La dieta vegetariana y la repoblación forestal podrían eliminar 100.000 millones de toneladas de CO₂
Si los países de altos ingresos se alejaran de los productos animales, se necesitaría mucha menos tierra para cultivar alimentos, según los investigadores
Según un estudio, se podrían eliminar casi 100.000 millones de toneladas de dióxido de carbono de la atmósfera para finales de siglo si los países de altos ingresos cambiaran a una dieta basada en plantas y recuperaran las tierras de cultivo silvestres.
Según los investigadores de la Universidad de Leiden, la doble ganancia de carbono que supondría devolver las tierras de cultivo a su estado natural equivaldría a las emisiones agrícolas de unos 14 años.
La superficie necesaria para el pastoreo de los animales y el cultivo de piensos es enorme: alrededor del 80 por ciento de toda la tierra agrícola o cerca del 35 por ciento del total de la tierra habitable del mundo.
Un equipo internacional de investigación calculó que, si las naciones de altos ingresos se alejaran de los productos animales, se necesitaría mucha menos tierra para cultivar alimentos. Vastas zonas podrían volver a su estado natural, con plantas y árboles silvestres que extrajeran el carbono de la atmósfera.
“Es quizá una de las mayores oportunidades de salud ambiental que existen”, afirma el autor principal, Zhongxiao Sun, de la Universidad Agrícola de China. “Un cambio rápido a estas dietas podría ayudar realmente a la sociedad a mantenerse dentro de los límites medioambientales”.
El equipo internacional investigó cuánta tierra podría ahorrarse si 54 países de altos ingresos adoptaran la “dieta planetaria” de EAT-Lancet, una dieta con alto contenido en alimentos de origen vegetal.
Paul Behrens, de la Universidad de Leiden, autor principal de la investigación, señaló: “Nos fijamos en las regiones de altos ingresos porque tienen muchas opciones basadas en plantas para las proteínas y otras necesidades nutricionales. En las regiones de menos ingresos, la gente consume menos proteínas animales, pero a menudo depende de ellas para su salud”.
“Será vital que reorientemos las subvenciones agrícolas hacia los agricultores para proteger la biodiversidad y la captura de carbono”.
Además, la conversión de antiguas tierras de cultivo y pastos a su estado natural eliminaría otros 98.300 millones de toneladas de dióxido de carbono de la atmósfera para finales de siglo. Esta ganancia de carbono ayudaría significativamente a evitar que el planeta se caliente más de 1,5° Celsius, dicen los investigadores.
“Es una oportunidad extraordinaria para la mitigación del clima”, aseveró Behrens. “Pero también tendría enormes beneficios para la calidad del agua, la biodiversidad, la contaminación del aire y el acceso a la naturaleza, por nombrar solo algunos”.