Daniel Noboa, el presidente más joven de un Ecuador marcado por una creciente violencia
El acaudalado empresario de 35 años Daniel Noboa se convirtió el domingo en el presidente más joven de Ecuador y toma la posta de Guillermo Lasso para gobernar hasta mayo del 2025 un país que lidia con la violencia, el desempleo y una crisis de gobernabilidad.
El debutante en los comicios presidenciales desplazó con 52,23% votos a su contrincante, la abogada de izquierda Luisa González, que obtuvo un 47,77,%, escrutadas el 96,15% de las actas. La victoria de Noboa frustra el anhelo de la Revolución Ciudadana, el partido del expresidente Rafael Correa (2007-2017), de retornar al poder.
El próximo mandatario solo tendrá 18 meses para tratar de enderezar el país, después de que Lasso disolviera en mayo la Asamblea Nacional y acortara su propio mandato, para evitar que avanzara un juicio político que buscaba su destitución.
En un solo intento, Noboa cristalizó el sueño de su padre, el magnate bananero Álvaro Noboa, quien por cinco ocasiones buscó llegar al palacio presidencial, sin éxito.
Gracias por creer en “un proyecto político nuevo, un proyecto político joven, un proyecto político improbable”, se pronunció Noboa tras conocerse los resultados.
Nuestro fin era “devolverle al paz al país, volverle a dar educación a la juventud, poderle dar empleo a la cantidad de personas que lo están buscando” y, para ello, el trabajo empezará de inmediato para “reconstruir un país que ha sido gravemente golpeado por la violencia, por la corrupción y por el odio”, prometió.
Su única experiencia previa en política fue ocupar un asiento de legislador desde 2021, cuando presidió la comisión de Desarrollo Económico. Noboa se tituló en Administración de Negocios y en Administración Pública, en la universidad de Harvard Kennedy School y tiene una maestría de Gobernanza y Comunicación Política.
Una de las preocupaciones que rodean a la figura de Noboa es “el desconocimiento de la estructura y funcionamiento político del Estado desde la experiencia”, algo en lo que se asemeja al presidente saliente cuando llegó al poder, afirmó a The Associated Press, Esteban Ron, el analista y decano de la Facultad Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad Internacional SEK.
Pese a ello, el experto cree que por ser un período de gobierno de transición, deberá centrarse en “acciones inmediatas, de gestión ejecutiva” que apunten a dar soluciones “de impacto” en seguridad, salud y educación.
De no hacerlo, podría afrontar un detrimento inmediato de su imagen, por la alta expectativa que concentra como “opción anticorreista”, pero además como “la figura joven en quien se confía”.
Noboa llega al poder con un bloque legislativo de 13 asambleístas, una posición que se deberá confirmar con los resultados de las elecciones de este domingo en el exterior. La primera fuerza de oposición será la Revolución Ciudadana, que se acerca a los 50 escaños ganados en la primera vuelta electoral de un total de 137 asambleístas.
Una de sus prioridades, ha dicho, será la convocatoria a una consulta popular para reformar el sistema judicial, aunque eso podría reducir su margen para gobernar dado el corto tiempo que tienede mandato. Noboa ha admitido públicamente que en sus planes está lanzarse a la reelección en el próximo período electoral ordinario.
Introvertido, con tono pausado y poco confrontativo, el heredero de una fortuna de un emporio que incluye el negocio de las bananas, ha prometido mano dura contra el crimen organizado. Ofreció militarizar los puertos, aeropuertos y las principales vías del Ecuador y retomar el control en las cárceles del país, donde las actuales autoridades han reconocido dominan los grupos criminales.
El plan Fénix —como denomina a la propuesta de crear un sistema centralizado de inteligencia y prevención del delito— se ha convertido en su bandera para enfrentar la crisis de inseguridad que ubica al país entre los más violentos de la región con 4.600 homicidios intencionales en 2022.
Contempla la dotación de tecnología y uniformes de alta resistencia balística, armas, drones, cámaras de reconocimiento facial, GPS. No ha especificado con qué recursos pondrá en marcha este plan.
La Alianza Democrática Nacional, movimiento que lo auspició en su carrera a la presidencia, destaca su propuesta como un “plan agresivo” para la creación de empleo de calidad, con beneficios sociales, inversión en la salud y educación públicas. Además, garantiza la Seguridad Social y las pensiones jubilares, “sin elevar las aportaciones ni los años de contribución”, según prometió.
Su receta, según ha dicho Noboa, será aumentar el número de afiliados a la Seguridad Social a través del fomento de las plazas de empleo y de mejorar la administración pública para erradicar la corrupción.
El combate a la evasión tributaria, que también ofertó en su campaña, es un tema sensible que deberá afrontar cuando, según el máximo organismo tributario, el conglomerado económico de su padre es el mayor deudor en materia de impuestos con 88,46 millones de dólares impagos y 880,47 millones de dólares deuda en impugnación. El candidato, sin embargo, no registra deudas propias ante el organismo.