Cruz Roja escolta a soldados congoleños desde ciudad controlada por rebeldes hasta la capital

Cientos de soldados y oficiales de policía congoleños varados, junto con sus familias, estaban siendo trasladados desde la ciudad de Goma, controlada por los rebeldes en el este del Congo, hacia la capital, anunció el miércoles el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Los soldados y policías han estado refugiándose en la base de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en el Congo desde enero, cuando el conflicto se intensificó al avanzar los rebeldes del M23, respaldados por Ruanda, y tomar la estratégica Goma.
La operación es el resultado de un acuerdo alcanzado entre el gobierno congoleño, los rebeldes, la misión de la ONU y el CICR, que fue llamado como intermediario neutral, dijo la Cruz Roja en un comunicado. Al llegar a Kinsasa, los soldados, policías y sus familias serán acogidos por las autoridades congoleñas, añadió.
El traslado de Goma a Kinsasa, a unos 1.600 kilómetros al oeste, está previsto a durar varios días, indicó Myriam Favier, jefa del CICR en Goma, durante una rueda de prensa el miércoles.
El anuncio fue recibido con un profundo alivio.
"Fuimos desarmados porque no teníamos otra opción, pero esperamos llegar a Kinshasa", declaró un soldado congoleño a The Associated Press por teléfono, antes de su traslado. "Como soldados, siempre estamos listos para defender nuestra patria. Perdimos una batalla, no la guerra", expresó.
Habló bajo condición de anonimato porque aún se encontraba en el área controlada por los rebeldes y no se le permitía hablar con periodistas.
Sylvain Ekenge, portavoz de las fuerzas armadas del Congo, dio la bienvenida a la iniciativa en un comunicado el miércoles.
"Las Fuerzas Armadas Congoleñas esperan que esta operación se lleve a cabo en estricto cumplimiento de los compromisos asumidos", manifestó, agradeciendo al CICR por su papel.
Por razones de seguridad, no se permitió a los medios de comunicación filmar o fotografiar la operación.
La noticia llega en medio de tensiones persistentes en el este del Congo, donde continúan los combates entre el ejército y el M23, a pesar de que ambas partes acordaron trabajar hacia una tregua a principios de este mes.
El sábado, residentes de Kaziba en la provincia de Kivu del Sur informaron de enfrentamientos entre las fuerzas armadas congoleñas, apoyadas por una milicia aliada, y el M23.
El M23 es uno de unos 100 grupos armados que buscan un punto de apoyo en el este del Congo, cerca de la frontera con Ruanda, en un conflicto que ha creado una de las crisis humanitarias más significativas del mundo. Más de siete millones de personas han sido desplazadas.
Los rebeldes son apoyados por unos 4.000 soldados de la vecina Ruanda, según expertos de la ONU, y en ocasiones han amenazado con marchar hasta Kinsasa.
En febrero, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU lanzó una comisión para investigar atrocidades, incluidas acusaciones de violación y asesinatos similares a "ejecuciones sumarias" por ambas partes.
Se estima que el conflicto ha matado a seis millones de personas desde mediados de la década de 1990, tras el genocidio de Ruanda. Algunos de los extremistas hutus responsables de la matanza de 1994 de aproximadamente uno millón de tutsis, minoría étnica de Ruanda, y hutus moderados, huyeron más tarde a través de la frontera hacia el este del Congo, alimentando los combates por poder entre milicias rivales alineadas con los dos gobiernos.
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Banchereau reportó desde Dakar, Senegal.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.