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ADN del “calamar vampiro del infierno” arroja luz sobre la evolución del pulpo

Con su inusual combinación de rasgos, esta criatura de las profundidades marinas ayudó a descubrir que las especies modernas de cefalópodos surgieron de un ancestro común

Vishwam Sankaran
Lunes, 01 de diciembre de 2025 07:03 EST
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Los científicos han secuenciado por primera vez el genoma del escurridizo “calamar vampiro del infierno”, lo que permite comprender mejor el origen de cefalópodos como los pulpos.

Se trata del mayor genoma de cefalópodo secuenciado hasta la fecha, con más de 11.000 millones de moléculas base de ADN, el doble que el mayor genoma conocido de calamar y cuatro veces mayor que el genoma humano.

Los investigadores descubrieron que la enigmática criatura de las profundidades marinas conservaba partes de una especie antigua, lo que sugiere que sus primos pulpos modernos también evolucionaron a partir de antepasados parecidos a los calamares.

Con su cuerpo oscuro, grandes ojos que parecen rojos o azules y telarañas en forma de capa entre los brazos, la especie recibe el apodo científico de Vampyroteuthis infernalis, literalmente el “calamar vampiro del infierno”. No chupa sangre, como su nombre indica, sino que se alimenta tranquilamente de residuos orgánicos.

A pesar de estar clasificado como pulpo, el calamar vampiro comparte características con los calamares y las sepias.

Calamar vampiro
Calamar vampiro (Universidad de Viena)

Para entender cómo se originó la especie, científicos del Instituto Nacional de Tecnología de la Facultad de Wakayama, Japón, descodificaron su genoma y lo compararon con el de otros cefalópodos, como el pulpo pelágico, para trazar la dirección de los cambios de su ADN a lo largo del tiempo evolutivo.

Los hallazgos ayudaron a reconstruir y analizar un capítulo clave de la evolución de los cefalópodos.

Los cefalópodos “modernos” se dividieron hace más de 300 millones de años en dos linajes principales: los Octopodiformes de ocho brazos, como los pulpos y el calamar vampiro, y los Decapodiformes de diez brazos, como los calamares y las sepias.

Aunque el calamar vampiro tiene ocho brazos como un pulpo, comparte características genómicas clave con los calamares y las sepias, ocupando una posición intermedia entre estos linajes.

“El calamar vampiro se sitúa justo en la interfaz entre pulpos y calamares”, afirmó Oleg Simakov, autor principal del estudio publicado en iScience. Añadió: “Su genoma revela profundos secretos evolutivos sobre cómo dos linajes sorprendentemente diferentes pudieron surgir de un ancestro compartido”.

“Aunque está clasificado como pulpo, el calamar vampiro conserva una herencia genética anterior a ambos linajes. Nos ofrece una visión directa de las primeras etapas de la evolución de los cefalópodos”, afirma Emese Tóth, otro de los autores del estudio, de la Universidad de Viena.

El análisis del genoma reveló que el antepasado común de pulpos y calamares era más parecido al calamar de lo que se creía. Según los científicos, este ancestro sufrió en algún momento una reorganización a gran escala del genoma, lo que contribuyó a la notable diversidad de los cefalópodos modernos.

Traducción de Sara Pignatiello

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