Suman siete religiosos asesinados en lo que va de la administración de AMLO
El asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín César Mora ocurrido en Cerocahui, Chihuahua, conmocionó al Centro Católico Multimedial, quien asegura que el sacerdocio “es una actividad de alto riesgo en México”
El recién pasado lunes, alrededor de las 18:00 horas, los religiosos Javier Campos Morales, “El Gallo”; y Joaquín César Mora Salazar, “El Pato”; fueron ultimados durante un ataque armado en la localidad de Cerocahui, en el municipio de Urique, en el estado de Chihuahua.
De acuerdo con las autoridades de la entidad, el altercado ocurrió cuando un hombre intentó guarecerse en una iglesia de un ataque de grupos armados, y el agresor lo atacó con un arma de fuego al igual que a los dos sacerdotes que permanecían al interior del templo.
El Gobierno de Chihuahua lamentó los hechos violentos ocurridos en la entidad, en la que un civil perdió la vida y dos ministros religiosos se convirtieron en víctimas circunstanciales.
El asesinato de “El Gallo” y “El Pato” se suman a la lista de crímenes contra religiosos en México que, según el CCM (Centro Católico Multimedial), ya suman siete en lo que va del sexenio del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
En una entrevista concedida a la revista Proceso, Omar Sotelo, director del CCM, reveló que “México es uno de los países más peligrosos para ejercer el sacerdocio. Y esta cruda realidad nos la vuelve a confirmar estos dos asesinatos”.
De acuerdo con el monitoreo del CCM, tan solo el mes pasado fue asesinado el ministro José Guadalupe Rivas Saldaña. En un principio, el religioso fue reportado como desaparecido y, días después, su cuerpo fue hallado sin vida en la ciudad de Tecate, en Baja California.
En agosto de 2021, fue ultimado José Guadalupe Popoca Soto, sacerdote del templo de San Nicolás Bari, en el municipio de Zacatepec, en Morelos; meses antes, en junio, el ministro franciscano, Juan Antonio Orozco Alvarado, fue víctima del fuego cruzado entre cárteles de la droga en la zona de Mezquital, en Durango.
El CCM también destacó el homicidio del sacerdote Gumersindo Cortés, quien predicaba en Celaya, Guanajuato. De acuerdo con las autoridades, el cuerpo del religioso presentaba signos de violencia y fue hallado en marzo de 2021. En agosto de 2019, ocurrió el primer asesinato de un religioso durante la administración de AMLO; se trató de José Martín Guzmán Vega, ultimado en la comunidad de Santa Adelaida, en Matamoros, Tamaulipas.
Cabe destacar que, la mayoría de los asesinatos de religiosos han sido efectuados en zonas donde el narcotráfico tiene gran presencia y, en años recientes, donde se han suscitado los enfrentamientos más violentos entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
En los últimos tres años, el CCM ha criticado que el sacerdocio “es una actividad de alto riesgo en México”; no solo por las zonas en las que los ministros realizan sus prédicas, sino porque el crimen organizado ha atentado contra las figuras eclesiásticas al ir en contra del discurso religioso.