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Condado de California decidirá si destituye a funcionario que abogó por eliminar equipos de votación

Adam Beam
Jueves, 29 de febrero de 2024 15:23 EST
EEUU-ELECCIONES-TEORÍAS CONSPIRATIVAS
EEUU-ELECCIONES-TEORÍAS CONSPIRATIVAS (AP)

Los votantes del condado rural de Shasta, en el norte de California, han votado dos veces a afvor de Donald Trump por amplios márgenes, y han elegido a conservadores acérrimos para la junta local del condado. Incluso han expulsado a algunos que no fueron considerados suficientemente conservadores.

Pero esa serie de victorias en las urnas no ha sido suficiente para infundir confianza en el sistema electoral del condado, no cuando Trump y sus aliados han difundido repetidamente falsas afirmaciones sobre elecciones amañadas y fraude electoral, incluso en la zona fuertemente republicana.

El condado Shasta, conocido sobre todo por el Parque Nacional Volcánico de Lassen y los paisajes del pico nevado del Monte Shasta, se deshizo bruscamente de sus máquinas de recuento de votos el año pasado. Dichos equipos fueron fabricados por Dominion Voting Systems, la empresa que se encuentra en el centro de las teorías de conspiración desacreditadas sobre cómo Trump perdió las elecciones presidenciales de 2020 ante el demócrata Joe Biden.

La mayoría conservadora de la junta de supervisores ordenó al reducido personal electoral del condado que contara las papeletas a mano. Según los expertos, se trata de una tarea poco realista, dadas las decenas de miles de papeletas depositadas en las elecciones de todo el condado, que incluyen decenas de contiendas.

Leo que siguió fue una montaña de críticas. El Congreso, dominado por los demócratas, aprobó en 2023 una ley que limita estrictamente el recuento manual de papeletas, lo que neutralizó cualquier intento de hacerlo en las elecciones municipales de Shasta del pasado otoño. Los votantes podrán opinar el próximo martes sobre el rumbo del condado desde que, hace dos años, un grupo de conservadores de extrema derecha que cuestionan la validez de las elecciones se hizo con el control del gobierno local.

Decidirán si destituyen a Kevin Crye, miembro de la mayoría conservadora de la junta de supervisores que votó a favor de deshacerse de las máquinas de votación.

El proceso se ha convertido en un referéndum no sólo para Crye, que ganó su escaño por 90 votos en 2022, sino también para la campaña a favor del recuento manual de votos, que ha ido ganando popularidad en las zonas rurales de Estados Unidos en respuesta a las denuncias infundadas de fraude generalizado vinculado a las máquinas de recuento de votos.

Los votantes están divididos.

Bajo la lluvia de una reciente tarde helada, Mark Oliver se instaló en la esquina de una calle concurrida con un cartel que instaba a la gente a votar “sí” a la revocación. Residente en el condado desde hace 30 años, nunca antes se había involucrado en la política local.

“Creo que si no nos involucramos, este tipo de extremistas van a proliferar por aquí”, dijo.

Los problemas empezaron después de que Trump impugnara los resultados de 2020, lo que suscitó sospechas entre sus seguidores. Dado que las elecciones se celebran principalmente a nivel local, esa indignación acabó en la puerta del registro electoral del condado Shasta, donde decenas de escépticos observadores electorales se presentaron para cuestionar a los miembros del personal que estaban contando las papeletas.

Según explicó Joanna Francescut, encargada adjunta del registro electoral, en junio de 2022, cuando muchos de los candidatos de extrema derecha perdieron las primarias locales, un grupo de personas entró por la puerta trasera de la oficina electoral y empezó a gritar al secretario.

“Sentí que intentaban intimidarnos por hacer nuestro trabajo”, recordó Francescut.

La agitación ha hecho que otros residentes cuestionen su otrora firme creencia en cómo se gestionan las elecciones del condado.

“Realmente no puedo decir que vi que sucediera algo ilegal", dijo Ann Brassfield, una agente fronteriza jubilada, que ha ayudado en la oficina electoral del condado en ocasiones anteriores.

Ahora Brassfield, quien dijo que apoya a Crye porque es cristiano y siempre la ha tratado justamente, dice que no sabe qué creer.

“Siento que nadie lo sabe en este momento, excepto Dios”, comentó.

Las elecciones revocatorias podrían ofrecer una pista de la reacción de las zonas rurales de Estados Unidos a las falsas afirmaciones electorales que Trump y sus aliados han propagado desde que perdió su intento de reelección. Ese revuelo ha calado hondo entre los votantes conservadores. Las encuestas han mostrado sistemáticamente que una sólida mayoría de republicanos cree que Biden no fue elegido legítimamente.

Los efectos se han manifestado en otras regiones conservadoras.

En el condado Gillespie en Texas, donde todo el personal electoral dimitió pocos meses antes de las elecciones legislativas de 2022, los voluntarios tienen previsto realizar el recuento manual de las papeletas de las primarias el martes. En Nueva Hampshire, al menos una docena de comunidades debatirán el recuento manual durante sus asambleas ciudadanas anuales en marzo. Un grupo de republicanos de Dakota del Norte está recogiendo firmas para una medida electoral en noviembre que, entre otras cosas, exigiría el recuento manual de las papeletas en todo el estado.

