Es más probable que vida extraterrestre evolucione en planetas pequeños y sus lunas, sugieren científicos
Los planetas grandes atraen escombros de las colisiones que impiden la formación de lunas, lo que evita que los satélites realicen tareas de soporte vital
Los científicos han sugerido que las lunas capaces de albergar vida extraterrestre solo pueden formarse alrededor de pequeños planetas.
La Luna de la Tierra es vital para la propagación de la vida: controla las mareas de los océanos y, a su vez, los ciclos de vida biológicos de los organismos, también estabiliza el giro de nuestro planeta.
Sin embargo, nuestro propio satélite se distingue porque es bastante grande en comparación con el tamaño de la Tierra. Es posible que otros planetas no puedan sostener cuerpos similares.
“Al comprender las formaciones lunares, tenemos una mejor restricción sobre qué buscar cuando buscamos planetas similares a la Tierra, declaró Miki Nakajima, profesora asistente de ciencias ambientales y de la tierra en la Universidad de Rochester, quien dirigió la investigación.
“Esperamos que las exolunas [lunas que orbitan planetas fuera de nuestro sistema solar] estén en todas partes, pero hasta ahora no hemos confirmado ninguna. Nuestras restricciones serán útiles para futuras observaciones”.
Históricamente, los científicos han creído que nuestra Luna se originó por una colisión entre un impactador del tamaño de Marte y la Tierra hace casi 4.500 millones de años, pero Nakajima y sus colegas querían examinar si un impacto similar podría causar la formación de lunas en planetas hipotéticos de roca y hielo similares a la Tierra.
Los investigadores encontraron que los planetas rocosos con seis veces la masa de la Tierra y los planetas helados del mismo tamaño que la Tierra no pudieron formar lunas.
Si bien el impacto en nuestro planeta formó el disco parcialmente vaporizado que finalmente se convirtió en la Luna, estos planetas produjeron discos vaporizados por completo que no pueden formar lunas. Esto se debe a que las lunas formadas por un disco completamente vaporizado vuelven a caer rápidamente en el planeta, mientras que los discos parcialmente vaporizados no lo hacen.
“Descubrimos que si el planeta es demasiado grande, estos impactos producen discos completamente de vapor porque los impactos entre planetas masivos por lo usual son más energéticos que entre planetas pequeños”, dice Nakajima.
“Como resultado, concluimos que un disco hecho por completo de vapor no es capaz de formar lunas fraccionariamente grandes”, aclara Nakajima. “Las masas planetarias deben ser más pequeñas que los umbrales que identificamos para producir tales lunas”.
Como tal, Nakajima sugiere que la búsqueda de vida extraterrestre en planetas con lunas adecuadas debería centrarse en planetas más pequeños, no en los más grandes, porque es más probable que alberguen lunas más grandes. Los investigadores han detectado miles de exoplanetas y posibles exolunas, pero aún tienen que detectar una luna que orbite un planeta fuera de nuestro propio Sistema Solar.