Casa Blanca confirma boicot total de Juegos Olímpicos de Beijing a pesar de amenaza de China de “contramedidas firmes”
La retirada de la administración Biden pretende enviar un mensaje a China en el escenario internacional sin restringir la participación de los atletas estadounidenses
En unión a un coro global de llamados a un boicot diplomático de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 en Beijing, la administración Biden anunció el lunes que ningún funcionario del gobierno de EE.UU. asistirá al evento deportivo mundial que se celebrará en China en febrero, según informes.
La retirada de la administración Biden pretende enviar un mensaje a China en el escenario internacional sin restringir la participación de los atletas estadounidenses. La medida fue anunciada por la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
“La administración Biden no enviará ninguna representación diplomática u oficial a los Juegos Olímpicos de Invierno y Paralímpicos de 2022, dado el genocidio y los crímenes contra la humanidad en curso [de China] en Xinjiang y otros abusos de los derechos humanos”, dijo Psaki. También agregó: "Los atletas del equipo de EE.UU. tienen todo nuestro apoyo".
En una respuesta contundente a la decisión anticipada de Estados Unidos, China acusó a los políticos de Washington de ostentar la controversia y amenazó con invocar “contramedidas firmes”, sin compartir más detalles acerca de su represalia.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Zhao Lijian, que calificó la medida como una “provocación política absoluta”, dijo: “Sin ser invitados, los políticos estadounidenses continúan su promoción del llamado boicot diplomático de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, que es pura ilusión y grandilocuencia.
“Si el lado estadounidense está decidida a seguir su propio curso, China tomará contramedidas firmes”, expresó Zhao.
Se produce en medio de llamados a un boicot diplomático por parte de varias naciones occidentales, incluidos el Reino Unido y Australia, en protesta contra las violaciones de derechos humanos de China.
Poco después de una llamada con su homólogo chino, Xi Jinping, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había indicado en noviembre que podría considerar un boicot diplomático a los juegos.
“El presidente Biden expresó su preocupación por las prácticas [de la República Popular China] en Xinjiang, Tíbet y Hong Kong, así como por los derechos humanos en general”, según la declaración de la Casa Blanca.
El mes pasado también se le hizo al una recomendación formal presidente Biden de un boicot diplomático de los juegos, que se esperaba que aprobara antes de fines de noviembre.
Este será el segundo boicot de los Juegos Olímpicos por parte de Estados Unidos en 41 años, el anterior se convocó bajo la administración del presidente Jimmy Carter en 1980.
La administración Biden había estado bajo una creciente presión de activistas y miembros del Congreso para retirar la participación de sus funcionarios en los juegos.
Al señalar el historial de derechos humanos de China en mayo de este año, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, también instó por un boicot diplomático sin castigar a los atletas de casa.
La administración Biden ha descrito el abuso de los musulmanes uigures en la provincia china de Xinjiang bajo el gobierno de Xi como un “genocidio” en curso.
Los activistas dijeron que los juegos se llevarán a cabo en China en medio de “una de las peores medidas severas en el mundo contra la libertad, la democracia y los derechos humanos”.
Una coalición de por lo menos 86 organismos mundiales de los derechos humanos se unió a la campaña “#NoBeijing2022”, y dijo que la “implacable represión de China en China, el Tíbet, el este de Turkestán, el sur de Mongolia y Hong Kong se ha profundizado bajo el presidente Xi Jinping”.
La coalición ha citado la detención de al menos dos millones de musulmanes uigures en “campos de reeducación” y su sometimiento a la tortura, la ocupación del Tíbet, la implementación de una nueva ley polémica de seguridad nacional en Hong Kong y la detención y desaparición de “innumerables abogados, feministas y activistas chinos”.
También señaló las violaciones de los derechos humanos de los mongoles del sur, la “intimidación y acoso geopolítico de Taiwán” y la expansión agresiva de Beijing en el Mar de China Meridional en la frontera entre India y Tíbet, lo que representa una “clara amenaza para la seguridad de la región y del mundo”.