Mujer con cáncer demanda a JetBlue por reactivar su enfermedad tras conflicto sobre su perro de acompañamiento
Exclusiva: Oksana Kiritchenko afirma que su enfermedad estaba en remisión hasta que la expulsaron de un avión con su frenchie de 10 kilos
Una mujer de California cuyo cáncer en estadio 4 había estado en remisión afirma que la enfermedad se reactivó tras un conflicto por su animal de apoyo emocional.
En una demanda federal obtenida por The Independent, Oksana Kiritchenko (51 años) afirma que su salud empeoró después de que ella y su marido, de avanzada edad, fueran sometidos a “un inexplicable nivel de cruel humillación y ridículo” por parte de un miembro de la tripulación de JetBlue que se negó a que Pier, un bulldog francés de 10 kilos, se sentara con ellos en primera clase.
La riña obligó al avión a dar media vuelta y regresar a la terminal, donde los mortificados Kiritchenkos fueron sacados de la aeronave, según la denuncia.
La demanda establece que JetBlue, que recibió amablemente a Pier 11 días antes, “violó el derecho de la pareja, protegido por la ley federal, a ir acompañada de su animal de servicio en el vuelo”.
En un correo electrónico enviado el martes, el abogado de Kiritchenko, Aleksandr Volkov, confirmó los detalles del caso, pero mencionó que no podía hacer comentarios sobre litigios pendientes. JetBlue no respondió a las solicitudes de comentarios.
Entre otras especies con las que los pasajeros de aerolíneas han abordado aviones, se encuentran iguanas de apoyo emocional, pavorreales, ardillas, cerdos, titíes, patos, pavos, boas constrictor, tortugas, canguros, cabras, arañas y al menos un hámster de apoyo emocional cuyo propietario fue supuestamente obligado a tirar el animal por el inodoro antes del despegue. JetBlue, que antes permitía perros, gatos y caballos en miniatura en las cabinas de pasajeros como animales de apoyo emocional, ya ha enfrentado quejas de viajeros que afirmaron que la aerolínea se negó a dejarlos viajar con sus compañeros no humanos.
Al mismo tiempo, las nuevas normativas que JetBlue y otras grandes compañías aéreas empezaron a adoptar en los últimos años dejaron de reconocer a los animales de apoyo emocional como animales de servicio y solo permiten que los perros de servicio entrenados vuelen con sus humanos. (Los perros pequeños y los gatos aún pueden viajar en cabina, siempre que permanezcan en sus transportadoras).
La demanda de los Kiritchenko se remonta a unas vacaciones que pasaron en Florida el pasado otoño. Describe que pagaron USD 4.295,60 por dos boletos de ida y vuelta en primera clase y enviaron a JetBlue el formulario de transporte aéreo de animales de servicio del Departamento de Transporte de EE.UU., en el que figuraban los datos de su veterinario, adiestrador y vacunas. El vuelo de ida de Los Ángeles a Fort Lauderdale, el 2 de septiembre de 2023, transcurrió sin contratiempos, según la denuncia, y señala que Pier estuvo sentado felizmente a sus pies, en una bolsa de viaje, durante todo el trayecto.
La pareja “esperaba tener una experiencia similar en su vuelo de regreso [el 10 de septiembre de 2023], pero no fue así”, prosigue la denuncia.
Durante el proceso previo a abordar, un agente de la puerta de abordaje de JetBlue confrontó a los Kiritchenko por Pier, cuestionándoles “si podían llevar a su perro con ellos”, según la denuncia. Los dos ofrecieron toda su documentación al agente, que se mostró impasible, agrega. Peter Kiritchenko, que en ese momento tenía 71 años, padece una “grave discapacidad que afecta a su capacidad para estar parado” y varias grapas en la columna vertebral; por su parte, Oksana Kiritchenko “es una paciente de cáncer en estadio 4”, indica la denuncia. Pero incluso después de dar a conocer su estado de salud, el agente no les ofreció una silla de ruedas y “los dejó parados durante mucho tiempo”, según la denuncia.
“Los demandantes temían apartarse sin un acuerdo reconocido de que se les volvería a llamar para la cuestión en torno al perro, por miedo a perder su lugar en la fila”, explica.
Tras una larga y “estresante” espera, el agente de JetBlue informó a los Kiritchenko que solo se les permitiría abordar si uno de ellos renunciaba a su asiento de primera clase y viajaba con Pier en clase turista, prosigue la denuncia.
“Los demandantes tenían una necesidad imperiosa de volver a casa (la Sra. Kiritchenko, al ser enferma de cáncer, tenía que estar disponible localmente en Los Ángeles para sus revisiones), así que accedieron”, afirma la demanda. “Los demandantes abordaron el avión. El Sr. Kiritchenko se sentó en el asiento de primera clase y la Sra. Kiritchenko se sentó en […] clase turista con su perro en su bolsa de viaje”.
Mientras el avión se dirigía a la pista para despegar, un sobrecargo le entregó a Oksana una bolsa “mucho más pequeña” y le exigió que metiera a Pier, según la denuncia.
“Como el perro no cabía, se ordenó al avión que regresara al edificio del aeropuerto y los demandantes fueron expulsados del avión”, asegura la demanda.
Para entonces, el primer vuelo que los Kiritchenko pudieron reservar de vuelta a Los Ángeles no salía sino hasta el día siguiente, en Delta Air Lines, desde Miami. Al verse acorralados, compraron otros boletos, llegaron a Miami y pagaron una habitación de hotel, precisa la denuncia.
Delta “no tuvo ningún problema ni con el perro de los demandantes ni con la bolsa del perro”, y los Kiritchenko finalmente llegaron a casa.
JetBlue causó a los Kiritchenkos “daños monetarios innecesarios”, además de “un inexplicable nivel de cruel humillación y ridículo”. Además, el esposo de Kiritchenko sufrió un periodo prolongado de dolor en la columna vertebral y movilidad limitada tras verse obligado a permanecer de pie durante mucho tiempo en el quiosco de Jetblue.
Oksana Kiritchenko, “aunque es paciente de cáncer en estadio 4, había estado en remisión antes de los hechos descritos”, según la demanda. “Aquellos sucesos causaron a la Sra. Kiritchenko un estrés extremo. Al llegar a casa, ingresó en el hospital Cedars-Sinai Medical Center de Los Ángeles. Los resultados de la prueba habían mostrado que los niveles medios de moléculas tumorales (MTM/ml) habían aumentado a 0,59. Varias pruebas anteriores mostraban resultados en 0,00”.
Los Kiritchenko demandan a JetBlue por negligencia y violación de la Ley de Estadounidenses con Discapacidades. Reclaman el reembolso de los gastos hospitalarios y médicos, los honorarios de los abogados y una indemnización por daños y perjuicios que determinará un jurado.
JetBlue tiene 21 días para dar una respuesta formal a las acusaciones.
Traducción de Michelle Padilla