Rusia “roba granos” en Ucrania y despierta temores de “hambruna y aumento de la crisis alimentaria”
“Los soldados chechenos, que luchan por Rusia, actúan como criminales de la década de 1990” dice el alcalde de Melitópol
Ucrania acusó al Kremlin de “terrorismo alimentario” después de que las tropas de Vladimir Putin robaran toneladas de cereales de las zonas controladas por Rusia.
Kyiv declaró que los soldados rusos atacan las cosechas de los agricultores en el sur y la región oriental del Donbás, donde continúan los feroces combates.
Funcionarios gubernamentales dijeron que habían saqueado alrededor de 400.000 toneladas de grano de los territorios ocupados de Lugansk, Donetsk, Kherson y Zaporizhzhia.
“Los soldados chechenos, que luchan por Rusia, actúan como criminales de la década de 1990”, le comentó a CNN Ivan Fedorov, alcalde de Melitópol, una ciudad ocupada en la región de Zaporizhzhia.
“Primero ofrecen comprar granos a un precio ridículamente bajo”, agregó. “Pero si no estás de acuerdo, te lo quitan todo gratis”.
Las autoridades afirmaron que Rusia trata deliberadamente de causar una hambruna en Ucrania y lo compararon con la hambruna del Holodomor diseñada por el dictador soviético Joseph Stalin.
Alrededor de 4 millones de personas en Ucrania murieron como resultado de la crisis, la mayoría de ellos agricultores y residentes rurales.
El jueves, los combatientes ucranianos en los túneles debajo de la planta de acero pulverizado de Mariúpol resistieron en un esfuerzo cada vez más desesperado y quizás condenado al fracaso para negarle a Moscú lo que sería su mayor éxito de la guerra hasta el momento: la captura completa de la estratégica ciudad portuaria.
La sangrienta batalla se libró en medio de la creciente especulación de que el presidente ruso Putin quiere presentarle al pueblo ruso un triunfo en el campo de batalla, o anunciar una escalada de la guerra, a tiempo para el Día de la Victoria el lunes.
El Día de la Victoria es la fiesta patriótica más importante del calendario ruso y conmemora el triunfo de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi.
Unos 2.000 combatientes ucranianos, según la estimación más reciente de Rusia, se refugiaron en la extensa acerera Azovstal de Mariúpol, el último foco de resistencia en una ciudad reducida en gran medida a escombros en los últimos dos meses.
También se creía que unos cientos de civiles estaban atrapados allí.
Los defensores “se mantendrán firmes hasta el final. Solo esperan un milagro”, comentó Kateryna Prokopenko después de hablar por teléfono con su esposo, un líder de los defensores de la planta siderúrgica. “No se rendirán”.
Ella contó que su esposo, el comandante del Regimiento Azov Denys Prokopenko, le dijo que la amaría para siempre.
“Esto me está volviendo loca. Parecieron palabras de despedida”, añadió .
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, infprmó que el ataque impedía la evacuación de los civiles que permanecían en los búnkeres subterráneos de la planta.
“¡Imagínese este infierno! Y hay niños allí”, expresó el jueves por la noche en su discurso de vídeo nocturno. “Más de dos meses de constantes bombardeos, constantes muertes”.
Los rusos lograron entrar con la ayuda de un electricista que conocía el diseño, detalló Anton Gerashchenko, asesor del Ministerio del Interior de Ucrania.
“Les mostró los túneles subterráneos que conducen a la fábrica”, agregó Gerashchenko en un vídeo publicado el miércoles por la noche. "Ayer, los rusos comenzaron a asaltar estos túneles, con la información que recibieron del traidor".
El Kremlin negó que sus tropas estuvieran asaltando la planta.
La caída de Mariúpol privaría a Ucrania de un puerto vital, permitiría a Rusia establecer un corredor terrestre hacia la península de Crimea, la cual le arrebató a Ucrania en 2014, y liberaría tropas para luchar en otras partes del Donbás, la región industrial oriental que el Kremlin dice que es ahora su principal objetivo.
El capitán Sviatoslav Palamar, subcomandante del Regimiento Azov, pidió en la televisión ucraniana la evacuación de los civiles y los combatientes heridos de la acerera, dijo que los soldados “morían en agonía por la falta de un tratamiento adecuado”.
Las demandas del Kremlin de que las tropas se rindan han sido rechazadas. Rusia también los ha acusado de impedir que los civiles se vayan.
El director de la ONU declaró que estaba en marcha otro intento de evacuar a los civiles de Mariúpol y la planta. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, declaró: “Debemos seguir haciendo todo lo posible para sacar a la gente de estos infiernos”.
Más de 100 civiles fueron rescatados de la acerera durante el fin de semana. Pero muchos intentos anteriores de abrir corredores seguros desde Mariúpol fracasaron, y Ucrania culpó a los rusos de los bombardeos y disparos.
Mientras tanto, 10 semanas después de la devastadora guerra, el ejército de Ucrania afirmó que recuperó algunas áreas en el sur y repelió otros ataques en el este, lo que frustró aún más las ambiciones de Putin después de su fallido intento de apoderarse de Kyiv.