Joe Biden promete “seguir presionando” para combatir violencia armada en aniversario del tiroteo de Sandy Hook
El presidente se ha visto sometido a una presión cada vez mayor para hacer frente a la violencia con armas de fuego en Estados Unidos tras el último tiroteo masivo en Oxford, Michigan, el mes pasado
Joe Biden promete “seguir presionando” para combatir la violencia armada en el aniversario del tiroteo de Sandy Hook
El presidente se ha visto sometido a una presión cada vez mayor para hacer frente a la violencia con armas de fuego en Estados Unidos tras el último tiroteo masivo en Oxford, Michigan, el mes pasado
Joe Biden ha prometido “mantener la presión” para hacer frente a la violencia con armas de fuego en su intervención en el noveno aniversario del tiroteo masivo en la escuela primaria Sandy Hook de Newtown (Connecticut).
En una declaración pregrabada en vídeo publicada el martes, el presidente describió la masacre de 2012 como “uno de los días más tristes” durante su etapa como vicepresidente del presidente Barack Obama y dijo que las familias de las víctimas merecen “acción”.
El 14 de diciembre de 2012, 26 personas, entre ellas 20 estudiantes de apenas seis y siete años y seis adultos del personal, fueron asesinados a tiros por Adam Lanza, de 20 años, en la escuela primaria Sandy Hook.
Biden comentó el martes que está pidiendo al Senado que apruebe tres leyes de control de armas de gran alcance después de una serie de tiroteos masivos en todo Estados Unidos en los últimos meses.
“Hay tres proyectos de ley de sentido común para reducir la violencia con armas de fuego que el Senado debería aprobar ahora mismo, con mucho retraso”, expresó.
“Uno de ellos exige una comprobación más exhaustiva de los antecedentes para la venta de armas, otro es para mantener las armas fuera de las manos de los delincuentes.
“Mi legislación Build Back Better, que haría una inversión histórica de US$5.000 millones en programas de prevención de la violencia comunitaria y de intervención para apoyar a los líderes de confianza que trabajan directamente con las personas que tienen más probabilidades de cometer delitos con armas de fuego o de convertirse en víctimas de las mismas, antes de que sea demasiado tarde”.
Biden afirmó que “estos programas funcionan” y reconoció la “frustración” que existe en torno a la lucha contra la violencia armada, pero dijo que es importante mantener la esperanza.
“De nuevo, sé que nuestros políticos están frustrados y pueden serlo, y en particular lo están ahora, pero no podemos perder la esperanza, no podemos detenernos”, señaló.
Los comentarios de Biden se producen en un momento en el que se le presiona cada vez más para que cumpla sus promesas electorales de hacer frente a lo que él describe como la “epidemia de violencia con armas de fuego” que asola Estados Unidos.
Desde que asumió el cargo, la violencia con armas de fuego se ha disparado, con 658 tiroteos masivos en lo que va de 2021, según cifras del Gun Violence Archive.
Hace apenas dos semanas, cuatro estudiantes fueron asesinados a tiros en un instituto de Oxford, Michigan, cuando un compañero abrió presuntamente fuego en los pasillos.
El presunto hombre armado -Ethan Crumbley, de 15 años- ha sido acusado como adulto de 24 cargos, entre ellos terrorismo y asesinato. El motivo no está claro.
La masacre del 30 de noviembre marcó el peor tiroteo en una escuela desde 2018, cuando un hombre armado adolescente asesinó a 17 personas en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida.
Tras el tiroteo del mes pasado en Michigan, Manuel Oliver -el padre de una de las víctimas de Parkland, Joaquín Oliver- ha acampado frente a la Casa Blanca exigiendo hablar con el presidente sobre lo que está haciendo para abordar la violencia armada.
Oliver declaró a The Independent la semana pasada que la aparente inacción de la administración Biden le había hecho pensar que la violencia con armas no era una prioridad.
