Tiroteo en Texas: cómo hablar con los niños sobre la violencia escolar
Los expertos subrayan que saber cómo hablar con los menores acerca de la seguridad escolar puede ser crítico para reconocer y prevenir actos de violencia, así como para disminuir la ansiedad y el miedo sobre los riesgos que corren
Cada vez que se registra un tiroteo masivo como el de Uvalde, Texas, donde un pistolero mató en una primaria a 19 niños y dos maestras, millones de padres se enfrentan a la difícil tarea de cómo abordar los temores naturales de sus hijos ante la posibilidad de que algo similar ocurra en su escuela.
La tarea es especialmente compleja porque, en su mayoría, los mismos padres se sienten aterrados ante estos hechos y no saben ni siquiera si es una buena idea hablar con sus niños de estas tragedias.
Ante la disyuntiva, los expertos en salud mental aconsejan a los padres prepararse lo mejor posible con lecturas especializadas o consultas a psicólogos, antes de iniciar una conversación sobre el tema. Y subrayan que saber cómo hablar con sus hijos acerca de la seguridad escolar puede ser crítico para reconocer y prevenir actos de violencia, así como para disminuir la ansiedad y el miedo de los niños sobre los riesgos que corren.
Para guiar a los padres acerca de cómo abordar el problema de la violencia en las escuelas, los especialistas de la organización Mental Health America ofrecen los siguientes consejos:
Aliente a sus hijos a hablar de sus preocupaciones y a expresar sus sentimientos. Algunos niños pueden mostrar reticencia a platicar sobre estos temas. Si este es el caso, usted podría preguntarles si se sienten seguros en la escuela. Cuando los niños son muy pequeños, recuerde que tiene que hablarles a su nivel. Por ejemplo, en vez de usar la palabra “violencia”, puede simplemente preguntarles si sienten miedo de que algo malo pueda pasarles y por qué.
Hable honestamente acerca de sus propios sentimientos sobre la violencia escolar. Es importante que los niños reconozcan que no son los únicos que sienten temor.
Valide los sentimientos del niño. No le reste importancia a las preocupaciones de su hijo, pero ponga en contexto que los tiroteos no ocurren todos los días en todas las escuelas.
Empodere a sus hijos para que participen en la seguridad de sus escuelas. Anímelos a que reporten cualquier incidente riesgoso (por ejemplo, acoso, amenazas o pláticas sobre suicidio) y a que desarrollen habilidades para la resolución de problemas o conflictos. Los niños mayores pueden participar en programas estudiantiles contra la violencia escolar.
Discuta con sus hijos los procedimientos de seguridad que hay en su escuela. Puede explicarles, por ejemplo, por qué los visitantes tienen que registrarse en la oficina de la dirección y por qué ciertas puertas tienen que permanecer cerradas todo el tiempo.
Desarrolle un plan de seguridad con sus hijos. Ayude al niño a identificar con cuáles adultos puede hablar con confianza en su escuela, en caso de que se sienta amenazado. Puede ser una secretaria, un maestro o el director. También asegúrese de que su hijo sabe cómo comunicarse de inmediato con usted o con cualquier otro miembro de la familia o amigo en caso de una crisis.
Reconozca el comportamiento que puede indicar que a su hijo le preocupa el ambiente escolar. Los niños más pequeños pueden mostrar rechazo a la escuela o a participar en ciertas actividades si perciben una atmósfera hostil. Los adolescentes pueden intentar minimizar sus preocupaciones ante los demás, pero pueden volverse rebeldes, dejar la escuela o bajar su desempeño escolar.
Mantenga el diálogo abierto. Hable sobre el tópico de la seguridad escolar en las reuniones familiares y aliente a sus hijos a que compartan cualquier preocupación que tengan, por mínima que sea.
La National Association of School Psychologists señala que otros consejos útiles para que los padres ayuden a los niños a superar los traumas y miedos ocasionados por la violencia en las escuelas son los siguientes:
Observe el estado emocional de su hijo. Algunos niños no expresan sus preocupaciones de manera verbal, pero muestran que están temerosos o ansiosos porque cambian sus hábitos de dormir y de comer. En la mayoría de los casos estos síntomas desaparecen con el tiempo, pero si no es así, debe consultar con su médico.
Limite el tiempo de exposición a las noticias sobre hechos violentos. El exceso de información sobre tragedias puede ocasionar ansiedad y confusión, sobre todo a los niños más pequeños. Es también importante que los adultos limiten su conversación sobre estos temas cuando están presentes sus hijos pequeños.
Mantenga una rutina normal. Asegúrese de que sus hijos duerman bien, tengan sus comidas a su hora y hagan ejercicio. Anímelos a que hagan sus tareas y actividades extracurriculares, pero no los abrume.
Busque ayuda cuando sea necesario. Si le preocupa el comportamiento de su niño en la escuela, no dude en contactar a un profesional de la salud mental, ya sea en el mismo plantel o en su comunidad. Para una lista de los recursos que hay en su comunidad puede contactar a mhanational.org
Signos de que un niño puede necesitar ayuda
- Falta de interés o bajo desempeño escolar
- Ausencia de habilidades para controlar el enojo de acuerdo con su edad
- Sentirse como víctima
- Rechazo a seguir las reglas
- Crueldad hacia los animales
- Escritura o dibujos que expresen aislamiento o enojo
- Hablar a menudo de armas o violencia
- Obsesión con programas de televisión o videojuegos violentos
- Falta de entusiasmo, energía o motivación
- Llevar un arma a la escuela
- Reacción exagerada ante la crítica
- Acoso
- Agitación constante
- Celos injustificados
- Asociación con pandillas
- Abandono de actividades o amistades
Para más información consultar: mhanational.org o nasponline.org