Aumentan los esfuerzos por lograr un cese al fuego entre Israel y Hamás, pero aún no hay un acuerdo
Los esfuerzos por alcanzar un nuevo cese al fuego entre Israel y Hamás parecen estar adquiriendo un mayor impulso.
Funcionarios egipcios y estadounidenses confirmaron esta semana que buscan activamente formas de detener una guerra que ya ha durado más de 110 días. Un funcionario egipcio dijo que Israel ha presentado una propuesta para hacer una pausa en la lucha, mientras que la Casa Blanca señaló que ha mandado a un enviado de alto nivel a la región para realizar consultas con Egipto y Qatar.
Cualquier acuerdo tendrá que incluir una pausa en la lucha, un intercambio de cautivos en manos de Hamás por prisioneros palestinos en Israel, y grandes cantidades de la muy necesitada ayuda humanitaria para la Franja de Gaza, un territorio palestino que ha quedado devastado por la guerra.
Sin embargo, ha sido difícil encontrar una fórmula aceptable para ambas partes. Las diferencias entre Israel y Hamás siguen siendo vastas, y las probabilidades de lograr un acuerdo en un futuro cercano aún son escasas.
“Hay contactos todo el tiempo, pero no han producido ningún resultado”, señaló un funcionario israelí que declaró con la condición de mantener el anonimato porque hablaba de negociaciones tras bambalinas. “Hay un largo camino que recorrer”.
Esta es una mirada cercana a los esfuerzos para lograr un cese al fuego:
UN ACUERDO INICIAL
Israel declaró la guerra después de un ataque sorpresa de Hamás el 7 de octubre, que provocó la muerte de 1.200 personas y en el que 250 más fueron tomadas como cautivos. La ofensiva israelí por tierra y aire ha matado a más de 25.000 palestinos, ha provocado el desplazamiento de cerca de 85% de la población de Gaza y ha causado destrucción y sufrimiento humano generalizados, de acuerdo con funcionarios de salud locales y organismos internacionales de ayuda.
Israel ha jurado seguir adelante hasta destruir las capacidades militares y de gobierno de Hamás, y liberar a todos los rehenes.
A finales de noviembre, las partes acordaron un cese al fuego de una semana. Hamás liberó a más de 100 de los 250 rehenes que mantenía en su poder, la mayoría, mujeres y niños, mientras que Israel liberó a 240 prisioneros palestinos.
Cada una de las partes culpó a la otra por la imposibilidad de ampliar el acuerdo, y desde entonces, la lucha ha empeorado.
¿QUÉ QUIERE CADA UNA DE LAS PARTES?
Israel piensa que Hamás aún tiene en su poder a unos 110 rehenes, además de los cuerpos de unos 25 más que murieron el 7 de octubre o mientras estaban en cautiverio, y quiere que todos los rehenes y los restos sean devueltos como parte de cualquier acuerdo. Israel también ofrece una pausa temporal en la lucha, pero afirma que continuará con la guerra hasta alcanzar todos sus objetivos.
Hamás desea que Israel libere a los miles de palestinos que están en sus prisiones. Entre ellos están prisioneros sentenciados por ataques contra Israel, así como cientos de combatientes de Hamás que participaron en el ataque del 7 de octubre. También quiere que se ponga fin a la ofensiva israelí y que las fuerzas armadas de Israel se retiren permanentemente de Gaza.
¿QUÉ ES LO QUE SE HA PROPUESTO?
De acuerdo con el funcionario israelí, se barajan varias propuestas. Pero las partes están en desacuerdo con respecto a la duración de cualquier pausa en la lucha, el ritmo de la liberación de los rehenes y el alcance de cualquier liberación de prisioneros.
Un funcionario egipcio de alto nivel dijo que Israel ha propuesto un cese al fuego de dos meses en el que los rehenes serían liberados a cambio de la excarcelación de palestinos presos en Israel y la autorización para que líderes de alto nivel de Hamás en Gaza se trasladen a otros países.
El funcionario, que habló con la condición de permanecer en el anonimato debido a que no está autorizado para informar a los medios, dijo que Hamás rechazó la propuesta e insistió en que no se liberarían a más rehenes sino hasta que Israel diera fin a su ofensiva y se retirara de Gaza. También dijo que los líderes de Hamás en Gaza no desean ir al exilio.
El gobierno israelí declinó comentar sobre las conversaciones.
Egipto y Qatar, que han negociado acuerdos anteriores entre Israel y Hamás, desarrollan una propuesta en varias etapas para tratar de zanjar las diferencias, señaló el funcionario.
John Kirby, vocero de seguridad nacional de la Casa Blanca, dijo el martes que Brett McGurk, un enviado de alto nivel, se encontraba en El Cairo en conversaciones sobre una “pausa humanitaria” que incluiría un acuerdo relacionado con los rehenes.
“Eso está definitivamente en el programa”, dijo.
McGurk seguía el miércoles en Qatar, afirmó Kirby.
¿UNA TREGUA PODRÍA LLEVAR AL FIN DE LA GUERRA?
Esto parece improbable a corto plazo.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha dicho que Israel continuará con la ofensiva hasta que “una victoria final” logre todos sus objetivos. Prevé que la guerra continúe durante todo 2024 y se ha resistido a los exhortos de Estados Unidos y otros de sus aliados para establecer un plan de posguerra claro para Gaza.
Sin embargo, una pausa sostenida podría dificultar a Israel el reinicio de los combates, especialmente una vez que el mundo obtenga más información sobre la magnitud de los daños a los habitantes y la infraestructura de Gaza. Los mediadores también esperan que se pueda establecer una base para un mayor entendimiento entre las partes en conflicto.
Hasta ahora, el público de Israel ha apoyado la guerra en forma abrumadora. Pero la lentitud de la ofensiva y el creciente número de bajas de soldados israelíes amenaza con reducir ese apoyo.
Si bien Israel afirma que ha matado a más de 9.000 combatientes de Hamás, el grupo sigue oponiendo una férrea resistencia. El martes, Israel afirmó que 21 de sus soldados perdieron la vida en una explosión en el centro de Gaza. Es el mayor número de bajas para Israel en un solo evento desde que envió tropas terrestres a Gaza en octubre.
Nahum Barnea, columnista veterano de Yediot Ahronot, el diario israelí de mayor circulación, escribió el miércoles que, en su opinión, el público sigue estando a favor de lo que considera una guerra justa, pero que las personas comienzan a ponderar los costos y beneficios de la campaña.
“No creo que el número de víctimas del lunes haya cambiado el grado de apoyo del público israelí a favor de la guerra; pero viendo a futuro, el precio comenzará a tener un impacto”, escribió.