“Vete a casa feliz”: hoteles de Mallorca responden a las protestas antituristas con una campaña de bienvenida
La agrupación hotelera rechaza firmemente la “turismofobia” y alienta a los visitantes a quedarse en la isla
Tras una serie de protestas contra el sobreturismo con carteles en los que se decía a los visitantes que “se vayan a casa”, hoteleros de Mallorca colocarán carteles en toda la isla para dar la bienvenida a los turistas.
Grupos de campaña en Mallorca instan a los turistas a quedarse en casa y no saturar la isla española, sobre todo en la temporada alta de verano, ya que dicen que es perjudicial para la infraestructura y negativo para su vida cotidiana.
Esta postura contra el sobreturismo se han traducido en protestas a gran escala, como la que tuvo lugar en la ciudad de Palma en junio, en la que miles de residentes salieron a la calle para exigir límites en el número de visitantes y una mejor estrategia turística.
En las manifestaciones se muestran a menudo carteles y lemas como “turistas, váyanse a casa” y “no al turismo de masas”.
Los hoteles de Mallorca se han pronunciado en contra de lo que describen como “turismofobia” con una iniciativa para dar la bienvenida a los visitantes a su lugar de vacaciones.

La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) ha lanzado una serie de carteles en vallas publicitarias y anuncios digitales, y anima a otras empresas y trabajadores del sector turístico a utilizarlos.
Los carteles incluyen lemas como “Turista, vete a casa feliz. Vuelve pronto a Mallorca y sé más feliz aún”, un juego de palabras con los carteles antiturismo.
También hay otros carteles como “Turista, buen regreso a casa, vuelve pronto” y “turista, no te vayas a casa, quédate más tiempo con nosotros”.
Las vallas publicitarias se exhibirán durante dos meses en la temporada estival, cuando Mallorca comience a recibir a los turistas que pasarán sus vacaciones en la playa.
La federación afirma que utilizan los nuevos eslóganes para recordar a los turistas que la isla es hospitalaria y está orgullosa de su industria turística, “frente a los discursos y acciones de rechazo que intentan deteriorar la imagen del turismo y su aportación a la sociedad balear”.
La asociación de hoteles asegura que la hostilidad hacia los visitantes procede de una “minoría ruidosa” que no representa al resto de los baleares.

Sin embargo, la FEHM manifiesta que aboga por conseguir un equilibrio adecuado entre el turismo, las infraestructuras, la sostenibilidad y la convivencia pacífica con los residentes; un punto en común con las campañas contra el sobreturismo, que aseguran que también luchan por ello.
Uno de los principales impulsores de la iniciativa es la protección del empleo, ya que la FEHM señala que el turismo da trabajo a más de un tercio de la población activa de las Islas Baleares.
Agrega además que el sector hotelero está trabajando en la modernización de sus operaciones para mejorar su impacto en la sociedad, con un aumento salarial pactado del 13,5 % en tres años.
El presidente de la FEHM, Javier Vich, subrayó que “sin turistas no hay trabajo y debemos cuidar el turismo entre todos”.
Mientras tanto, los activistas contra el sobreturismo, como Menys Turisme Més Vida (Menos turismo, más vida), adoptan una postura diferente y alegan que la industria turística empobrece a la gente, dificulta el acceso a la vivienda y desvía la atención del sector público.
La asociación expresó que se solidariza con los trabajadores de la hostelería en las negociaciones por mejores condiciones laborales durante la temporada alta, ya que suele haber una “explotación” de la clase trabajadora durante este periodo.
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Traducción de Martina Telo