Extraterrestres podrían vivir en este planeta imaginario, según científicos, y ahora tenemos que encontrarlo
Los científicos han imaginado cómo sería un planeta similar a la Tierra que orbitara relativamente cerca, y ahora se dispondrán a encontrarlo.
Los investigadores buscan vida extraterrestre de varias formas: el Telescopio Espacial James Webb comienza sus primeras observaciones. Otros equipos como el Extremely Large Telescope y demás buscarán planetas similares al nuestro.
De particular interés para esos investigadores son las estrellas similares al Sol más cercanas a nuestra Tierra, conocidas como α Centauri A y α Centauri B. Su proximidad y similitud con nuestra propia estrella significa que podrían ser un lugar útil para buscar otros tipos de vida.
Para ayudar en esa búsqueda, los investigadores de ETH Zurich realizaron simulaciones detalladas de cómo podría verse un hipotético planeta rocoso, que orbite en la zona habitable de esas estrellas. Dado que tenemos observaciones detalladas de las propias estrellas, los científicos pueden decir con cierta confianza cómo podría constituirse un posible planeta.
Descubrieron que el planeta se vería bastante similar al nuestro. Sería capaz de almacenar agua como nuestra Tierra, además de tener algunas diferencias importantes como ser menos activo geológicamente.
Los científicos ahora esperan que el trabajo hipotético pueda informar la búsqueda real de planetas como el nuestro. Un trabajo como este podría ayudar a guiar la construcción y el uso de infraestructura como telescopios espaciales y terrestres, dicen los científicos.
La probabilidad de encontrar un hermano mayor para la Tierra podría ser buena, dicen los investigadores. Entre 2022 y 2035, las dos estrellas estarán lo bastante separadas como para tener buena suerte en la búsqueda sin que la contaminación lumínica de una afecte a la otra, aseguran los científicos.
Los investigadores informan sobre sus hallazgos en un artículo, ‘A model Earth-sized planet in the habitable zone of Centauri A/B’, publicado en The Astrophysical Journal.