Chicago se prepara para la llegada de soldados de la Guardia Nacional y agentes de inmigración

Líderes comunitarios de Chicago avanzaron el miércoles con los preparativos para la anticipada llegada de soldados de la Guardia Nacional y agentes de inmigración a la ciudad, asesorando a los residentes sobre sus derechos y organizando protestas con renovada urgencia.
Hay pocos detalles sobre el operativo, pero el presidente Donald Trump ha intensificado su retórica sobre el crimen en la tercera ciudad más grande de la nación, asegurando que se planea una ofensiva contra la inmigración y un despliegue de la Guardia Nacional a pesar de las objeciones de los líderes locales y un fallo de un tribunal federal que declaró ilegal un despliegue similar en Los Ángeles.
Los preparativos no parecen algo nuevo en un bastión demócrata que a menudo se ha encontrado en la mira de Trump.
De cualquier forma, líderes de escuelas, iglesias y grupos comunitarios —particularmente en las comunidades de inmigrantes de la ciudad y en los barrios predominantemente negros y latinos— afirman que hay una mayor urgencia y coordinación en la preparación para el anticipado despliegue y la avalancha de atención que lo acompaña.
Así es como Chicago se está preparando:
Los manifestantes están listos
Incluso sin saber qué sucederá, las redes de activistas de Chicago han circulado horarios para “protestas de emergencia”, con la promesa de manifestarse horas después del inicio de la intervención federal.
Los organizadores de los grupos defensores de los derechos de inmigrantes, sindicatos, clérigos y organizaciones contra la violencia afirman que hoy más que nunca trabajan juntos.
“Tenemos un movimiento más fuerte y amplio preparándose para movilizarse”, declaró Lawrence Benito, jefe de Illinois Coalition for Immigrant and Refugee Rights. “La gente todavía tiene que seguir con su vida. Nos aseguramos de que estén preparadas y listas para responder”.
Las comunidades de inmigrantes han estado en alerta máxima desde que Trump asumió el cargo por segunda vez en enero pasado y lanzó una operación nacional de represión migratoria en Chicago.
Los activistas destacan que ya han ofrecido innumerables sesiones de capacitación sobre los derechos de las personas y han ampliado el horario de atención de una línea telefónica en la que las personas pueden reportar arrestos de inmigración. El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, promulgó recientemente una orden ejecutiva en la que ratifica las políticas de santuario de la ciudad, las cuales prohíben que la policía local se coordine con agentes federales de inmigración.
Los planes de Trump
Trump indicó esta semana que está listo para ordenar a las autoridades federales que se movilicen y combatan el crimen en Chicago a pesar de las objeciones de Johnson y del gobernador de Illinois, JB Pritzker.
El gobierno federal señaló que expandirá pronto los operativos de inmigración en Chicago, y el Departamento de Seguridad Nacional solicitó apoyo logístico limitado de la Estación Naval Great Lakes, que se ubica a las afueras de la ciudad.
La Casa Blanca ordenó el despliegue de la Guardia Nacional en Los Ángeles hace un par de meses, y como parte de una inédita toma de control de las labores policiales en Washington, D.C., donde tiene control legal directo. El gobierno federal planea apelar el fallo sobre el despliegue en California.
Trump ha señalado a menudo a Chicago y otras ciudades con gobiernos demócratas. Recientemente, su gobierno comenzó a destacar el registro diario de crímenes en la ciudad, incluyendo una serie de tiroteos durante el fin de semana pasado, como justificación para el despliegue de tropas.
“Quiero entrar a Chicago y tengo a este gobernador incompetente”, declaró Trump el miércoles.
Él y Pritzker han intercambiado ataques durante varios días. Pritzker, un frecuente crítico de Trump, ha sido mencionado como un posible aspirante a la presidencia en 2028.
“No puedo vivir en un mundo de fantasía donde pretendo que Trump no está destrozando a este país por codicia y poder personal”, publicó Pritzker en la red social X el miércoles.
Ha habido poco apoyo visible para los planes de Trump en Chicago, y apenas un puñado de republicanos y líderes conservadores han dicho que estarían a favor de una intervención.
Johnson y Pritzker han destacado en repetidas ocasiones la disminución de los índices delictivos en la ciudad y, en su lugar, han solicitado más fondos federales para programas de prevención.
El crimen violento en Chicago, al igual que en otras grandes ciudades de Estados Unidos ha disminuido significativamente en general, aunque sigue siendo un problema persistente en partes de la ciudad.
Freno a las celebraciones por el Día de la Independencia de México
Chicago alberga una gran y próspera comunidad mexicana, y la amenaza de un despliegue de tropas y la ofensiva contra la inmigración han puesto un freno a las celebraciones del Día de la Independencia de México, las cuales están planeadas para las próximas dos semanas.
Los organizadores reconocieron que la amenaza de arrestos de inmigración podría mantener a algunas personas en casa, pero están reforzando las medidas de seguridad e invitando a más aliados. Es una táctica similar a la que intentaron otros activistas para las protestas anuales del Primero de Mayo, cuando también había mucho temor a congregarse en público.
Teresa Fraga, quien organiza un evento en el barrio predominantemente mexicano de Pilsen, dijo que el evento ha contratado más elementos de seguridad, abogados y patrullas vecinales.
“Es una nube negra sobre nuestras cabezas”, declaró. “Pero estamos planeando un evento seguro”.
Preocupaciones en barrios negros
También existe una enorme preocupación en muchos de los barrios negros de la ciudad, donde las organizaciones han estado ocupadas asesorando a los residentes sobre cuáles son sus derechos en caso de interactuar con las fuerzas del orden.
Decenas de iglesias planean participar en el “Domingo de Resistencia” este fin de semana, para difundir información sobre derechos legales durante paradas de tráfico y otros encuentros con las autoridades.
“Necesitamos recursos, no tropas”, dijo el reverendo Marshall Hatch, un destacado activista de derechos civiles. “No estamos interesados en esta farsa de las tropas”.
Johnson y otros alcaldes de raza negra han calificado de racista el enfoque de Trump hacia las ciudades demócratas. Y el presidente ha utilizado a menudo narrativas racistas sobre el crimen urbano al hablar sobre el despliegue sin precedentes de tropas en la capital de la nación.
“Las amenazas del presidente de enviar tropas federales a Chicago son un claro y flagrante ataque a la comunidad negra y a la comunidad inmigrante”, afirmó la Chicago Alliance against Racist and Political Repression en un comunicado.
Las escuelas de la ciudad se preparan
El sistema de escuelas públicas de Chicago propuso que las familias creen cadenas telefónicas para compartir rápidamente información y organicen grupos para ir a la escuela.
“Sabemos que la posibilidad de una mayor presencia federal está causando ansiedad y miedo sobre la seguridad en la escuela y la seguridad dentro de la comunidad en general”, escribió Chicago Public Schools en una carta a los padres de familia.
Miembros del Sindicato de Maestros de Chicago planeaban distribuir en las escuelas material con consejos sobre derechos legales y la creación de un sistema de compañeros en el trayecto escolar.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.