“Usted podía haber elegido entre un fiscal amigo o un fiscal enemigo”, la fractura del equipo de López Obrador
A López Obrador se le desmorona su entorno, poco a poco sus más cercanos van tomando distancia, y aunque intentan no involucrarlo, el respaldo que muestra a Alejandro Gertz Manero comienza resultar incómodo
Un nuevo escándalo se suma a larga lista que acumula el fiscal general de México, Alejandro Gertz Manero, esta vez se trata de la voz de uno de los hombres que hasta hace unos meses fue el más cercano a López Obrador, Julio Scherer, su exconsejero jurídico, quien decidió romper el silencio y acusar al funcionario y a la exsecretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, de actos ilegales y de iniciar una persecución política en su contra.
En una carta publicada en la revista Proceso, Scherer ibarra acusó tanto a Gertz como a Sánchez Cordero de valerse de su poder y de recursos públicos para llevar a cabo “venganzas personales”, algo que se replica en los casos de Juan Collado, Inés Gómez Mont y su esposo Álvarez Puga; la corrupción al interior de la cooperativa Cruz Azul, y el de una concesión de peaje en el Viaducto Bicentenario.
Según el exconsejero jurídico, en los asuntos mencionados, ambos funcionarios, cercanos a Andrés Manuel, buscaron involucrarlo en supuestas extorsiones a cambio de criterios de oportunidad para librar los procesos legales.
“Más allá de mí, Olga Sánchez Cordero y Alejandro Gertz Manero deshonran el juramento de guardar y hacer guardar la Constitución en cada uno de sus excesos. La traición habita en ellos”, escribe Scherer.
Juan Collado, un poderoso abogado que en el sexenio pasado representó a los intereses de Enrique Peña Nieto y hoy se encuentra en prisión, aseguró hace unas semanas que Scherer le habría pedido más de 2.000 millones de pesos para salir libre. Sin embargo, en el texto publicado relata que fue la misma Olga Sánchez Cordero quien llevó a Antonio Collado con Alejandro Gertz para ofrecerle un criterio de oportunidad con el que su hermano podría obtener la libertad a cambio de denunciarlo.
“Desde su posición de poder, Sánchez Cordero y Gertz Manero se valieron de la desesperación de Juan Collado para perseguirme e inventaron una falsa extorsión. Tiempo después el propio Javier López, quien era el abogado de Juan Collado, me contó de ese acuerdo perverso para perjudicarme del que no quiso ser parte. Desde luego, renunció”, relata Scherer Ibarra.
A pesar del respaldo inequívoco de López Obrador, a Gertz Manero se le siguen acumulando las pruebas de corrupción, tráfico de influencias y lavado de dinero, pues pocos días antes una investigación del diario El País reveló diferentes propiedades de lujo en las zonas más exclusivas en España, que el funcionario adquirió a través de terceros o sociedades.
El patrimonio inmobiliario, valuado en aproximadamente 113 millones de pesos, incluye cuatro viviendas de lujo, tres de ellas en Ibiza, España; un departamento en una zona de alta plusvalía en Madrid, según indica la investigación de Joaquín Gil, José María Irujo y Pablo Ferri.
La respuesta de la también senadora de la República se dio en Twitter, en donde aseguró tener “la conciencia tranquila”.
“Por lo que a mí respecta no voy a caer en el juego de hablar de las afirmaciones falsas que hace sobre mi persona y del actuar en mi encargo como Secretaria de Gobernación, para servir de distractor. De mi parte doy por cerrado este tema”, escribe en un hilo en el que no aporta pruebas que desmientan los dichos de su antes compañero de gabinete.
Por su parte, Jorge Carrasco Araizaga, el propio director del semanario publicó también un recuento de sus interacciones con el fiscal Gertz Manero, entre las que cuenta la forma en que éste montó en cólera por las diferentes investigaciones que se han publicado sobre sus transacciones irregulares, su falta de resultados y las columnas del periodista Ricardo Raphael sobre el caso de su hermano y su pareja.