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Sospechoso del crimen de Idaho no tenía “ninguna relación” con las víctimas, dice abogada de la familia

Shanon Gray, abogada de la familia Goncalves, declaró que “nadie” estaba familiarizado con Kohberger antes de su arresto el 30 de diciembre

Andrea Blanco,Rachel Sharp
Martes, 10 de enero de 2023 15:54 EST
Asesinatos de Idaho: Bryan Kohberger llega a Moscow para enfrentarse a cargos de asesinato
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El sospechoso arrestado en los asesinatos de cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho no tenía relación con las víctimas, dijo la abogada de una de las familias en duelo.

Kaylee Goncalves, Madison Mogen, Ethan Chapin y Xana Kernodle no parecían conocer personalmente al estudiante de doctorado en justicia penal de WSU (Universidad Estatal de Washington) Bryan Kohberger antes de sus asesinatos del 13 de noviembre, indicó la abogada de la familia Goncalves a Insider el lunes.

Después del ataque que sacudió la ciudad universitaria de Moscow, Kohberger, de 28 años, terminó su semestre en WSU. Semanas más tarde, según los informes, viajó con su padre desde su apartamento en Pullman, Washington, a unas nueve millas (14 km) al oeste de la casa de las víctimas, a Pensilvania para pasar las vacaciones con su familia.

La policía allanó la casa de la familia Kohberger en un arresto sorpresa el 30 de diciembre después de semanas de crecientes críticas sobre la falta de actualizaciones del caso. Kohberger fue acusado de cuatro cargos de asesinato y extraditado a Idaho; más tarde se reveló en la declaración jurada de su arresto que la policía lo vinculó con la escena del crimen usando ADN genealógico.

“Nadie conocía a este tipo en absoluto”, dijo la abogada Shanon Gray. “La declaración jurada deja ver que él estuvo en el área de la casa en varias ocasiones… Es todo lo que sabemos”.

Bryan Kohberger, acusado de matar a cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho en noviembre de 2022, es escoltado a una sala para una audiencia en el Tribunal de Distrito del Condado de Latah, el jueves 5 de enero de 2023, en Moscow, Idaho

La declaración jurada, publicada el 5 de enero, también aporta evidencia sobre el hecho de que Kohberger acechó la casa de las víctimas al menos 12 veces antes de la masacre.

Los registros telefónicos muestran que su teléfono emitió señales en el área de la casa de King Road en al menos doce ocasiones antes del día de los asesinatos. Las fechas exactas de estos casos no se revelaron en los documentos, pero todos menos uno ocurrieron a última hora de la tarde o temprano en la mañana.

Se identificó un incidente el 21 de agosto, en el que la policía detuvo al sospechoso a solo unos minutos de la casa.

Una citación de la oficina del sheriff del condado de Latah, obtenida por The Independent, revela que la parada de tránsito tuvo lugar alrededor de las 11:40 pm en la intersección de West Pullman Road y Farm Road en Moscow.

El registro muestra que lo detuvieron por no usar el cinturón de seguridad, a unos cuantos minutos de distancia en coche desde la casa en King Road donde las víctimas fueron asesinadas.

Los investigadores creen que Kohberger apagó su teléfono celular en el momento de los asesinatos para tratar de evitar ser detectado.

Sin embargo, los registros del teléfono celular lo ubican cerca de la casa en King Road alrededor de las 9 am del 13 de noviembre, lo que sugiere que regresó a la escena del crimen solo unas horas después de presuntamente asesinar a las cuatro víctimas alrededor de las 4 am.

El domingo (8 de enero), la hermana de Kaylee, Alivea Goncalves, le dijo a NewsNation que ese dato en específico la atormenta.

“No teníamos ni idea. Ella no tenía idea. Yo no tenía idea de que el verdadero mal los estaba observando genuinamente”, ella dijo.

Ethan Chapin (20), Madison Mogen (21), Xana Kernodle (20) y Kaylee Goncalves (21)

Goncalves dijo que no fue hasta que se publicó la declaración jurada que “se dio cuenta” de que cuando ella y su hermana intercambiaban mensajes “normales” despreocupadas, el asesino acusado probablemente estaba planeando su próximo movimiento.

“Esa es la parte más difícil de esto, sentarse y mirar la magnitud. Cuando mi hermana me estaba hablando por Facetime sobre una nueva receta de bocaditos de huevo, él estaba planeando su próxima visita a la casa”, ella dijo.

“Es realmente difícil no desear haber hecho más y desear haber sabido más. Pero, es solo el primer paso. Saldrá mucha más evidencia”.

Además de los datos del teléfono celular, la declaración jurada revela otras pruebas que también los llevaron a arrestar a Kohberger por los asesinatos de los estudiantes.

La policía expuso haber encontrado su ADN en la funda de un cuchillo que el asesino dejó en la escena.

También rastrearon hasta el sospechoso el Hyundai Elantra blanco visto en la escena del crimen en el momento de los asesinatos, revela la declaración jurada.

En el momento de los asesinatos, dos compañeras de casa también se encontraban en la residencia de estudiantes, pero resultaron ilesas.

La sombría escena quedó sin ser descubierta unas ocho horas después de los asesinatos, que la policía cree que ocurrieron entre las 4 am y las 4:25 am.

Fue alrededor del mediodía cuando finalmente se hizo una llamada al 911 para informar que una persona estaba inconsciente dentro de la casa. Los agentes de policía llegaron para encontrar la escena sangrienta.

La declaración jurada ahora reveló por primera vez que una de las compañeras de casa sobrevivientes se encontró cara a cara con el asesino enmascarado cuando salía de la casa después de matar a sus cuatro amigos.

Los investigadores en un principio dijeron que las dos sobrevivientes estaban en dormitorios en el primer piso, mientras que las víctimas fueron encontradas en el segundo y tercer piso de la casa de tres pisos. Ahora se supo que una de las sobrevivientes estaba en su dormitorio en el segundo piso.

En su aterrador relato a los investigadores, la compañera de casa, identificada como D.M. en los documentos, reveló que escuchó al asesino dentro de la casa y escuchó lo que parecía un llanto proveniente de una de sus compañeras de cuarto.

En un momento escuchó la voz de una mujer, que se cree que era Goncalves o Kernodle, diciendo algo como “hay alguien aquí”, antes de escuchar la voz de un hombre diciéndoles “no se preocupen, les voy a ayudar”.

Luego tuvo suerte de escapar cuando abrió la puerta para ver qué estaba pasando y vio “caminando hacia ella una figura vestida con ropa negra y un cubrebocas que tapaba la boca y la nariz de la persona”.

El hombre, que tenía cejas pobladas y medía alrededor de 5 pies y 10 pulgadas (1,77 m), pasó junto a ella y se dirigió hacia la puerta corrediza de vidrio trasera de la casa, mientras ella estaba “paralizada en estado de shock”.

Kohberger, que se enfrenta a cadena perpetua o a la pena de muerte, tiene previsto comparecer para una audiencia de estado el jueves por la mañana.

Traducción de Michelle Padilla

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