¿Por qué tiembla tanto en México? Aquí algunas claves de la alta sismicidad en el país
Según el Sismológico Nacional, en la República Mexicana interactúan cinco placas tectónicas: la de Norteamérica, la de Cocos, la del Pacífico, la de Rivera y la placa del Caribe.
La madrugada de este 22 de septiembre, un nuevo sismo de magnitud 6,9 sacudió a la República Mexicana. El epicentro del movimiento telúrico fue nuevamente en Coalcoman, Michoacán, y ocurrió en punto de las 01:16 horas. De forma preliminar, el Sismológico Nacional refirió que se trató de un sismo de magnitud 6,5.
De acuerdo con las autoridades de México, el sismo fue perceptible en los estados de Jalisco, Zacatecas, Guerrero, Colima, Michoacán, Guanajuato, Estado de México, Ciudad de México, Morelos, Oaxaca, Puebla y Tlaxcala; y se estima que al menos 38,7 millones de mexicanos, sintieron el terremoto.
La CNPC (Coordinación Nacional de Protección Civil) informó que 11.940.883 viviendas, 8.887 establecimientos de salud y 88.206 escuelas estuvieron expuestos al siniestro.
Hasta el momento, el SSN (Servicio Sismológico Nacional) refirió que se han registrado 1.229 réplicas del sismo de magnitud 7,7 ocurrido el pasado 19 de septiembre, siendo la de la madrugada del 22 de septiembre, la más grande hasta ahora.
Por su parte, la SSC-CDMX (Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México) informó que, tras la activación de la alerta sísmica en la capital del país, una mujer perdió la vida al golpearse la cabeza al caer de las escaleras en su domicilio, ubicado en la colonia Doctores, en la alcaldía Cuauhtémoc. Algo similar ocurrió con un hombre que, al escuchar la alarma de sismos, sufrió un infarto, según reportaron autoridades locales.
¿Por qué tiembla tanto en México?
Según el SSN, en la República Mexicana interactúan cinco placas tectónicas: la de Norteamérica, la de Cocos, la del Pacífico, la de Rivera y la placa del Caribe. Eso provocó, al menos en 2017 tras el sismo del 19 de septiembre de aquel año, un total de 15.400 movimientos telúricos.
Expertos del SSN han referido que, cuando dos placas tectónicas se encuentran, estas liberan una gran cantidad de esfuerzos que pueden deformar la corteza terrestre y, para su evaluación, requieren el uso de instrumentos idóneos para la medición de su impacto.
El sismo de magnitud 7,1 ocurrido el 19 de septiembre de 2017, el cual dejó un saldo de 370 muertos y 7.289 heridos, se suscitó porque la placa de Cocos se acomodó por debajo de la de Norteamérica y, al quebrarse el material de esa placa, generó movimientos bruscos en la superficie, refieren expertos.
Cabe mencionar que, cada placa tectónica tiene movimiento propio y es constante. Mientras que en la parte norte de México, estas se mueven a un ritmo de tres centímetros por año; en el sur, esta velocidad puede alcanzar los siete centímetros por año. Eso explicaría la alta sismicidad en estados como Chiapas y Oaxaca.
Según estimaciones del SSN, de enero de 1990 a septiembre de 2017, se han registrado más de 86.000 sismos en México. Por día, se contabilizan 15 movimientos telúricos inferiores a los dos grados de magnitud. La mejoría en los sistemas de medición ha logrado mayor precisión en estos fenómenos, pues aunque en 1990 se registraron 796 terremotos y, en 2016, 15.281, no hay de que preocuparse, acotan los expertos.