donald Trump a la “burocracia”.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte confirmó que los trenes que se descarrilaron en East Palestine no estaban equipados con los frenos antes mencionados, informa The Lever.
Mientras tanto, el Sindicato de Trabajadores Ferroviarios mencionó en The New Republic una práctica de gestión adoptada por las compañías ferroviarias llamada Precision Scheduled Railroading (ferrocarril programado de precisión), que organiza la programación de carga en función de vagones individuales, en lugar de considerar el equilibrio del tren como un todo. El sindicato argumentó que la práctica puede haber jugado un papel y podría contribuir a futuros accidentes al dejar de lado las preocupaciones de seguridad.
Ian Jefferies, jefe del grupo comercial de la Asociación de Ferrocarriles Estadounidenses, ha tomado medidas para tranquilizar al público sobre la seguridad del transporte de productos químicos al insistir en que el 99,9% de todos los envíos de materiales peligrosos llegan a sus destinos de manera segura.
Los datos de la FRA mostraron que se liberaron sustancias químicas peligrosas en solo 11 accidentes de tren en EE. UU. en 2022 de aproximadamente 535 millones de millas (861 millones de km) recorridas, lo que se compara favorablemente con los máximos de la década de 20 registrados tanto en 2018 como en 2020.
“Los ferrocarriles son la forma más segura de mover mercancías por tierra en el país sin duda alguna”, dijo Jefferies.
“Pero los ferrocarriles también están trabajando para lograr la meta de cero incidentes. Hasta que la alcancemos, consideramos que no hemos llegado a donde queremos estar”.
Traducción de Michelle Padilla