Manteniéndose firme: por qué Alemania se niega a armar a Ucrania, incluso si molesta a los aliados
Hay desconcierto (y críticas) de Ucrania y sus aliados sobre la postura de Alemania ante las solicitudes de armas de Kiev, pero Berlín se mantiene firme, informa Erik Kirschbaum
Alemania es el cuarto mayor exportador de armas. Vende armamento de última generación por miles de millones de dólares a países con antecedentes cuestionables en materia de derechos humanos como Qatar y Arabia Saudita sin pestañear.
Sin embargo, el segundo país más grande de la OTAN ha hecho oídos sordos a las solicitudes cada vez más urgentes de Ucrania de armas defensivas, a pesar de que la mayoría de las otras naciones en la alianza del Atlántico norte están enviando material rápidamente al amenazado país de Europa del Este, que se prepara para un posible ataque de su poderoso vecino, Rusia.
Debido en parte a su vergüenza y a las lecciones aprendidas al iniciar dos guerras mundiales y al oscuro legado de mercenarios fabricantes de armas como Krupp, que alguna vez vendieron felizmente armas mortales a todos, Alemania ha tenido durante mucho tiempo un fuerte deseo de ser vista como un pacificador global, y se jacta de imponer controles estrictos a las armas que exporta.
Curiosamente, sin embargo, Alemania vende fácilmente sus tanques, submarinos, misiles, municiones y rifles a países como Grecia, Brasil, Corea del Sur, India, Turquía, Singapur y Egipto, así como a Qatar y Arabia Saudita. El año pasado vendió armas por valor de más de US$11.3 mil millones (€10 mil millones), colocándose solo por detrás de EE.UU., Rusia y Francia como el cuarto mayor exportador mundial.
En ese total se incluyeron tres buques de guerra y 16 sistemas de defensa aérea por valor de casi US$5.7 mil millones (€5.000 millones) para Egipto en las últimas semanas del largo gobierno de la canciller Angela Merkel.
El nuevo líder, el canciller Olaf Scholz, le ha dejado claro a Ucrania, que está a menos de 1.000 millas de la frontera alemana, que no se uniría a otras naciones de la OTAN para proporcionar armas defensivas. En vez de eso, ha enviado sus mejores deseos y llamados de paz, junto con un centro médico de campo.
“Durante muchos años, el gobierno alemán ha buscado una estrategia unificada sobre esta cuestión, y eso incluye no exportar armas letales”, dijo la semana pasada Scholz en Berlín, en una conferencia de prensa con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
La ministra de Defensa, Christine Lambrecht, hizo eco de lo dicho por Scholz en una entrevista el domingo: “Tenemos que hacer todo para reducir la tensión de la situación. En el entorno actual, el suministro de armas no sería útil para eso y esa es la posición con la que el gobierno alemán está de acuerdo”.
Agregó: “Puedo entender el deseo de apoyar a Ucrania y eso es exactamente lo que ya estamos haciendo”.
La presión sobre Alemania para ir más allá de las palabras huecas y contribuir con armas a Ucrania para defenderse aumentó aún más el lunes, luego de que el embajador de Ucrania, Andrij Melnyk, le pidiera directamente a Alemania que hiciera más. Dijo que el país necesitaba urgentemente 100.000 cascos y chalecos protectores para los voluntarios que se están enrolando para defender a la nación junto con las fuerzas armadas normales.
“La gravedad de la situación exige un replanteamiento inmediato y un cambio de rumbo en la entrega de armas a Ucrania de parte del gobierno alemán”, comentó Melnyk en una entrevista con el diario Handelsblatt. “No descansaremos en tratar de convencer al gobierno alemán de que envíe armas defensivas a Ucrania”.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, un excampeón de boxeo de peso pesado que sigue siendo popular en Alemania, apoyó la postura, y dijo que era difícil entender por qué el país al que llamó hogar durante su carrera boxística le estaba dando la espalda a Ucrania en este momento de necesidad.
“Esta es una negligente falta de ayuda y traición a un amigo en una situación dramática en la que nuestro país está amenazado por las tropas rusas en muchas fronteras”, escribió Klitschko en una editorial invitada para Bild, el lunes. “Viví en Alemania mucho tiempo y es por eso que me duele ver cómo los simpatizantes de Putin tienen el control”.
El martes, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, se sumó a los ataques: “Observo con preocupación la situación en Ucrania y las reacciones de nuestros vecinos de Alemania ante la amenaza de Rusia”, escribió en una publicación de Facebook.
El gobierno alemán también confirmó que ha impedido que otros países de la OTAN, como Estonia, provean a Ucrania con obuses fabricados en Alemania, al negarse hasta ahora a emitir los permisos de exportación necesarios, para angustia del gobierno ucraniano.
Dmytro Kubela, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, fue un poco más allá y criticó a Alemania no solo por no contribuir a la defensa de su país, sino también por impedir que otros socios de la OTAN les enviaran armas alemanas.
“Estamos muy decepcionados por la continua negativa de Alemania de permitir el suministro de armas defensivas a Ucrania, especialmente en la actual situación”, expresó Kuleba en entrevista para un diario. “Estaríamos aún más decepcionados si Alemania no solo se negara a proveernos de armas defensivas, sino que también impidiera a otros que lo hicieran”.
La reputación de Alemania en Ucrania recibió un nuevo golpe el fin de semana cuando el vicealmirante en jefe de la marina, Kay-Achim Schonbach, renunció presionado por los comentarios inoportunos que hizo en un discurso, en el que dijo que Putin merecía respeto y que Ucrania nunca recuperaría Crimea, que fue anexada a Rusia en 2014.