Tribunal Electoral salvadoreño confirma la reelección de Bukele con el 84,65% de los votos
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador declaró el sábado firme el escrutinio final que confirma que el joven empresario Nayib Bukele ganó las elecciones presidenciales y seguirá gobernando el país por otros cinco años.
“Se declaran electos presidente y vicepresidente de la República de El Salvador al señor Nayib Armando Bukele Ortez y al señor Félix Ulloa hijo, respectivamente postulados por el partido político Nuevas Ideas”, indicó el Tribunal en el acta del escrutinio final suscrita por los cinco magistrados propietarios.
El acta oficializó que, procesadas las 8.562 actas de las juntas receptoras del voto nacional y las actas del voto en el exterior, Bukele alcanzó 2.701.725 sufragios, equivalentes al 84,65% de los votos válidos.
En el segundo lugar quedó Manuel Flores, del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN con 204.167 votos, un 6,40%), mientras que Joel Sánchez, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), alcanzó 177.881 votos válidos, un 5,57%, seguido del excapitán del ejército Luis Parada, de Nuestro Tiempo, con 65.076 votos, el 2,4%.
Javier Renderos, de Fuerza Solidaria, obtuvo 23.473 votos, el 0,74%, y Marina Murillo de Fraternidad Patriótica Salvadoreña, logró 19.293, el 0,60% de los votos válidos.
Según el Código Electoral, las elecciones las gana el que consiga la mitad más uno de los votos válidos emitidos.
La victoria de Bukele confirmó los pronósticos de todas las encuestas, entre ellas la de la Universidad José Simeón Cañas (UCA), dirigida por jesuitas, en la que Nuevas Ideas aparecía con 81,1% de intención de voto.
Este será el segundo mandato de cinco años de Bukele, quien en 2019 ganó en la primera vuelta, en la que superó a una coalición de partidos de derecha. Asumirá el nuevo mandato el 1 de junio.
El presidente salvadoreño, que goza de una alta popularidad, basó su campaña en el combate a las temibles pandillas y advirtió a los salvadoreños que si su partido no ganaba las elecciones presidenciales y legislativas se ponía en riesgo la guerra contra estas organizaciones criminales.
Pese a los constantes cuestionamientos de partidos políticos y organismos defensores de los derechos humanos a su candidatura —por contravenir la prohibición constitucional que impide la reelección inmediata—, Bukele logró que el poder judicial la habilitara.
Poco después del cierre de la votación del domingo 4 de febrero, y en un acto que concentró a miles de sus seguidores en la Plaza Cívica del centro histórico de San Salvador, pese a que aún no había resultados oficiales, Bukele se proclamó ganador y dijo que había roto “todos los récords de todas las democracias en toda la historia”.