¿Cómo funciona el Banco Central y por qué Javier Milei quiere “dinamitarlo”?
Según expertos, el perder el Banco Central implica no tener una política monetaria soberana e individual, por lo que no puede fijar el tipo de cambio ni los tipos de interés frente a otras monedas internacionales
En la pasada jornada electoral, el economista Javier Milei obtuvo el triunfo en la segunda vuelta de los comicios presidenciales de Argentina, al obtener el 56% de los votos. Su contendiente, Sergio Massa, alcanzó el 44% de los sufragios. El 99% de los votos ya habían sido escrutados cuando se declaró al vencedor.
Con su arribo al poder, se trata del primer presidente libertario electo por la vía popular. Y es que Milei no solo se ha vuelto trascendente por sus polémicas declaraciones, al aseverar que la corriente política de izquierda ha empobrecido a naciones de América Latina, incluida la que va a gobernar; sino por sus políticas económicas radicales que quiere implementar.
Una de las más notables es la eliminación del Banco Central, con lo que daría paso a su filosofía política y legal, en la que promueve una sociedad con derechos de asociación privada y la asignación de recursos a través de la economía del mercado. En más de una ocasión, Milei ha dicho que eliminará todo asunto público como la seguridad social e, incluso, la educación.
Y es que, según expertos, el perder el Banco Central implica no tener una política monetaria soberana e individual, por lo que no puede fijar el tipo de cambio ni los tipos de interés frente a otras monedas internacionales. Asimismo, el país argentino no podría imprimir dinero ni financiar el presupuesto del erario año con año.
Algunos cálculos indican que, Argentina podría acabar el 2023 con una inflación de entre 185% y 190%. En el mes de noviembre, esta podría alcanzar 11,5% y diciembre rebasaría la cifra anterior con 14%.
Al no tener Banco Central, el país tampoco podría supervisar a los bancos comerciales porque es justo, dicha institución, la que permite que el sistema financiero sea confiable para los demás actores económicos.
Algunas de las naciones que han renunciado al Banco Central son micropaíses como Andorra, Islas Marshall, Isla de Man, Mónaco, Nauru, Micronesia, Kiribati, Tuvalu, el Principado de Liechtenstein y Palaos. El caso extraordinario es el de Panamá, una nación que cuenta con millones de habitantes y que ha optado –debido a su ruta comercial inmensa– en usar como moneda principal el dólar. Y ha funcionado.
Aunque aún es muy pronto para entender la política económica de Milei, a horas de haber ganado la Presidencia de Argentina reveló que recortaría drásticamente el gasto público y dijo: “Si no hacemos el ajuste fiscal, vamos a la hiperinflación”; y atajó: “Voy a hacer un ajuste de shock”. Al plantear esta última medida, se refirió a que atendería de inmediato la deuda a corto plazo y buscaría inversión privada para obras públicas. También insistió que los cambios no afectarían a los ciudadanos, sino más bien a la clase política.