Ciudad de México presenta plan para controlar el encarecimiento de la vivienda

Tras las protestas de este mes en la capital mexicana contra la gentrificación y el encarecimiento de la vivienda, la alcaldesa de la Ciudad de México presentó el miércoles un plan para limitar las subas de los precios de alquiler, estabilizar y controlar las rentas en determinadas zonas y regular los arrendamientos de vivienda temporal.
Estas medidas, explicó la alcaldesa Clara Brugada, serán incluidas en una propuesta de ley que, según dijo, incluirá un “amplio proceso de discusión ciudadana”.
Los colectivos anti-gentrificación han convocado una nueva marcha para el fin de semana que daría continuidad a la celebrada a principios de julio, que relanzó el debate sobre un problema que se ha dado en muchas ciudades del mundo: el incremento de los precios de las casas debido al turismo masivo, la especulación y la expansión de plataformas como Airbnb.
En esa ocasión, aunque la protesta se desarrolló mayormente de forma pacífica, acabó con un grupo de manifestantes rompiendo ventanales, saqueando algunos negocios y gritando a turistas lemas como “gringos, dejen de robarnos la casa”, actos que las autoridades tacharon de xenófobos e inaceptables.
Tanto Brugada como la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dejaron claro entonces su disposición a tomar medidas que regulen el mercado inmobiliario pero que no aceptarían protestas violentas ni actitudes xenófobas.
Durante el anuncio de este miércoles el centro de la capital estuvo tomado por la policía para evitar la congregación de manifestantes que aspiraban a mostrar su desacuerdo con las autoridades.
Brugada dijo que, entre otras cosas, con las nuevas medidas se controlarán las subas de las rentas para que no sean mayores a la inflación, se establecerá un índice de precios de “alquiler razonable” y se estimulará el comercio de barrio.
La gentrificación de algunas zonas de la capital comenzó antes de la pandemia de COVID-19, pero la tensión y el incremento de precios se hizo notar con la llegada de “nómadas digitales” estadounidenses que empezaron a trasladarse a Ciudad de México en 2020, muchos de ellos para escapar del confinamiento en Estados Unidos o para aprovechar los alquileres bajos de la ciudad.
En los últimos años, los precios de las viviendas en renta se han disparado y los locales comenzaron a verse cada vez más desplazados de sus barrios, particularmente en vecindarios como Condesa y Roma, zonas arboladas e históricas llenas de cafeterías y restaurantes en las que predominan los departamentos en alquiler para extranjeros que avivaron tensiones vecinales.
El Frente Anti-Gentrificación CDMX, uno de los que convocaron a la manifestación de principios de julio, dejó claro en un comunicado tras la protesta que la gentrificación es una cuestión de desigualdad, no de migración, y del trato privilegiado que dan las autoridades y las empresas a quienes tienen mayor poder adquisitivo, no sólo extranjeros.