Bryan Kohberger describió los asesinatos de Idaho como un “crimen pasional” en conversación con un vecino
El vecino de Kohberger afirma que el estudiante de criminología mencionó los brutales asesinatos en una conversación casual semanas antes de su arresto
El sospechoso acusado de asesinar a cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho supuestamente mencionó el caso en una conversación casual con un vecino pocos días después de los asesinatos, al comentar que lo percibía como un “crimen pasional”.
Bryan Kohberger, estudiante de doctorado de la Universidad Estatal de Washington, está acusado de apuñalar brutalmente a Kaylee Goncalves, Xana Kernodle, Madison Mogen e Ethan Chapin en una casa fuera del campus en la ciudad universitaria de Moscow el 13 de noviembre. Pasaron siete semanas antes de que lograran vincular a Kohberger con los asesinatos y lo arrestaran a finales del mes pasado.
Uno de los vecinos de Kohberger en Pullman, Washington, a unos cuantos kilómetros al otro lado de la frontera de Idaho desde Moscow, se presentó ahora para afirmar que el sospechoso le mencionó los asesinatos poco después de que ocurrieran, cuando había muy pocos detalles sobre las investigaciones disponibles al público.
“Lo mencionó en una conversación”, el vecino relató a CBS News el miércoles. “Me preguntó si había oído hablar de los asesinatos, y le contesté que sí. Y luego dijo: ‘Sí, parece que no tienen pistas. Al parecer fue un crimen pasional’”.
El relato del vecino contrasta con el de los compañeros de clase de Kohberger, quienes dijeron que no estaba dispuesto a discutir el caso.
La revelación surgió el mismo día de la segunda comparecencia ante el tribunal de Kohberger en Idaho, luego de su extradición de Pensilvania, donde lo arrestaron en un principio.
En la breve comparecencia de Kohberger en el juzgado del condado de Latah en Moscow el jueves, solo habló para responder “sí” cuando se le preguntó si entendía sus derechos a una audiencia preliminar rápida dentro de los próximos 14 días y si aceptaba renunciar a esos derechos.
La defensora pública Anne Taylor luego solicitó que su próxima cita en la corte se pospusiera hasta junio para darle más tiempo a la defensa para revisar la evidencia contra Kohberger. La fiscalía aceptó y el juez programó la audiencia preliminar para la semana que comienza el 26 de junio.
Se dice que Kohberger planea defenderse de las acusaciones de que irrumpió en una casa de estudiantes en Moscow en la madrugada del 13 de noviembre y apuñaló a los cuatro estudiantes hasta la muerte en un salvaje ataque con cuchillo.
Jason LaBar, el abogado que lo representó en Pensilvania, dijo que Kohberger estaba “ansioso por ser exonerado”.
En una declaración jurada publicada el 5 de enero, los investigadores revelaron que detectaron el ADN de Kohberger en la funda de un cuchillo que se encontró junto al cuerpo de una de las víctimas. Hay evidencia adicional, como el vídeo de vigilancia del Hyundai Elantra blanco de Kohberger cerca de la escena del crimen y los datos de su teléfono celular que también lo vinculan a los asesinatos, asevera la policía.
Se desconoce el motivo de los asesinatos y no está claro por qué Kohberger supuestamente atacó a las víctimas.
Un abogado que representa a la familia Goncalves dijo que no se había encontrado una “relación” entre los cuatro estudiantes y el sospechoso.
Sin embargo, los datos del teléfono celular sugieren que Kohberger acechó a la estudiante hasta su casa al menos 12 veces antes de la noche de los asesinatos, según la declaración jurada.
Como estudiante de doctorado en justicia penal en la Universidad Estatal de Washington, vivía a solo 15 minutos de las víctimas en la frontera entre Idaho y Washington en Pullman.
Los datos del teléfono celular también lo ubican cerca de la casa en King Road alrededor de las 9 am del 13 de noviembre, lo que sugiere que regresó a la escena del crimen solo unas horas después de presuntamente asesinar a las cuatro víctimas alrededor de las 4 am.
La declaración jurada revela otras pruebas que también llevaron al arresto de Kohberger por los asesinatos de los estudiantes.
La policía expuso haber encontrado su ADN en la funda de un cuchillo que el asesino dejó en la escena.
También rastrearon hasta el sospechoso el Hyundai Elantra blanco visto en la escena del crimen en el momento de los asesinatos, revela la declaración jurada.
Una de las compañeras de casa sobrevivientes también pudo describir parcialmente al asesino a los investigadores después de que se encontró cara a cara con él después de los asesinatos.
En su aterrador relato a los investigadores, reveló que escuchó al asesino dentro de la casa y escuchó lo que parecía un llanto que provenía de una de sus compañeras de cuarto.
En un momento escuchó la voz de una mujer, que se cree que era Goncalves o Kernodle, diciendo algo como “hay alguien aquí”, antes de escuchar la voz de un hombre diciéndoles “no se preocupen, les voy a ayudar”.
Luego tuvo suerte de escapar cuando abrió la puerta para ver qué estaba pasando y vio “caminando hacia ella una figura vestida con ropa negra y un cubrebocas que tapaba la boca y la nariz de la persona”.
El hombre pasó junto a ella y se dirigió hacia la puerta corrediza de vidrio trasera de la casa.
La descripción que dio —un hombre con cejas pobladas que medía alrededor de 5 pies y 10 pulgadas (1,77 m) de estatura o más y era “no muy musculoso pero de complexión atlética”— ayudó a los investigadores a identificar a Kohberger.
Los investigadores creen que los asesinatos ocurrieron entre las 4 am y las 4:25 am del 13 de noviembre, cuando los cuatro estudiantes habían regresado de sus salidas nocturnas.
Alrededor del mediodía del día siguiente, se hizo una llamada al 911 desde el teléfono de una de las compañeras de casa sobrevivientes para alertar a la policía sobre la sangrienta escena del crimen.
Sigue desaparecida el arma homicida, un cuchillo de hoja fija.
Kohberger se mudó a Pullman desde Pensilvania en agosto y acaba de terminar su primer semestre.
Antes de esto, estudió criminología en la Universidad DeSales, primero como estudiante universitario y luego terminó sus estudios de posgrado en junio de 2022.
Mientras estuvo allí, estudió con la renombrada psicóloga forense Katherine Ramsland, quien entrevistó al asesino en serie BTK, con quien coescribió el libro Confession of a Serial Killer: The Untold Story of Dennis Rader, the BTK Killer.
También llevó a cabo un proyecto de investigación para “comprender cómo las emociones y los rasgos psicológicos influyen en la toma de decisiones a la hora de cometer un delito”.
Ahora, enfrenta cadena perpetua o la pena de muerte por los asesinatos que sacudieron la pequeña ciudad universitaria de Moscow y abarcaron los titulares de todo el mundo.
Traducción de Michelle Padilla