Astrónomos descubren que Saturno tiene un núcleo de “lodo” tan poderoso que mueve anillos del planeta
Los científicos originalmente pensaron que el centro del gigante gaseoso era una dura bola de roca, pero nuevos hallazgos cuestionan esa teoría
Se ha descubierto que Saturno tiene un núcleo como “lodo” que es lo suficientemente potente como para causar ondulaciones en los anillos del planeta.
Los sorprendentes hallazgos contradicen lo que los astrónomos pensaban anteriormente sobre el planeta. En lugar de una dura bola de roca en el centro del gigante gaseoso, existe una difusa amalgama “difusa” de hielo, roca y fluidos metálicos.
“Utilizamos los anillos de Saturno como un sismógrafo gigante para medir las oscilaciones en el interior del planeta”, afirma Jim Fuller, profesor adjunto de astrofísica teórica en Caltech y coautor del nuevo estudio, “A diffuse core in Saturn revealed by ring seismology”, publicado en Nature Astronomy.
“Es la primera vez que podemos sondear sísmicamente la estructura de un planeta gigante gaseoso, y los resultados fueron bastante sorprendentes”, añadió, aunque la idea de utilizar las oscilaciones de Saturno como un sismógrafo improvisado para estudiar su interior se planteó por primera vez a principios de la década de 1990.
Las ondulaciones gravitacionales hacen que la superficie del planeta se mueva aproximadamente un metro cada dos horas, como un lago ondulante, y los anillos que rodean a Saturno recogen las perturbaciones y se mueven ellos mismos.
Aunque el interior de Saturno está “chapoteando” en su conjunto, se compone de muchas capas estables con material más pesado que se hunde en el centro del planeta y material más ligero que flota en la parte superior.
“Para que el campo gravitatorio del planeta oscile con estas frecuencias particulares, el interior debe ser estable, y eso sólo es posible si la fracción de hielo y roca aumenta gradualmente a medida que se avanza hacia el centro del planeta”, dice Fuller.
El hidrógeno y el helio gaseosos del centro del planeta son similares a los océanos de la Tierra, donde la proporción de sal respecto al agua aumenta en función de la profundidad, creando una configuración estable, explica el autor principal del estudio e investigador postdoctoral asociado en ciencias planetarias Christopher Mankovich.
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Estos resultados indican que el núcleo de Saturno es 55 veces mayor que el de toda la Tierra, con solo 17 veces la masa de nuestro planeta siendo únicamente hielo y roca. También es posible que Júpiter, el otro gigante gaseoso de nuestro sistema solar, tenga un núcleo similar, y plantee más preguntas sobre la formación de tales cuerpos.
Los modelos actuales sobre la formación de los gigantes gaseosos sugieren que los núcleos rocosos se forman primero y luego atraen grandes envolturas de gas; sin embargo, si los núcleos de los planetas son tan fangosos como se ha sugerido, el gas podría ser un componente mucho más temprano del proceso de formación.