En el condado Shasta, una comisión local encargada de investigar cuestiones electorales recomendó recientemente al condado desafiar la ley estatal y exigir el recuento manual de votos en cada distrito electoral. Un informe del personal citó un reclamo de que Estados Unidos y el condado Shasta han sido “víctimas de una conspiración coordinada de varios estados para defraudar las elecciones generales de 2020 utilizando máquinas de votación”.

Como en otros lugares, la desconfianza en el gobierno aumentó en el condado durante la pandemia de COVID-19, cuando las escuelas y la mayoría de las empresas cerraron y el gobierno del estado, dominado por los demócratas, impuso el uso de mascarillas y vacunas en determinadas situaciones. Un grupo autodenominado como milicia empezó a caldear el ambiente en ocasión de reuniones públicas. Durante uno de esos encuentros, un hombre dijo a los supervisores: “Ustedes han encarecido las balas. Pero tienen suerte: las sogas se pueden reutilizar”.

“Cuando estos tipos empezaron con el COVID y los mandatos y las máscaras y el cierre de escuelas y negocios, todo cambió. Y nos puso patas arriba”, dijo Dana Silberstein, que creció en Redding y está ayudando a organizar la revocación.

Los votantes eligieron a tres miembros de extrema derecha para la junta de supervisores de cinco miembros: Patrick Jones, Chris Kelstrom y Crye, y éstos formaron una nueva mayoría. Los organizadores de la revocación dicen que están apuntando a Crye porque los otros dos miembros de la mayoría se presentan a la reelección en noviembre, mientras que al mandato de Crye le quedan dos años.

Partidario de Trump, Crye es cuidadoso en cómo se refiere a las afirmaciones de negación de la elección del expresidente. Cuando se le preguntó si cree que las elecciones a la Casa Blanca de 2020 fueron robadas, respondió: “No tengo la experiencia ni los conocimientos para decir una cosa u otra”.

Dijo que prefiere el recuento manual de papeletas porque “una persona puede afectar a un puñado de votos. Una persona con una máquina puede afectar a miles”.

Dijo que su principal preocupación sobre el fraude relacionado con las elecciones se centra en las listas de registro de votantes del condado, que incluyen papeletas impresas para personas que han fallecido recientemente. Dijo que sus oponentes lo han presentado injustamente como un extremista.

“Siento que si planteo esas preocupaciones, me van a tachar de anarquista o insurrecto”, dijo Crye.

Los funcionarios electorales de todo el país cotejan habitualmente los sistemas de registro de votantes con los certificados de defunción. En algunos casos, los votantes fallecen después de haber votado anticipadamente. En raros casos de fraude, un votante emite un voto en nombre de alguien fallecido, tal vez para honrar los deseos de un ser querido que ha muerto recientemente. La fiscalía local dijo que no pudo encontrar ningún caso de fraude electoral presentado en el condado en los últimos 10 años.

Crye, nativo del condado y propietario de varios negocios locales, se ha ganado el cariño de la comunidad en parte por proporcionar abiertamente su número de celular. Cuando Jason Miller publicó una larga queja en Facebook sobre la delincuencia en la zona cercana a su restaurante en Redding, dijo que Crye se puso en contacto con él y comentó el problema con la policía.

“Kevin contesta al teléfono. Parece que es responsable de lo que hace”, dijo Miller. “Si nos quitan eso... no va a ir bien en el condado de Shasta”.

Los críticos ven a Crye de otra manera. Apuntan su decisión del año pasado de reunirse con Mike Lindell, director general de MyPillow y aliado de Trump que ha recorrido el país difundiendo teorías conspirativas sobre las máquinas de votación. La reunión indignó a algunos votantes, que la tomaron como una prueba de que Crye era un negacionista electoral convencido.

“Han encontrado ese camino que están siguiendo y que es de manual de Trump: simplemente desbaratarlo todo”, dijo Charlie Menoher, superintendente de distrito escolar jubilado que está ayudando a organizar la campaña de destitución y sirvió tres mandatos en la junta de supervisores a principios de la década de 1990.

Crye dijo que se reunió con Lindell porque estaba investigando el recuento manual de papeletas, e insistió en que Lindell no le persuadió para que se deshiciera de las máquinas de votación de Dominion.

“Lo único que quería en todo este proceso era transparencia y verdad”, dijo Crye.

Denunció la campaña de destitución como un juego de poder político de los demócratas. El comité que lo organizó incluye a veteranos agentes políticos demócratas: Silberstein fue portavoz del exgobernador del estado de Washington Gary Locke, y Judy Salter trabajó para Lloyd Bentsen, difunto senador federal por Texas. Silberstein y Salter viven en el condado de Shasta.

Los organizadores señalan que más de la mitad de las personas que firmaron la petición de destitución son republicanos inscritos o personas que no están inscritas en ningún partido político, y que cerca del 23% de las firmas proceden de votantes republicanos.

“Cambiar el equilibrio de poder en ese consejo es vital para que volvamos a un gobierno estable, seguro, racional y fiscalmente responsable”, dijo Silberstein.

Pase lo que pase el martes, Crye dice que podrá seguir tomando la mano de su mujer cuando vayan a pasear por el puente Sundial de Redding. Está diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava y es famoso por su aguja que marca la hora en los días soleados de verano con una sombra que se arrastra por las orillas del río Sacramento.

“Podré mantener la cabeza muy alta sabiendo que serví a lo que creía hasta el último momento”, dijo.

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The Associated Press recibe apoyo de varias fundaciones privadas para mejorar su cobertura explicativa de las elecciones y la democracia. La AP es la única responsable de todos los contenidos.

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