Residentes siguen conmocionados tras operativo de migración en el parque MacArthur de Los Ángeles
Hector Velasquez estaba jugando cartas con amigos en el Parque MacArthur de Los Ángeles el lunes temprano cuando un joven con un megáfono pasó anunciando que agentes federales iban en camino. Otro hombre pasó en un auto, gritando por la ventana: "¡Migración va a venir!".
Las personas en el grupo de Velasquez que no tenían estatus legal se dispersaron. Otros con ciudadanía de Estados Unidos, como Velasquez, se quedaron para ver qué pasaba.
Dos horas después, los agentes federales y los soldados de la Guardia Nacional llegaron, con armas y caballos. Para entonces, el parque que normalmente está lleno de vendedores estaba mayormente vacío. Los activistas también habían difundido la noticia sobre la redada en las redes sociales.
Después de revisar el parque, el convoy que incluía vehículos blindados se fue tan repentinamente como había llegado, dijo Velasquez.
Describió la escena el martes mientras una vez más estaba sentado en el parque jugando cartas, esta vez sólo con aquellos que tenían la ciudadanía estadounidense.
Velasquez, quien es oriundo de El Salvador, señaló cuando vio los tanques pensó que era una guerra.
El Departamento de Seguridad Nacional no quiso decir cuál era el propósito del operativo, ni por qué terminó abruptamente o si alguien había sido arrestado. La agencia señaló en un correo electrónico que no comentaría sobre "operaciones de cumplimiento en curso."
Pero las autoridades locales dijeron que parecía diseñado para sembrar miedo. La alcaldesa Karen Bass tenía planeado ofrecer una conferencia de prensa el martes por la tarde para explicar cómo Los Ángeles desafiará lo que ella dice son redadas de inmigración ilegales.
El parque es un centro de vida inmigrante
Los inmigrantes de toda el área metropolitana de Los Ángeles han estado en vilo durante semanas desde que el gobierno federal intensificó los arrestos en lavaderos de autos, estacionamientos de tiendas de Home Depot, tribunales de inmigración y una variedad de negocios. Los rumores de una próxima redada en el Parque MacArthur habían estado circulando. El parque se encuentra en un área que alberga muchas poblaciones mexicanas, centroamericanas y otras inmigrantes que ha sido apodada por las autoridades locales como la "Isla Ellis de la Costa Oeste".
A sólo 3 kilómetros (2 millas) al oeste del centro, el Parque MacArthur tiene un lago rodeado de palmeras, un anfiteatro que alberga conciertos de verano y campos deportivos donde las familias inmigrantes se alinean para jugar fútbol por las tardes y los fines de semana. Una vía en el lado este a menudo está llena de puestos de comida que venden tacos y otras delicias, junto con vendedores que hablan múltiples idiomas y venden camisetas, juguetes, chucherías y artículos para el hogar.
Fernando Rodriguez cerró su tienda de variedades cerca del parque el lunes después de ver volantes en el vecindario de Westlake advirtiendo sobre el operativo de inmigración ese día.
Estaba abierto de nuevo el martes, pero dijo que los negocios cercanos, incluidos restaurantes peruanos y tailandeses, han estado tranquilos en las semanas desde que comenzó la represión federal.
Comentó que no hay gente en la calle, cuando generalmente estaría llena de peatones en una mañana soleada.
Grupo advirtió sobre acción de cumplimiento
Jorge-Mario Cabrera, portavoz de la Coalición de Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Ángeles, dijo que había rumores de que podría haber una acción de cumplimiento alrededor del Parque MacArthur, y la Red de Respuesta Rápida de Los Ángeles tenía voluntarios monitoreando el área desde las seis de la mañana del lunes.
La red envía observadores que se comunican a través de la aplicación de mensajería Signal. Cabrera dijo que el grupo no publica contenido al público en general ni administra su propio sitio web.
El martes, comentó que las calles que rodean el parque han estado inusualmente vacías en las últimas semanas, ya que muchos vendedores no han salido. No estaba seguro si se fueron del área por preocupaciones sobre las redadas de inmigración intensificadas.
Más de 4.000 miembros de la Guardia Nacional de California y cientos de marines de Estados Unidos han sido desplegados en Los Ángeles desde junio, en contra de los deseos del gobernador de California, Gavin Newsom. La semana pasada, el ejército anunció que unos 200 de esos soldados serían devueltos a sus unidades para combatir incendios forestales.
Trump ha prometido deportar a millones de inmigrantes que se encuentran en Estados Unidos ilegalmente y ha mostrado disposición para usar el poderío militar de la nación de maneras que otros presidentes de Estados Unidos han evitado.
Melisa Doag, una inmigrante oriunda de Guatemala que carece de papeles para vivir legalmente en el país y que vende joyas desde un puesto cerca del parque, dijo que no planea quedarse en Estados Unidos por mucho más tiempo dado el clima político. Preferiría irse por su cuenta que ser deportada, señaló.
Afirmó que no quiere ser tratada como una delincuente.
___
Los periodistas de The Associated Press Damian Dovarganes en Los Ángeles y Amy Taxin en el condado de Orange, California, contribuyeron a este despacho.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.