Colectivos proaborto denuncian bloqueo de su WhatsApp e incremento de censura en redes de Meta

Mara Verza
Jueves, 15 de mayo de 2025 13:13 EDT

De repente, todas las mujeres que escribían al WhatsApp de una de las organizaciones más grandes de México que ofrece información sobre aborto recibían una sola respuesta: silencio. La cuenta había sido bloqueada.

Semanas después, un colectivo colombiano vivía lo mismo.

Organizaciones de distintos países de América que ofrecen acompañamiento a quien quiere abortar denunciaron esta semana una nueva oleada de censura en redes de Meta, incluso en países donde el aborto está despenalizado. Creen que se debe a varios factores, entre ellos, los cambios en las políticas del gigante tecnológico y a ataques de grupos antiaborto que denuncian sus contenidos.

Los bloqueos no son sólo en Instagram o Facebook, sino también en cuentas empresariales y verificadas de WhatsApp que son vitales para informar a miles de mujeres sobre derechos sexuales y reproductivos avalados por la Organización Mundial de la Salud.

Entre los colectivos afectados está la Fundación MSI, antes conocida como Marie Stopes y parte de una red internacional que lleva trabajando 25 años en México, que vio cancelado su WhatsApp en febrero. También le pasó a la organización colombiana Oriéntame, con décadas de trabajo en salud reproductiva, que además fue tachada por Instagram en abril como organización “peligrosa”.

Meta suele atribuir el bloqueo de contenidos a violaciones de sus políticas, aunque también ha reconocido errores en algunos casos. Desde enero, puso en marcha una nueva forma de moderación de contenidos, basada en comentarios que dejan usuarios, supuestamente para reducir esos fallos y garantizar una mayor libertad de expresión.

El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que los cambios “probablemente” se debieron a que él criticó el sesgo progresista en la verificación de datos.

Los sectores más conservadores aplaudieron los cambios pero las organizaciones proaborto consideran que esas normas suelen aplicarse con excesivo celo, probablemente impulsadas por denuncias procedentes de herramientas de inteligencia artificial, lo que se traduce en el bloqueo desproporcionado de publicaciones, obstáculos que dicen han aumentado desde el inicio de la administración Trump.

“No siempre es censura intencional, pero el resultado sigue siendo más censura para nosotras", afirmó Martha Dimitratou, estratega digital de Women on Web, con sede en Canadá, y la estadounidense Plan C.

¿Ataques orquestados?

“De un día para otro, nos bloquearon la comunicación con nuestras usuarias y con mujeres que necesitan información de primera mano” o resolver dudas o tenían seguimiento médico con la organización en México, explicó Araceli López-Nava, directora de MSI Latinoamérica.

Las consecuencias se notaron de inmediato. Durante días sus citas se redujeron hasta un 80%.

La organización ya había tenido problemas anteriores con números normales de WhatsApp porque es fácil levantar denuncias, explicó López-Nava, pero pensaron que con la cuenta empresarial, que permite la gestión eficaz a través de una plataforma de miles de mensajes que llegan mensualmente, estarían protegidas.

No fue así. Dos semanas después de un primer bloqueo temporal, llegó el permanente. ¿El problema? “Envía spam", decía la notificación de Meta.

“El argumento es que han recibido quejas pero ¿de quién?”, se preguntaba López-Nava. Según aseguró, nadie puede acusarlas de enviar spam porque solo contestan a quien les contacta y dan información alineada con la legalidad mexicana. Además, el aborto está despenalizado tanto a nivel federal como en la mayoría de los 32 estados. “Nos parece una estrategia orquestada”, dijo. ”Y no necesariamente de Meta".

Avisos antes del bloqueo

Los ataques de grupos religiosos o ultraconservadores a organizaciones proaborto no son nuevos y tampoco lo es que las vías de denuncia que ofrecen las redes sociales para bloquear publicaciones sean utilizadas para perjudicar las actividades de las activistas pero el anonimato de esas quejas que se hacen a través de las plataformas les complica demostrar quién está detrás.

Por eso, MSI y otra ONG aliada, Women’s Link Worldwide, pidieron a Meta mecanismos transparentes para poder apelar sus decisiones y que éstas sean acorde con los estándares internacionales en derechos humanos. No han recibido respuesta.

Un portavoz de la tecnológica dijo a The Associated Press que el bloqueo fue por motivos válidos. Según Meta, cualquier organización que reciba muchos comentarios negativos recibe varias advertencias antes de que se suspenda la cuenta. Meta no quiso dar más detalles sobre la naturaleza de los comentarios negativos recibidos, ni si estos podrían estar coordinados por grupos antiabortistas con el objetivo de paralizar las actividades de MSI.

