Un día en el hipódromo: los venezolanos encuentran alegría pese a la agitación política
Las gradas rugieron cuando Silk Eyes rebasó galopando a Mr. Thunder en la recta final. Adultos y niños, algunos corriendo para llegar a las barreras y tener una mejor vista, chasqueaban los dedos como si quisieran que el potro fuera más rápido. Estallaron en vítores cuando cruzó la línea de meta.
La multitud, compuesta principalmente por personas de bajos ingresos en el hipódromo de la capital de Venezuela, disfrutó el domingo de un día de carreras que atrajo a jinetes de Estados Unidos y otros lugares, a pesar del clima político cada vez más tenso que los rodea. La prolongada crisis de su país los ha acostumbrado a la imprevisibilidad. Años de promesas o amenazas políticas, incluso de un posible ataque militar de Estados Unidos en suelo venezolano, ahora apenas los conmueven.
“Dadas las circunstancias y la situación de Venezuela, todos tenemos esa incertidumbre y una angustia”, dijo la aficionada Mari Alegría el domingo, después de que Silk Eyes ganó la séptima de 13 carreras. “Pero seguimos adelante y así como uno trabaja, también uno se tiene que divertir”.
Clima político tenso
El país sudamericano está terminando otro año marcado por una compleja crisis social, política y económica que comenzó cuando Nicolás Maduro asumió la presidencia en 2013. Él, nuevamente, promete seguir siendo el presidente de Venezuela por años. Sus opositores, una vez más, prometen terminar con su mandato pronto. Pero a diferencia de otros años, activos militares de Estados Unidos están desplegados frente a la costa caribeña del país y el presidente estadounidense Donald Trump amenaza constantemente con atacar.
Las amenazas son parte de la estrategia de la administración Trump para presionar a Maduro, quien fue acusado de narcoterrorismo en Estados Unidos en 2020, durante el primer mandato de Trump.
La Casa Blanca ha dicho que la operación militar, que comenzó en el Caribe y luego se expandió al océano Pacífico oriental, tiene como objetivo detener el flujo de drogas hacia Estados Unidos. La operación ha causado la muerte de más de 80 personas, entre ellas venezolanos.
Maduro, quien niega las acusaciones relacionadas con drogas, y sus aliados denuncian que el verdadero propósito de la operación es forzar un cambio de gobierno en Venezuela.
Días antes de la carrera, Trump intensificó su campaña contra Maduro, cuando comandos estadounidenses descendieron de helicópteros para incautar un buque petrolero cerca de la costa de Venezuela que transportaba decenas de millones de dólares en crudo ilícito. El petróleo es la columna vertebral de la economía venezolana.
La líder opositora y ganadora del Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, en una entrevista transmitida el domingo en el programa de noticias “Face the Nation”, expresó su apoyo a la incautación. Argumentó que, como una “estructura criminal”, el gobierno de Maduro sufrirá “cuando se corten los ingresos de sus actividades criminales”. Los ingresos, dijo, incluyen petróleo, drogas, oro, armas y tráfico y contrabando de personas.
“Por eso creemos que era tan importante aplicar la ley, y hemos estado pidiendo esto durante años, así que finalmente está sucediendo”, afirmó Machado desde Noruega, donde apareció en público por primera vez la semana pasada después de esconderse en un lugar no revelado en Venezuela durante 11 meses. “Por eso creo que el régimen tiene sus días contados”, agregó.
Día en el hipódromo
Nada de esto parecía importar en el hipódromo.
“Si es verdad que todos los venezolanos estamos en zozobra (pensando) qué va a pasar y esas cosas”, comentó Luigi Achique, quien visita el hipódromo regularmente, comentó sosteniendo una revista de carreras que había marcado con sus apuestas. “Pero más que todo, los domingos vengo para acá como a distraerme. Uno no sabe qué va a pasar”.
Cerca, una sección de las gradas estaba dedicada a trabajadores del gobierno y miembros uniformados de una milicia civil pro-Maduro.
Mientras se llevaban a cabo las carreras, los niños formaban largas filas para usar una variedad de castillos inflables instalados junto a la pista. Pero en muchas familias, los niños eran los interesados en las carreras, no los adultos.
“A los niños les encantan lo que es la carrera de caballos, les fascina”, comentó Roxany Hernández dijo mientras su hijo de 10 años y otros niños intentaban tomar fotos de los jinetes. “A pesar de las dificultades, estamos trabajando, estamos disfrutando”.
Entre los jinetes que la multitud animó estaba la estadounidense Katie Davis, quien llevó a Silk Eyes a la victoria, a pesar de una alerta de viaje de Estados Unidos que advertía a los ciudadanos contra visitar el país enviada antes de que comenzara la operación militar a principios de este año.
Davis explicó que llegó a Venezuela horas antes del evento. Comentó que “estaba un poco nerviosa por estar” en Venezuela, pero también “se sintió muy segura”.
“Todos tienen su opinión al respecto”, comentó la jinete sobre su visita. “Es como la vida en general, puedes escuchar o puedes hacer lo que crees que es mejor. Al final del día, es tu vida en juego, al igual que las carreras de caballos, nuestras vidas están en juego, y yo vengo en paz”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.





