Científicos descubren antepasados humanos que probablemente se masacraron y comieron unos a otros
Los hallazgos enfatizan el valor que tienen las colecciones de los museos para proporcionar nuevos conocimientos sobre la evolución humana y los homínidos
La comunidad científica identificó la evidencia más antigua que sugiere la presencia de canibalismo en especies de parientes cercanos a los homo sapiens, que probablemente se masacraron y se comieron entre sí.
El estudio, publicado el lunes en la revista Scientific Reports, evaluó nueve cortes en un hueso de espinilla izquierda de 1,45 millones de años de antigüedad de un pariente de los humanos modernos encontrado en el norte de Kenia.
Los investigadores, incluidos los del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian en los Estados Unidos, dicen que las marcas de corte parecen haber sido causadas por daños infligidos por herramientas de piedra.
Proponen que podría ser el caso más antiguo de canibalismo jamás descubierto en una especie de homínido. Los científicos subrayan que el hallazgo se respalda en pruebas de alto grado de certeza y especificidad.
“La información que tenemos nos indica que los homínidos probablemente se estaban comiendo a otros homínidos hace al menos 1,45 millones de años”, explicó la coautora del estudio, Briana Pobiner.
“Hay muchos otros ejemplos de especies del árbol evolutivo humano que se han consumido entre sí para nutrirse, pero este fósil sugiere que los parientes de nuestra especie se estaban comiendo unos a otros para sobrevivir más en el pasado de lo que reconocíamos”, aseveró la Dra. Pobiner.
Los investigadores encontraron por primera vez el hueso de la espinilla fósil en las colecciones del Museo Nacional de Nairobi de los Museos Nacionales de Kenia mientras buscaban pistas sobre qué depredadores prehistóricos podrían haber estado cazando y comiendo a los parientes antiguos de los humanos.
Al mirar la espinilla en busca de marcas de mordeduras de bestias extintas con una lupa de mano, la Dra. Pobiner notó lo que de inmediato le pareció evidencia de matanza.
Luego envió moldes de los cortes hechos con el mismo material que usan los dentistas para crear impresiones de los dientes.
Luego, los investigadores crearon escaneos 3D de los moldes y compararon la forma de las marcas con una base de datos de 898 marcas individuales de dientes, matanza y pisoteo creadas a través de experimentos controlados.
Los científicos pudieron identificar positivamente nueve de las 11 marcas como coincidencias claras con el tipo de daño infligido por las herramientas de piedra y las otras dos como posibles marcas de mordeduras de un felino grande.
Si bien las marcas de corte por sí solas no prueban que el pariente humano que las infligió también se haya comido la pierna, la Dra. Pobiner sospecha que este era el escenario más probable.
Afirma que los cortes están ubicados en la espinilla, donde un músculo de la pantorrilla se habría adherido al hueso, un buen lugar para cortar si el objetivo es extraer un trozo de carne.
También se encontró que las marcas estaban todas orientadas de tal manera que una mano empuñando una herramienta de piedra podría haberlas hecho todas en sucesión sin cambiar el agarre o ajustar el ángulo de ataque.
“Estas marcas de corte se parecen mucho a lo que he visto en fósiles de animales que estaban siendo procesados para el consumo. Parece más probable que se comieran la carne de esta pierna y que se la comieran para nutrirse y no para un ritual”, dijo la Dra. Pobiner.
Sin embargo, los científicos sostienen que no hay suficiente evidencia para inferir de manera concluyente que esto es un signo de canibalismo, ya que eso requeriría que el devorador y el devorado provengan de la misma especie.
Si bien se sabe que el hueso fósil es de una especie de homínido, los afirman que no hay suficiente información para asignar el espécimen a una especie particular de homínido.
Dicen que el uso de herramientas de piedra tampoco reduce qué especies podrían haber estado cortando.
Algunos investigadores han cuestionado aún más la suposición que alguna vez fue común de que solo un género, Homo, fabricaba y usaba herramientas de piedra.
Si bien esta evidencia fósil puede ser un rastro de canibalismo prehistórico, también es probable que haya sido un caso de un ancestro humano o una especie emparentada que devoró a una especie prima.
También es difícil inferir algo sobre el orden de los eventos que ocurrieron en función de las marcas de mordeduras, observan los investigadores.
Dicen que un león pudo haber hurgado en los restos después de que los homínidos quitaran la mayor parte de la carne del hueso de la pierna o que un felino pudo haber matado a un desafortunado homínido y probablemente fue ahuyentado para que los homínidos oportunistas aprovecharan la matanza.
Sin embargo, los hallazgos enfatizan el valor que tienen las colecciones de los museos, concluyen los investigadores.
Traducción de Michelle Padilla