Sismo en México provoca un “tsunami en el desierto” en cueva del Valle de la Muerte, Nevada
“En cinco minutos, el agua de la alberca, por lo general quieta, comenzó a moverse poco a poco y enseguida se formaron olas de varios metros de altura”
Un terremoto que sacudió México a principios de esta semana provocó olas de metro y medio de altura alrededor de un sistema de cuevas en el Valle de la Muerte de Nevada.
El terremoto de 7,6 grados de magnitud sacudió el lunes (19 de septiembre) los estados de Colima y Michoacán, en el oeste de México. El sistema de cuevas de Devil’s Hole (Agujero del diablo), en el Parque Nacional del Valle de la Muerte, que se encuentra en el este de California y se extiende hasta partes de Nevada, está a unas 1.500 millas (2.414 kilómetros) al norte.
La temperatura más alta jamás registrada en la Tierra se registró en el Valle de la Muerte el 10 de julio de 1913, cuando se alcanzó una temperatura de 134 grados Fahrenheit (56,7 grados Celsius), según los Récords Guinness.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica afirma que la zona recibe una media de tan solo 2,2 pulgadas (5,6 centímetros) de lluvia al año.
Dentro de esa zona tan árida, Devil’s Hole es un “sistema de cuevas geotérmicas” que contienen agua, según el NPS (Servicio de Parques Nacionales).
El sistema de cuevas es “el único hábitat natural del pez cachorro de Devils Hole, que está en grave peligro de extinción”, afirma el NPS en su página web. Solo hay entre 100 y 180 ejemplares en libertad.
El sistema de cuevas tiene más de 430 pies (131 metros) de profundidad, y los peces cachorros están presentes en los primeros 80 pies (24,3 metros).
El agua de las cuevas suele ser tranquila, con un alto contenido de carbonatos y poco oxígeno. La temperatura media es de 93 grados Fahrenheit (34 Celsius).
Los peces cachorros se alimentan de las algas que crecen en las aguas.
A principios de esta semana, 22 minutos después de que se produjera el terremoto en México, las olas de 4 pies (1,2 metros) se agitaron alrededor del sistema de cuevas.
“El 19 de septiembre de 2022, un gran terremoto que sacudió la costa del Pacífico de México provocó olas en Devil’s Hole, literalmente”, escribió el Parque Nacional del Valle de la Muerte en un post en Facebook el miércoles. “El evento de magnitud 7,6 golpeó cerca de la frontera entre Colima y Michoacán a las 11:05 am hora local (hora del Pacífico; 1:05 pm en el epicentro). El personal del NPS estaba en el lugar realizando investigaciones y fue testigo de los efectos de primera mano. En cinco minutos, el agua de la alberca, por lo general quieta, comenzó a moverse poco a poco y enseguida se formaron olas de varios metros de altura”.
“El pez cachorro de Devils Hole (Cyprinodon diabolis), que está en grave peligro de extinción, ha evolucionado por suerte con este tipo de perturbaciones naturales periódicas, y estaba bien y nadando (¿felizmente?) después”, añadió el personal del parque en el post. “Siguiendo con las observaciones anteriores, el personal espera ver un aumento de la actividad de desove en los próximos días, lo que esperamos que derive en aún más reclutas en la población”.
El aumento de la población también se produjo después de otros terremotos que provocaron olas en Devil’s Hole, según señaló Newsweek. El sismo de 2012 en los estados de Guerrero y Oaxaca, el del Golfo de Alaska en 2018 y los de Ridgecrest en 2019 provocaron que las aguas bajaran algas de las rocas, lo que afectó el suministro de alimentos.
“Es una locura que terremotos lejanos afecten a Devil’s Hole”, dijo Kevin Wilson, un ecologista acuático del Parque Nacional del Valle de la Muerte, en un comunicado en enero de 2018 tras el terremoto de Alaska. “Ya hemos visto esto unas cuantas veces, pero todavía me sorprende”.
Según el NPS, “el fenómeno se conoce técnicamente como seiche sísmico. Son ondas estacionarias en una masa de agua cerrada (como un lago o una piscina) causadas por las ondas sísmicas de un terremoto”.
“Eso suena muy parecido a un tsunami, pero los tsunamis son causados por un terremoto que mueve el fondo del océano hacia arriba o hacia abajo. Los tsunamis pueden generar olas mucho más grandes”, añadió entonces Wilson.