Choques en Bolivia en tercera semana de huelga regional
Sin visos de solución tras 21 días de huelga en la provincia boliviana de Santa Cruz, grupos rivales se enfremtan en las calles
Nuevos choques callejeros se registraron el viernes en la región boliviana de Santa Cruz, en huelga general desde hace tres semanas en demanda de que el gobierno realice un censo que le daría más presupuesto y escaños en el Poder Legislativo.
Vendedores callejeros intentaron desbloquear avenidas céntricas de esa ciudad para restablecer el tráfico y se enfrentaron con manifestantes a favor del paro. La policía debió intervenir con gases lacrimógenos para dispersar a los grupos rivales.
Por la tarde, manifestantes a favor del paro atacaron y quemaron la sede de la federación de campesinos y saquearon la sede del sindicato de trabajadores a cuyos dirigentes acusaron de atacar a los grupos movilizados a favor de la huelga.
El gobernador Luis Fernando Camacho se reunió con el jefe de la policía para pedirle que no arremetan contra los manifestantes que exigen que se realice el censo de población en 2023. No hubo un reporte de detenidos, ni de heridos por los enfrentamientos de la jornada.
El Comité Cívico de Santa Cruz, que ha convocado la protesta, llamó a un cabildo el próximo domingo para definir si mantiene o endurece la medida de fuerza tras fracasar una mesa de negociación con el gobierno del presidente Luis Arce. Se espera que el mandatario promulgue un decreto en las siguientes horas con la nueva fecha del censo que podría ser en el primer trimestre de 2024 y no en 2023, como demanda esa provincia.
Santa Cruz es el motor económico de Bolivia y reducto de la oposición liderada por el gobernador Camacho, quien encabeza la protesta. La región reclama el censo para redefinir la redistribución de escaños en la Asamblea, lo que le daría más fuerza política a esa región y más fondos ya que concentra la mayor población del país.
Este es el conflicto más duro que enfrenta Arce, que acaba de cumplir dos años el el poder. El gobernante afronta un creciente clima tensión por conflictos sociales motivados por la escasez de productos esenciales y fuertes disputas en el interior de su partido.
En un mensaje Arce acusó a "algunos grupos” de querer “volver a desestabilizarnos” en referencia a la crisis política que vivió el país en 2019 tras unas fallidas elecciones denunciadas por la Organización de los Estados Americanos (OEA) como fraudulentas en las que el entonces presidente Evo Morales buscaba un cuarto mandato consecutivo. Ante el estallido social que dejó 37 muertos, Morales renunció y se asiló primero en México y luego en Argentina.
Los comicios de 2020 fueron ganados por Arce, heredero político de Morales, quien ahora aparece enfrentado con su mentor por disputas internas en el gobernante Movimiento al Socialismo.