El Rey Carlos III se mostró emocionado cuando su hijo mayor, el Príncipe de Gales, le rindió homenaje y le besó la mejilla tras ser coronado en el evento de hoy.
Rompiendo con la tradición, el Príncipe William fue el único príncipe de sangre que juró lealtad al Rey durante la histórica ceremonia.
Después de que el Arzobispo de Canterbury colocara la Corona de San Eduardo sobre la cabeza de Carlos, William se arrodilló ante su padre para prestar juramento de lealtad.
Dijo: "Yo, William, Príncipe de Gales, te juro mi lealtad y la fe y la verdad que te guardaré, como tu vasallo de vida y muerte. Con la ayuda de Dios".
A continuación, el heredero al trono tocó la corona de su padre y le besó tiernamente en la mejilla.
Carlos, que parecía emocionado, asintió a William y dijo: "Amén".
William también ayudó a vestir a su padre con la Estola Real, un pañuelo sacerdotal dorado, durante la ceremonia. A Carlos también se le presentó y vistió con la Túnica Real, un manto largo.
El Arzobispo dijo: "Recibe esta Túnica. Que el Señor te vista con el manto de la justicia y con las vestiduras de la salvación.
Mientras tanto, el duque de Sussex se sentó en la tercera fila de la Abadía para presenciar la coronación. Asistió solo a la ocasión, mientras la duquesa de Sussex y sus dos hijos permanecen en California.
En las imágenes de televisión, se ve al príncipe Harry observando de cerca cómo el arzobispo coloca la corona en la cabeza de su padre.
Mientras la congregación rendía homenaje al nuevo monarca, se vio a Harry pronunciando las palabras: “Dios salve al rey Carlos. Larga vida al rey Carlos. Que el Rey viva para siempre.”
Después de la ceremonia, el Rey y la Reina recién coronados viajarán de regreso al Palacio de Buckingham en el Gold State Coach, con William y Kate Middleton, así como sus hijos, siguiéndolos.
Los miembros trabajadores de la familia real aparecerán más tarde en el famoso balcón del palacio para saludar a la multitud que se ha reunido para mirar.