Descarrilamiento de tren en Ohio: ¿Qué productos químicos se derramaron y qué tan tóxicos son?
Nadie murió en el incidente, pero más de 2.000 residentes fueron evacuados de forma temporaria
Los residentes de la pequeña ciudad de East Palestine, Ohio, todavía están lidiando con las consecuencias ambientales de un dramático descarrilamiento de tren este mes.
Unos 38 vagones descarrilaron de un tren de carga de Norfolk Southern el 3 de febrero. Alrededor de 10 de esos vagones transportaban materiales peligrosos cuando el tren se descarriló debido a un fallo del eje, señalaron los investigadores.
Nadie murió en el incidente, pero más de 2.000 residentes fueron evacuados temporalmente del área debido a problemas de salud.
Algunos de los vagones cisterna contenían cloruro de vinilo que corría el riesgo de una explosión química. Los equipos llevaron a cabo una quema controlada de la sustancia para evitar una explosión, pero aun así se formaron nubes negras nocivas que se extendieron por toda la región.
El fuego liberó fosgeno, un gas utilizado como arma química en la Primera Guerra Mundial, que causa irritación en los ojos, sequedad de garganta, ardor y vómitos.
El cloruro vinílico o de vinilo, que se utiliza para fabricar tuberías, cables y embalajes de plástico, se asocia con un mayor riesgo de una forma rara de cáncer de hígado (el angiosarcoma hepático), junto con cáncer primario de hígado, cáncer de cerebro y pulmón, linfoma y leucemia, según Cancer.gov.
El cloruro de hidrógeno se libera al quemar cloruro de vinilo y también es un irritante para la piel, la nariz, los ojos y garganta, según los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades).
La Agencia de Protección Ambiental publicó posteriormente un inventario completo de los químicos tóxicos a bordo del tren, que incluían acrilato de butilo, acrilato de etilhexilo y éter monobutílico de etilenglicol.
Las sustancias se utilizan para la fabricación de resinas, adhesivos, selladores, recubrimientos y pinturas, y la exposición puede irritar la piel y los ojos y causar dolores de cabeza, náusea y vómito.
Norfolk Southern informó que el trabajo de rehabilitación ambiental estaba en curso, junto con el monitoreo del aire, el suelo y el agua en coordinación con agencias estatales y federales.
El descarrilamiento ha suscitado interrogantes en cuanto al uso frecuente del transporte ferroviario en los Estados Unidos para trasladar grandes cantidades de sustancias tóxicas y peligrosas cerca de regiones pobladas.
Ian Jefferies, director del grupo comercial Association of American Railroads, dijo que el 99,9% de todos los envíos de materiales peligrosos llegan a sus destinos de forma segura.
Los datos de la Administración Federal de Ferrocarriles mostraron que se liberaron sustancias químicas peligrosas en 11 accidentes de tren en los EEUU en 2022, de aproximadamente 535 millones de millas (861 millones de km) recorridas. Solo se reportaron dos heridos, según la agencia. En la última década, las emisiones de materiales peligrosos alcanzaron un máximo de 20 tanto en 2018 como en 2020.
“Los ferrocarriles son la forma más segura de transportar mercancías por tierra en el país, sin duda alguna”, observó Jefferies. “Pero los ferrocarriles también están trabajando para minimizar accidentes. Hasta que alcancemos esa meta, no hemos llegado a donde queremos estar”.
Los materiales peligrosos representan alrededor del 7-8% de los 30 millones de envíos que los ferrocarriles entregan en todo el país cada año.
Pero los operadores ferroviarios mezclan la carga, de modo que en casi cualquier tren se pueden encontrar al menos un par de vagones con materiales tóxicos.
Informes adicionales de agencias
Traducción de Michelle Padilla