Estudio revela que 30% de los republicanos cree que tendrían que recurrir a la violencia para salvar a EE.UU.
La encuesta del Public Religion Research Institute también muestra que más de dos tercios de los republicanos siguen creyendo que las elecciones fueron robadas a Donald Trump
Casi un tercio (30%) de los republicanos cree que los “verdaderos patriotas estadounidenses” podrían tener que recurrir a la violencia para salvar a Estados Unidos, según un nuevo y alarmante estudio.
Una investigación del Public Religion Research Institute (PPRI), una organización sin ánimo de lucro, descubrió que los republicanos son casi tres veces más propensos que los demócratas a estar de acuerdo con la afirmación “porque las cosas se han desviado tanto, los verdaderos patriotas estadounidenses pueden tener que recurrir a la violencia para salvar nuestro país”.
Un 11% de los demócratas y un 17% de los independientes están de acuerdo con esta afirmación.
En general, casi uno de cada cinco (el 18% de los estadounidenses) dijo que cree que puede ser necesaria la violencia.
En la 12ª encuesta anual de valores estadounidenses del PRRI, publicada el lunes, se interrogó a 2 mil 508 adultos estadounidenses de los 50 estados entre el 16 y el 29 de septiembre.
A los participantes se les hicieron preguntas sobre la identidad estadounidense, las falsas afirmaciones de que las elecciones presidenciales de 2020 fueron robadas a Donald Trump y sus creencias en torno a la violencia política.
Esto se produce después de que un grupo de partidarios de Trump asaltara el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero en una insurrección violenta que dejó cinco muertos.
Los alborotadores pretendían detener la certificación de los votos del colegio electoral para el presidente Joe Biden basándose en la “gran mentira” de que las elecciones fueron robadas a Trump.
Trump y sus aliados incondicionales han continuado impulsando esta falsedad incluso después de que múltiples investigaciones y demandas judiciales concluyeran que no había pruebas de un fraude electoral generalizado.
Ahora, 10 meses después del motín, la investigación del PPRI descubrió que la gran mayoría de los republicanos sigue creyendo en estas teorías conspirativas.
Más de dos tercios (68%) de los republicanos dijeron que siguen creyendo que las elecciones fueron robadas aTrump.
Esto se compara con el 26% de los independientes y sólo el 6% de los demócratas.
Esta creencia fue aún mayor entre los republicanos que dijeron confiar más en fuentes de noticias de extrema derecha como One America News (OAN) y Newsmax (97%) y Fox News (82%).
Por el contrario, esta cifra se redujo al 44% de los republicanos que dijeron confiar más en los medios de comunicación convencionales.
Del mismo modo, los espectadores de los medios de comunicación de derechas también eran más propensos a apoyar el recurso a la violencia, ya que el 40% de los que veían fuentes de extrema derecha y el 32% de Fox News estaban de acuerdo en que la violencia podía ser la respuesta.
La encuesta también encontró que los estadounidenses que creen que Trump ganó las elecciones son alrededor de cuatro veces más propensos (39% a 10%) que los que no creen en esta falsa afirmación a estar de acuerdo en que los verdaderos patriotas estadounidenses podrían necesitar recurrir a la violencia para salvar el país.
Si se analizan los diferentes grupos religiosos, los evangélicos blancos son los más propensos a creer que las elecciones fueron robadas (60%) y también los más propensos a creer que podría ser necesaria la violencia (26%).
El fundador y director general del PPRI, Robert Jones, dijo que los resultados muestran la “peligrosa perpetuación de la ‘Gran Mentira’” que está llevando a una “considerable minoría” a creer que pueden justificar la necesidad de “amenazar, dañar o matar” a sus conciudadanos.
“El tejido social, político y económico de Estados Unidos está cambiando con respecto al viejo modelo de la América blanca y cristiana, una realidad que ha creado una crisis de identidad y una voluntad entre una mayoría de republicanos y evangélicos blancos de cuestionar y socavar la legitimidad de los procesos democráticos estadounidenses”, indicó.
“Los estudiantes de historia reconocerán la peligrosa perpetuación de la ‘Gran Mentira’ de que las elecciones fueron robadas y el punto de apoyo que ha encontrado entre aquellos que temen una América cambiante”.
“Estos factores han confluido en una ideología nacionalista cristiana blanca que se ve reforzada por la proliferación de fuentes de noticias de extrema derecha, lo que ha dado lugar a una voluntad sin precedentes por parte de una minoría considerable de creer que puede ser justificable amenazar, dañar o matar a sus conciudadanos para restaurar el statu quo percibido.”