Nueva Zelanda entra en bloqueo a medida que el número de infecciones aumenta a siete tras primer caso Delta
La racha de seis meses de Nueva Zelanda sin una infección por covid transmitida localmente ha llegado a su fin
Nueva Zelanda ha notificado ya siete casos de la variante Delta del virus covid, altamente transmisible, y la detección de un caso de transmisión local ha llevado al gobierno a decretar un bloqueo repentino en todo el país, el primero en casi 15 meses.
El único caso detectado el martes puso fin a un periodo de seis meses sin infecciones de transmisión local en Nueva Zelanda y se cree que es la primera vez que la variante Delta, originaria de la India, llega al país.
Las autoridades sanitarias informaron el miércoles de otros seis casos, lo que provocó la advertencia de la primera ministra, Jacinda Ardern, de que el país debía prepararse para el descubrimiento de más casos.
El caso de la variante Delta detectado el martes mostraba un claro vínculo genómico con el brote de Nueva Gales del Sur (NSW) en Australia, dijo Ardern.
El miércoles, Nueva Gales del Sur registró 633 nuevos casos de la variante Delta, lo que supone un aumento del 32% con respecto a los dos días anteriores.
Uno de los casos de Nueva Zelanda es el de una enfermera del hospital de Auckland, totalmente vacunada, informó la agencia de noticias Reuters.
“Esto demuestra que, en este momento, el nivel 4 (cierre total) es el lugar adecuado”, afirmó Ardern a la cadena de televisión neozelandesa.
El bloqueo nacional durará tres días, y Auckland y la cercana península de Coromandel sufrirán restricciones durante una semana.
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“Estamos esperando más”, indicó Ardern, explicando que las autoridades han pronosticado que habrá al menos 120 casos, a pesar de las restricciones.
La decisión de Ardern de decretar un cierre fulminante ha recibido un amplio apoyo en el país, aunque ha sido objeto de burla por parte de algunas figuras marginales en el extranjero, como el expolítico británico Nigel Farage. Ardern “ha perdido la cabeza”, publicó en un tuit.
Nueva Zelanda ha conseguido en gran medida mantener alejada la pandemia gracias a sus duras medidas y, en particular, a sus estrictos controles fronterizos. La mayoría de los ciudadanos del país insular han pasado la mayor parte de la pandemia llevando una vida normal, con escenas de restaurantes repletos y escolarización ininterrumpida, en marcado contraste con muchas naciones peor afectadas.
Los partidos de la oposición neozelandesa, que perciben un gran apoyo público al bloqueo, también han apoyado la decisión de Ardern.
“Es mejor actuar ahora para acabar con la propagación del covid que tomar medidas a medias que no funcionan y que hacen que se tarde más en acabar con la propagación”, declaró Judith Collins, líder del partido de la oposición del país, según The Guardian.
El Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) retrasó el miércoles una subida prevista de los tipos de interés, alegando el bloqueo. Según el Financial Times, el RBNZ tenía muchas posibilidades de convertirse en el primer banco central del mundo desarrollado en subir los tipos durante la pandemia.
En su lugar, los tipos se mantendrán en el 0.25% debido al bloqueo, dijo el miércoles el comité de política monetaria.