“No veo ninguna respuesta de la administración que demuestre que esto es realmente una prioridad”, reclamó.
El discurso de Biden se produce cuando Manuel Oliver entra en su decimotercer día fuera de la Casa Blanca, y su campaña gana atención nacional.
“Amigos, hoy hace nueve años, las familias de Newtown se vieron especialmente afectadas”, subrayó el presidente en el discurso grabado.
“No importa el tiempo que haya pasado, cada una de esas familias revive las noticias que recibieron ese día”.
“Veinte preciosos alumnos de primer grado, seis heroicos educadores, un hombre armado solitario en un acto de violencia desmedido”.
“Todo cambió esa mañana para ustedes y la nación quedó conmocionada”.
Biden, que ha dicho en repetidas ocasiones que ha “vencido a la NRA dos veces”, pasó a destacar su propio historial de lucha contra la violencia armada.
“Ayudé a vencer a la NRA dos veces, dos veces, y se puede volver a hacer. Tenemos que seguir presionando”, recalcó.
El presidente dijo que “estuvo a punto” de presentar una ley tras la masacre de Sandy Hook, pero admitió que “se quedó corto”.
Como vicepresidente, a Biden se le encomendó la revisión de las políticas de armas del país tras la masacre de Sandy Hook.
Biden propuso 23 medidas ejecutivas y tres leyes, antes de centrarse en intentar que el Congreso aprobara un proyecto de ley que ampliara los controles de antecedentes. El proyecto de ley fracasó.
“A medida que íbamos conociendo y yo iba conociendo a muchos de ustedes personalmente, hablé con cada una de sus familias y encontré esperanza en su fuerza, ya que cambiaron la esperanza por el propósito de cambiar las leyes y la cultura en torno a la violencia con armas de fuego”, manifestó el presidente.
“En aquel momento recuerdo que gracias a su liderazgo formamos una amplia coalición y promulgamos más de 20 órdenes ejecutivas”.
“Estuvimos cerca de legislar, pero nos quedamos cortos”.
Continuó: “Fue tan condenadamente frustrante y sigue siendo frustrante ahora para ti y para mí y para muchos otros, y para Parkland, Florida, y Oxford, Michigan, y para innumerables comunidades de todo el país, que haya estos horribles tiroteos que aparecen en los titulares nacionales y nos avergüenzan como nación”.
“Y para muchos otros, todos los días, particularmente para las comunidades negras y marrones hay el equivalente a un tiroteo masivo del que ni siquiera escuchamos”.
“Como nación les debemos a todas estas familias más que nuestras oraciones, les debemos acción”.
El presidente expuso sus medidas desde que llegó a la Casa Blanca para aplicar un mayor control de las armas.
“Desde mis primeros meses como presidente apoyé el freno a la proliferación de armas fantasma, la represión de los traficantes de armas sin escrúpulos, la promoción del almacenamiento seguro de armas de fuego”, aseveró.
“Ya saben que en mi American Rescue Plan, que es una forma elegante de decir una inversión histórica de US$450.000 millones, animamos a los estados y a las ciudades a utilizar ese dinero para reducir la violencia con armas de fuego, entre otras cosas”.
“En mi presupuesto pido que se duplique el financiamiento para la investigación sobre la prevención de la violencia con armas de fuego, incluyendo el examen de la violencia con armas de fuego como una amenaza para la salud pública, que es en mi opinión”.
En abril, Biden anunció seis medidas ejecutivas para hacer frente a la violencia con armas de fuego, entre las que se incluyen la represión de las armas fantasma y la inversión en intervenciones contra la violencia en la comunidad basadas en pruebas. Sin embargo, carece de apoyo en el Senado para conseguir que las medidas se conviertan en ley.
Biden dijo que su “corazón está deshecho” por todos los afectados por la violencia armada: “Que Dios los bendiga a todos y que Dios bendiga a los seres queridos que han dejado atrás”.