Dimitratou aseguró que los bloqueos de contenido aumentaron tras la reelección de Trump y “no sólo en Estados Unidos, sino también globalmente”, con una especie de “efecto dominó” entre cuentas interconectadas.

Las de Instagram de Women on Web Estados Unidos y Women on Web Latinoamérica fueron inhabilitadas justo después de las presidenciales estadounidenses y, aunque luego se reactivaron, la organización mantiene restringida su capacidad de poner anuncios con Meta en las cuentas latinoamericana, surcoreana y en la de África Occidental, dijo Dimitratou. Además, una decena de publicaciones de Plan C fueron retiradas de Instagram en sólo 24 horas.

Repro Uncensored, una organización que Dimitratou cofundó y que busca esquivar la censura digital, ha recibido desde enero al menos 60 incidencias por este tipo de censura.

La más reciente tuvo lugar el martes cuando el colectivo tailandés TamTang denunció en Instagram que Facebook la acusaba de violar sus reglas sobre medicamentos al dar información de pastillas abortivas subsidiadas por el gobierno de Tailandia.

Información rigurosa vs. contenido explícito

Un informe publicado en 2025 por el californiano Center for Intimacy Justice, basado en entrevistas con 159 organizaciones sin ánimo de lucro de más de 180 países, denuncia cómo las grandes plataformas tecnológicas están eliminando información, anuncios o productos no sólo relativos al aborto sino también a la salud sexual o reproductiva de las mujeres, como por ejemplo, la menopausia.

Según el reporte, estos bloqueos de información contrastada y verídica perpetúan estigmas y la discriminación de muchos colectivos y, además, pueden poner en riesgo la salud de muchas personas. Los argumentos esgrimidos son que hay contenido sexual explícito o inapropiado o que se anuncian sustancias “inseguras”, como las píldoras abortivas, aunque están avaladas por las OMS.

El informe subraya el doble rasero a la hora de valorar las publicaciones. Muestra, por ejemplo, cómo Meta bloqueó un anuncio para prevenir el cáncer de mama en el que se ve el hombro de una mujer de espaldas pero permitió otro de píldoras para tener erecciones con un hombre sujetando un plátano entre sus piernas.

Al ser preguntada por AP, la tecnológica relativizó las conclusiones del informe dado que analizó un número pequeño de ejemplos.

Respuestas creativas

Meses después de que Meta anunciara los cambios para garantizar mejor la libertad de expresión y dejara de restringir, por ejemplo, contenidos que aluden a la homosexualidad como una enfermedad mental, Oriéntame, el colectivo colombiano que ofrece servicios de salud reproductiva, subió a Instagram el dibujo de un corazón con la frase “Aborto sin dolor”.

La publicación fue bloqueada con esta explicación: “Personas y organizaciones peligrosas, foto eliminada”.

La situación se repitió con al menos 14 publicaciones en el mes de abril, explicó Tatiana Martinez, responsable de redes de este colectivo mostrando las capturas de pantalla.

Aunque el aborto está despenalizado en Colombia desde 2022, ese mismo abril la cuenta empresarial de WhatsApp de Oriéntame fue cancelada. Y aunque se reactivó después de una semana, temen que el bloqueo pueda repetirse y ser definitivo, como ocurrió con MSI.

Al consultar a Meta por este caso, un portavoz reconoció a la AP esta semana que ese contenido de Instagram fue eliminado por error y no por que violara sus políticas.

Asimismo, María Vivas, directora de Oriéntame, dice que desde hace años tienen una batalla con Google por limitación de sus contenidos —esta compañía alega problemas con sus políticas sobre medicamentos y mantiene a Colombia en la lista de países con restricciones en anuncios sobre aborto— pero asegura que con Meta los problemas comenzaron desde finales de 2024, cuando se sucedieron cambios en sus políticas internas y en el manejo de datos.

Actuar legalmente cuando hay bloqueos de las grandes tecnológicas no es sencillo debido al cruce de múltiples legislaciones de diferentes países. Por eso, los colectivos afectados optan por la creatividad.

Hacen cuentas espejo para tener alternativas ante una suspensión, reformulan textos para esquivar la censura o, ante el bloqueo de cuentas de empresa de WhatsApp, habilitan números normales pese a la dificultad de atender adecuadamente por esta vía los miles de mensajes que reciben.

“Parece que nuestro jefe es Meta”, bromea Vivas, lamentando lo desgastante que es que una tecnológica condicione cómo informar sobre derechos básicos como el de la salud. “Vivimos para estar respondiéndole a Meta, para estar adaptándonos a Meta. Y eso es absurdo”.

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La periodista de AP María Cheng contribuyó a esta nota desde Nueva York.

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