Corte ratifica orden mordaza contra Trump, pero retira varias restricciones
Un tribunal federal de apelaciones de Washington mantuvo el viernes la orden mordaza contra el expresidente Donald Trump en su caso de injerencia en las elecciones de 2020, pero redujo las restricciones a su discurso.
El fallo del panel de tres jueces modifica la orden mordaza para permitir que el precandidato presidencial republicano para 2024 haga comentarios despectivos sobre el fiscal especial Jack Smith.
Pero el tribunal mantuvo la prohibición de hacer declaraciones públicas sobre testigos conocidos o razonablemente previsibles en relación con su posible participación en el caso.
“Al prohibir ampliamente cualquier declaración sobre o dirigida al fiscal especial y al personal del tribunal y del fiscal, así como a testigos razonablemente previsibles o a su testimonio, la orden es demasiado amplia”, sostuvo el tribunal en su dictamen. “Captura algunos discursos constitucionalmente protegidos que carecen de las características o el contenido que atentarían contra el buen funcionamiento del tribunal o su capacidad para administrar justicia”.
Trump, que ha señalado que la orden mordaza es una censura inconstitucional de su discurso político, podría apelar el fallo ante el pleno del tribunal o ante la Corte Suprema.
La jueza federal Tanya Chutkan impuso la orden mordaza en octubre, prohibiendo a Trump hacer declaraciones públicas dirigidas contra Smith y otros fiscales, personal del tribunal y posibles testigos. El Tribunal Federal de Apelaciones para el Circuito de Washington había retirado la orden mordaza mientras estudiaba la impugnación de Trump.
Los fiscales han argumentado que las restricciones son necesarias para proteger la integridad del caso y a los posibles testigos y otras personas involucradas en el caso del acoso y las amenazas inspiradas por las incendiarias publicaciones de Trump en las redes sociales.
La orden ha tenido una trayectoria vertiginosa a través de los tribunales desde que los fiscales la propusieron, citando el desprecio repetido de Trump hacia el fiscal especial, el juez que supervisa el caso y los posibles testigos.